La ministra “camionera” de Transportes, abucheada en Valladolid por transportistas en huelga
Varias decenas de transportistas se han concentrado este viernes en Valladolid para pedir a la ministra de Transporte, Raquel Sánchez, que pida perdón y rectifique sus palabras en las que aseguró que no se sentaría con los grupos radicales que usan la violencia, en las protestas de este sector, y que vinculó “a grupos de ultraderecha”.
Los transportistas han aprovechada la presencia de la ministra Sánchez en el acto de colocación de la primera piedra de la futura planta de Switch Mobility, en la capital vallisoletana, para manifestarse y protestar por la situación del sector con una pancarta en la que se podía leer ‘SOS, por un transporte digno’.
Numerosos efectivos de la Policía Nacional y Local se encontraban en la zona aunque la concentración y protesta de los transportistas se ha desarrollado sin incidentes más allá de los gritos de: “Ministra dimisión, comprate un camión” y “Fuera, fuera”.
Uno de los transportistas presentes, Óscar Infante, ha explicado que este sector cuenta con 103.000 empresas en España, de las que 58.000 sólo tienen un camión y otras 27.000 empresas tienen 1 o 2 vehículos y ha asegurado que los que se manifiestan “no son minoría” y así ha explicado que él no se ha dedicado a rajar ruedas ni parado a ningún camión.
“El 85 por ciento de la flota de España son de personas que tienen uno o dos camiones”, ha explicado Infante, quien ha precisado que flotas grandes de 2.000 vehículos “hay tres contadas” por lo que ha reconocido que a los transportistas les ha ofendido “muchísimo” las palabras de la ministra Raquel Sánchez, y cree que debería de “disculparse y rectificar” y sentarse a hablar con el presidente de la plataforma.
Raquel Sánchez ha participado este viernes en el acto de colocación de la primera piedra de la nueva planta de montaje de autobuses y vehículos comerciales ligeros eléctricos de Switch Mobility en Valladolid.
Crece la tensión y el desabastecimiento por la huelga de transportistas
El paro indefinido de transportistas, que va por su quinta jornada y ha forzado a un amplio despliegue policial, hace cada vez más mella en la cadena de suministro, con mataderos con falta de animales o productos frescos que no llegan a su destino, mientras el Gobierno habla de “boicot, violencia y coacción”.
El Ministerio del Interior mantiene este viernes el dispositivo de seguridad formado por 23.600 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil ante el paro de transportistas, para tratar de garantizar el abastecimiento de productos esenciales a la población y actuar ante posibles piquetes violentos, entre los que se han producido varias detenciones.
Además, se han multiplicado las marchas lentas de camiones convocadas por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera en protesta por las condiciones laborales del colectivo y los elevados precios de los combustibles.
Los paros están protagonizados en su mayoría por transportistas autónomos o pymes, que no se sienten representados por el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) con el que negocia el Gobierno y que pretende mantener la protesta hasta que la Administración se siente con ellos.