El socialismo es un imposible técnico
Después de haber constatado todos los esfuerzos desplegados en el régimen soviético y en el del nacionalsocialismo y sus equivalentes para contar con una red de férreas lealtades que cubría prácticamente todos los planos y actividades imaginables. Un sistema de delaciones y castigos inmutables, una implacable organización militarizada de ordenes irrefutables, traiciones y purgas, obediencias serviles y, en la otra punta, campos de concentración y matanzas de una perversidad espantosa, en un contexto de una miseria imposible de describir, después de todo eso preguntamos ¿cuál es el sentido de esos sistemas que como ha demostrado, entre otros, Jean-François Revel son en definitiva iguales?
En la actualidad no hay un sistema nazi, pero perdura el nacionalismo vía el fascismo que es en realidad el sistema que más éxito tiene en el llamado mundo libre. Su eje central se basa en que los gobiernos permiten que se registre la propiedad a nombre de particulares, pero en los hechos, dispone el aparato estatal. El comunismo es, si se quiere, más sincero: usa y dispone directamente sin disfraces aunque estrechamente emparentado con el socialismo, un término que pretende suavizar los excesos del comunismo y sin sus aspectos asesinos.
Es cierto que hoy en día, salvo en algunos países aun dominados por criminales, el comunismo no tiene la forma de antaño, pero el ideal sigue en pie aunque no necesariamente en su forma bien expresada por Marx y Engels: ‘abolición de la propiedad’. Las medidas sugeridas dañan la institución de la propiedad y, en general, a las autonomías individuales. Habitualmente sus propulsores no imaginan la eliminación de las libertades.
Tampoco imaginan los socialistas contemporáneos que están proponiendo un sistema económico que es técnicamente imposible en el sentido más riguroso de la expresión imposible. Y esto es así porque, como se ha explicado, cada intervención, al bloquear el uso de la propiedad inexorablemente malguía los precios y, por ende, al desfigurar las únicas señales que tiene el mercado para operar (léase, los precios), por un lado, se despilfarra capital y, por tanto, se reducen salarios e ingresos en términos reales y, por otro, cuanto mayor el entrometimiento estatal en los precios, menor será la información disponible, hasta que en el extremo no se sabe con que materiales es mejor fabricar los bienes puesto que no hay puntos de referencia. Es decir, no hay tal cosa como economía socialista.
Ahora bien, ¿por qué insistir en un sistema quebrado a veces bajo la etiqueta del estatismo? Por dos motivos, el primero es acumular poder y riqueza por parte de las cúpulas gobernantes. Y por otro, la devoción de todos aquellos que piensan seriamente en que es más puro el tener todos los bienes en común sin percatarse de los desastres que provocan en cuanto a la liquidación de incentivos y la consecuente pobreza mayúscula que generan.
Por último, no tiene sentido sostener que se es liberal en política pero no en economía. Los marcos institucionales o las libertades civiles o políticas son el continente y es incoherente decir que se suscribe el continente pero no el contenido.
El Socialismo fracasa inevitablemente por el Principio de Incremento de la Entropía, la ley más asentada de la Física y de al ciencia. La entropía es una medida del desorden; a más desorden más entropía. Una baraja de cartas sale de fábrica con entropía cero, pues sale perfectamente ordenada; en cuando se baraja comienza a aumentar su entropía. La entropía aumenta al aumentar el número de posible de configuaciones del sistema (en el ejemplo de la baraja, ésta sale de fábrica con una única configuración posible; el número de posibles configuraciones aumenta al barajarla). En la economía ocurre lo mismo,… Leer más »
Te olvidas que esa entropía, lo que provoca son más opciones. Opciones buenas y malas. Y en esas opciones, sin control, también aparecerán las malas. Las cuales llevaran al desastre. Y en economía peor. La libertad económica sin control no provoca entropía provoca caos. Ya que muchas veces lo más fácil y lo más rentable, no es lo mejor. La historia lo dice y demuestra. La libertad económica, sin normas, lleva siempre a la revolución social. Simplemente porque la manera más fácil de competir es con la presión al obrero. Más horas, menos salario etc.etc. El empresario que no es… Leer más »
Como escritor, sus libros han sido prologados por el premio Nobel en Economía James M. Buchanan, el ex-Secretario del Tesoro del gobierno de los Estados Unidos, William E. Simon, el premio Nobel en Economía F.A. Hayek y Jean-François Revel miembro de la Academia Francesa. Ha editado las traducciones en español de libros de Ludwig von Mises, Friedrich Hayek y Murray Rothbard. En sus obras Benegas Lynch expone su pensamiento económicamente austríaco y políticamente libertario, abarcando desde el liberalismo clásico hasta el anarcocapitalismo, pensamiento que él define como autogobierno.4? Internacionalmente, en dos oportunidades integró el Consejo Directivo de la Sociedad Mont… Leer más »
Y cuando a un imbécil se le deja hablar de cosas de las que no tiene ni puta idea salen artículos como este.
Deberias respetar otros puntos de vista, aunque no los compartas.
Totalmente de acuerdo,estos fulanos periodistas,se creen intelectuales y polimatas y quieren dar catedra en temas que apenas conocen o han estudiado y retratan su ignorancia.Decir que nacionalsocialismo y comunismo es lo mismo es muy grave,uno es la defensa acerrima de los blancos y el otro se edifico para aniquilar la raza blanca y que Juda poseyera todo,utilizando millones de paletos y heces humanas,para que lo saquearan por los judios,bajo la falacia de dictadura del proletariado,el Revel fue un marxista convertido a liberal,demostro que eran lo mismo?hahaha flipante,cuanta gente no ha llegado a entender el sentido mas profundo del marxismo,muchisima.Liberalismo y… Leer más »