El Numancia, finalista del playoff de ascenso a Primera con un gol en el tiempo de prolongación
El Numancia se ha clasificado este sábado para la final del playoff de ascenso a Primera división gracias a su victoria ante el Real Zaragoza en La Romareda (1-2), un triunfo firmado con un gol de Diamanká en el tiempo de prolongación del segundo acto. Un tanto conseguido con un cabezazo que ha permitido al conjunto soriano desequilibrar una eliminatoria que concluyó en tablas en el encuentro de ida (1-1).
El Real Zaragoza, tercero en la Liga, partía como favorito después del empate cosechado en Los pajaritos, aunque se ha visto sorprendido por un Numancia que ha sabido sufrir, especialmente en el segundo acto. Tras el descanso, el conjunto aragonés ha dispuesto de hasta cinco ocasiones muy claras antes de que los sorianos acertaran con el lanzamiento de Íñigo Pérez desde la frontal. El guardameta Aitor Fernández, muy inspirado, se ha convertido en el otro héroe de la tarde en el conjunto visitante, aunque no ha podido impedir el empate de Mikel González a falta de diez minutos.
En un final de partido trepidante, el Numancia ha logrado la clasificación gracias al cabezazo de Diamanká en el tiempo de prolongación del segundo acto que ha condenado al Zaragoza a otra temporada en Segunda división. El Numancia se tendrá que jugar el ascenso ante el vencedor de la eliminatoria entre el Sporting y el Valladolid que se decidirá este domingo. Los pucelanos llegan a esa cita con ventaja gracias a su triunfo en el José Zorrilla (3-1).
En el inicio el partido estuvo marcado por el miedo a fallar y porque nadie quería que las oportunidades rivales vinieran propiciadas por errores propios. El conjunto local era el dueño del balón en el tramo inicial pero sin profundidad. Sólo era un continuo rondo buscando al compañero mejor situado y sin arriesgar el balón ante un Numancia bien plantado, por lo que la capacidad de sorpresa se antojaba nula, y de ahí la ausencia de oportunidades de los locales, pero también de los visitantes que cuando se hacían con el esférico tampoco querían arriesgarlo.
Al filo de la media hora cambió la tendencia y fue el conjunto foráneo el que se hizo con control del juego ante un Real Zaragoza que dio un paso atrás. Esto propició que un disparo raso de Nacho en el minuto 31 se estrellara en el palo derecho de la meta de Cristian Álvarez, que dio la sensación de no ver el balón hasta que ya lo tenía cerca.
El partido estaba para aprovechar las oportunidades y el conjunto de Jagoba Arrasate no lo hizo, algo que se repitió cuando agonizaban los primeros 45 minutos con un remate de cabeza de Higinio que salió cerca de la escuadra. El Real Zaragoza tuvo la suya apenas minuto y medio después tras un centro de Toquero que remató el capitán Zapater con todo a su favor, pero que envió al cuerpo del meta Aitor Fernández.
El inicio del segundo periodo fue muy distinto, con un conjunto local más descarado y buscando decididamente la meta soriana. Con una posesión de balón más alta, más ritmo en el desplazamiento de balón y mirando la portería rival, algo que apenas había hecho en el primer tiempo, el conjunto de Natxo González metió el miedo en el cuerpo a su oponente y pudo haber sentenciado la eliminatoria pero perdonó ante un Aitor Fernández que salvó a su equipo en esos minutos.
Hasta cinco clarísimas ocasiones tuvo el equipo «blanquillo» entre el minuto 47 y el 62. Papunashvili y Borja Iglesias, éste en dos ocasiones, se plantaron solos ante el meta visitante que les sacó el mano a mano y Zapater, también solo ante Aitor Fernández, la envió cerca del poste, algo que también volvió a hacer Papunashvili en una doble ocasión zaragocista. Para desgracia de los propietarios del terreno se cumplió esa máxima del fútbol que dice que «quien perdona paga» y, a renglón seguido de la última opción de Borja Iglesias, Íñigo Pérez enganchó, en el minuto 64, un gran remate dentro de la corona del área que envió a las mallas poniendo la eliminatoria en franquicia para los suyos.
El equipo local, una vez más, sustentado por una Romareda que fue el jugador número 12, superó los malos minutos posteriores al tanto y, nuevamente, pudo empatar en un remate de Pombo en el minuto 74 dentro del área que atrapó el cancerbero visitante. La insistencia local tuvo su premio en el 79 con el tanto de Mikel González, que había subido al remate en una jugada de estrategia y que culminó sobre la misma línea de gol, en posible fuera de juego, un disparo de Borja Iglesias que había botado muy alto superando a Aitor Fernández.
Cuando parecía que el encuentro iba a la prórroga un gol de cabeza del exzaragocista Diamanka en el 91 hizo que el equipo castellano-leonés se llevara el gato al agua ante la desolación local.
El vallalodid parece el más fuerte, más o menos igual daba esta eliminatoria.