El descalabro electoral abre una brecha en el PSOE malagueño
El descalabro electoral sin precedentes sufrido por el PSOE en Málaga en las municipales del 22 de mayo ha abierto una importante brecha en la unidad del partido. La cohesión que Miguel Ángel Heredia ha logrado tejer en los últimos tres años, después de que los socialistas llegaran divididos en dos candidaturas al congreso provincial de julio de 2008 en el que accedió a la secretaría general, ha saltado por los aires.
Primero fueron voces aisladas las que expresaron sus discrepancias por la poca autocrítica hecha por la dirección provincial sobre unos resultados que han dejado a la formación prácticamente sin poder político e institucional de relevancia en Málaga. Ahora, esos versos sueltos se han organizado y conforman un movimiento que augura tiempos revueltos en las aguas socialistas.
Casi medio centenar de cargos y exdirigentes del partido se reunieron ayer en un restaurante de Álora para aunar posturas y criterios y exigir a la cúpula del partido una reflexión «profunda y rápida sobre el duro golpe» electoral sufrido en las urnas, según afirmó al término del encuentro el portavoz de este grupo, el que fuera presidente de la gestora de Marbella, Diego Martín Reyes.
«No se trata absolutamente de ir contra nadie, ni de ajustar cuentas sino de regenerar la situación que nos es adversa. El partido ha sufrido un duro golpe pero no está K.O.», subrayó Martín Reyes, al tiempo que sostuvo que este grupo, que en sus palabras es reflejo del sentir de una parte importante de la militancia, no ha quedado contento con las explicaciones dadas por los líderes del partido sobre lo sucedido.
«La crisis económica, argumento dado por los dirigentes del partido, es un elemento importantísimo de lo ocurrido, pero no el único. Probablemente la gestión de la crisis y algunas otras actuaciones no han sido aceptadas o, al menos, bien entendidas por los electores. Eso es lo que hay que analizar críticamente, que no significa ni agria ni hostilmente, sino ponerle remedio», añadió y consideró que celebrar una conferencia política -anunciada por la dirección- en otoño es «esperar mucho».
En ese encuentro participaron pesos pesados del socialismo malagueño como el que fuera secretario general Juan Fraile; el expresidente de la Diputación José María Ruiz Povedano; el actual presidente en funciones de esta institución, Salvador Pendón; quien fuera vicesecretario general José Aurelio Aguilar; o el actual presidente de la ejecutiva del partido en Málaga capital, el exrector José María Martín Delgado.
Acuerdan un manifiesto
El principal acuerdo fue la elaboración de un manifiesto en forma de carta para entregar a la dirección del partido en el que se reclama a ésta que promueva y lidere una reflexión sobre las causas que han llevado a la pérdida de votos socialistas en la provincia y que del resultado de este ejercicio de análisis y autocrítica adopte la medidas más oportuna para recuperar el terreno perdido, máxime teniendo en puertas unas elecciones autonómicas y generales, según explicó Martín Reyes.
Asimismo, este movimiento crítico apostó por abrir el partido a la sociedad para que sea más permeable y accesible y el PSOE vuelva a convertirse en un referente social. Uno de los integrantes agregó a SUR que la intención es repetir encuentros de este tipo en otras comarcas de la provincia para aunar fuerzas.
Asimismo, mostraron su total respaldo a los candidatos del PSOE a la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y el Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, pero no dieron su apoyo a la cúpula del partido en la provincia. «Estamos a favor de Rubalcaba y Griñán y contra las formas de trabajar y actuar de la dirección en Málaga», resumió otro de los asistentes.
La presencia de Pendón, Fraile, Román y Martín Delgado supone la unión de los dos grupos que hace una década se enfrentaron por el control del partido: ‘el clan del birrete’ y ‘el clan de los catetos’ -este último se llevó el gato al agua-. Resultó llamativo que entre los asistentes no figuraran cabezas visibles de Alternativa Socialista, el movimiento respaldado por el consejero Luciano Alonso hace tres años y que disputó la secretaría general a Heredia.
Diversidad de intereses
El análisis de los nombres de los asistentes revela que detrás de su preocupación por los resultados electorales también laten otros intereses: unos se han quedado sin puestos como cargos de confianza en las distintas instituciones y están molestos; están quienes no vieron colmadas sus aspiraciones políticas; aquellos que se resisten a irse de la vida pública; o los que buscan posiciones cara a figurar en las listas para las elecciones generales y autonómicas. Esta cita con las urnas es una de las claves para entender parte de este movimiento, según una fuente.
Los alcaldes José Sánchez (Álora); Cristóbal Torreblanca (Almogía); Francisco Muñoz (Torrox); Francisco Vargas (Pizarra); Jesús Galeote (Campillos); Antonio Vegas (Villanueva del Trabuco); y Manuel Jesús Ginés (Cuevas Bajas); el parlamentario autonómico Mariano Ruiz Cuadra; el senador Manuel Arjona; los exconcejales de la capital Mariluz Reguero, Luis Navajas y Dolores Fernández; los exdelegados de distintas consejerías de la Junta Antonio Moreno Ferrer y Ana Paula Montero; los diputados provinciales Jesús Mora -portavoz socialista en la Diputación-, Cristóbal Guerrero, Cristóbal Bonilla, Luis Reina y Paloma Alonso; el presidente en funciones de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Oriental-Axarquía, José Domínguez Palma; el exalcalde de Cañete la Real y cargo de confianza en la Diputación Francisco Lancha; la exconcejala de Ronda Isabel Morales o el que fuera candidato en Nerja, Ángel Ramírez, fueron algunos de los asistentes al encuentro.