La PxC denuncia a 529 comercios, en su mayoría regentados por extranjeros, por abrir sus puertas el 1 de mayo: “O todos moros o todos cristianos”, señala Anglada
La formación identitaria Plataforma per Catalunya (PxC) ha denunciado a un total de 529 establecimientos que abrieron sus puertas el 1 de mayo, infringiendo así la ley 8/2004 que regula los horarios comerciales de los comercios. Recuerdan los identitarios catalanes que el Día de los Trabajadores fue jornada festivo y, por lo tanto, “de obligado cierre para todos los comercios que no fueran bares, restaurantes, quioscos, farmacias de guardia, floristerías, panaderías y gasolineras”.
Para verificar el cumplimiento o no de esta norma, la PxC movilizó a sus afiliados y simpatizantes para detectar y denunciar los establecimientos que durante ese día festivo estuvieran abiertos sin que la ley se lo permitiera. Con esta acción pretendía hacer frente “al comercio desleal y demostrar que nuestro discurso político se basa en el trabajo de calle y no en las bellas palabras”.
Los números cantan por si solos, ya que la formación liderada por Josep Anglada denunció en toda Cataluña a un total de 529 que permanecían abiertos.
Dado el elevado número de locales que infringen la ley, la PxC denuncia que “muchísimos ayuntamientos no hacen bien su faena, hacen la vista gorda y no hacen cumplir las leyes”.
Los plataformistas anuncian que a partir del 22 de mayo, “con la entrada de PxC en muchos consistorios de Cataluña, las cosas van a cambiar ya que vigilaremos con especial esmero que se cumplan las leyes que regulan al comercio, rechazando la actividad desleal desleal que practica casi la totalidad de comercios regentados por inmigrantes”. Josep Anglada afirma al respecto: “No puede ser que los autóctonos cumplan a rajatabla, y los de fuera hagan lo que les dé la gana”. “O todos moros o todos cristianos”, sentencia.
Señor Anglada, ¿y los budistas, confucianistas, hindues, judios, sijs, zoroastrianos y demas religiones, que pasa con ellas, los va a forzar a coger un lado…?
Ninguna de esas religiones va en contra de nuestra civilización.