Patricia Rueda “logra” que Vox pierda en Málaga hasta 1.700 afiliados de un total de 2.000 en dos años
Julia Navarro.- Ni practicando pueden hacerlo peor. Solo dos años ha necesitado la gestora títere de Vox Málaga, encabezada por el incompetente Antonio Sevilla y que fue nombrada a dedo por la dirección nacional del partido verde, para formalizar el descontento de las bases. Y es que nada menos que 1.700 afiliados se han dado de baja y ya solo quedan 300 militantes en sus filas. Claro que no seríamos justos si apuntásemos a Sevilla y no situásemos a la diputada Patricia Rueda, a la que se le dio mando en plaza, como la principal responsable. Los primeros que han sufrido los malos oficios de Rueda son los desmoralizados militantes de Vox en Málaga, muchos de los cuales ya están pegando en la puerta del PP. Es algo trágico que con ella ejerciendo el poder en la sombra y con la indigna Gestora a los mandos del timón, la nave verde se hunda en las procelosas aguas del amiguismo, el sectarismo y la variedad disgregatoria de una militancia alarmantemente mermada y dividida. Su función vitamínica para el partido ha sido nula. Esta mujer es un desastre, una inútil política, una caradura que apela a remar en la misma dirección pero obviando el matiz de que unas cobrando más de 117.000 euros al año y otros viviendo de las ayudas sociales. Hace años se postulaba como feminista y ahora ha dado un giro brusco a su papel sobre el escenario de esta comedia bufa en que se ha convertido la democracia española. Hace años decía que la fiesta brava era un espectáculo deplorable y ahora se erige en martillo pilón de los animalistas. Ella traga con lo que haga falta. Fuera, siendo una inútil, hace mucho frio.
Alerta Digital ha tenido acceso, a través de fuentes internas de la formación de Santiago Abascal, a los tristes números que manejaba el departamento de afiliación.
A fecha 1 de septiembre de 2020, cuando Vox celebró sus fracasadas primarias, de dudosas garantías democráticas, la delegación de Málaga contaba con 2.614 afiliados, si bien unos 600 de ellos no estaban al corriente del pago de sus cuotas. Por tanto, unos 2.000 militantes sí estaban al día de las cuotas. Esa cifra ha bajado hoy hasta los 300. Las sencillas matemáticas reflejan una pérdida de 1.700 afiliados.
Es decir, que tres cuartas partes, o el 75 % de la militancia malagueña, le ha dado la espalda a la “estafa verde”, que recientemente eliminó las primarias provinciales (https://www.alertadigital.com/2022/04/01/vox-certifica-a-sus-afiliados-la-estafa-de-su-democracia-interna-al-eliminar-las-primarias-provinciales-mejor-a-dedo/) para reducir a sus afiliados a meros pagacuotas, a palmeros de relleno en los actos de los líderes nacionales y a recaudadores de dinerito en los ‘tenderetes’ denominados mesas informativas, en las que Vox, que más que dedicarse a dar a conocer su programa carente de propuestas serias, lo que hace es ingresar donaciones mediante la venta de pulseritas y otras bagatelas a los pobres ilusos que se acercan creyendo que el de Vox es un proyecto solvente y de cambio para España.
En el caso de Málaga, hay dos síntomas significativos que evidencian la descomposición del estercolero político en el que se ha convertido Vox en la provincia.
El primer síntoma es aplicable a buena parte de las provincias españolas, en las que Abascal y sus adláteres han despreciado y maltratado a los suyos bajo el mismo modus operandi. Y no es otro que la fuga o vuelta de militantes al PP, impulsada en buena parte por el bagaje y trayectoria de gestión pública y éxito político, con cuatro mayorías absolutas en Galicia, de un líder como Alberto Núñez Feijóo, que genera ilusión y la esperanza de que el PP, por tercera vez en 30 años, salve a España de la ruina que está dejando el PSOE. Ello sin generar el odio y el ruido de Vox, incapaz de articular por sí mismo una amplia mayoría debido a sus formas macarras y a su inexistente oferta de soluciones serias para trabajadores, autónomos, pequeños y medianos empresarios.
El segundo síntoma tenemos que vincularlo al hecho de que Eugenio Moltó, parlamentario andaluz por Málaga con residencia en Estepona, haya tenido que aceptar el cargo de coordinador de Vox en Marbella, cuando buena parte de la semana la pasa en Sevilla para atender sus obligaciones como diputado. Por lo tanto, que Moltó acepte ejercer tal cargo orgánico no hace sino confirmar que Vox Málaga, no solo no cuenta con el respaldo de la afiliación, sino que el rechazo es tal que se ha traducido en un aluvión de bajas, lo que les impide encontrar personas y equipos de garantías en los municipios más importantes de la provincia.
Si siguiéramos relatando el cúmulo de despropósitos perpetrados por unos y por otros a lo largo de este artículo, quizás no acabaríamos nunca, así que le recomendamos que consulte la siguiente crónica en el que AD desgrana la estafa política e ideológica que Vox ha representado. (https://www.alertadigital.com/2022/03/03/desmontado-la-estafa-verde-vox-abascal-y-sus-flagrantes-contradicciones/).
si es que el que quiere ver, ve, y el que no, NO
abascal, chalet de 1 millon de euros
ortega smith, una boda de mas de 100.000€ y cobrando 3 sueldos
diputados cobrando más de 100.000€/año
ahora elimina la democracia y todo desde Madrid, se dicen partido jerarquico pero soloq uieren palmeros pagacuotas sin vox y ya ni voto
estos van a acabar como Cs… 8 años en la pomada y luego blufffff
Abascal, Cabanas, Smith… Deben dimitir de vox
Hay que volver a los orígenes, a poder votar desde el primer coordinador a los candidatos.
El pedazo es odioso
Caso contrario PP se merendará al gandul del abadcal