Multar al turista y no tener tiempo para el okupa ni el narco
La izquierda más radical y perroflautera, vuelve a demostrar su ADN. Y es que cuando en un país se pasa del “al turismo una sonrisa”, a un turismo sin higiene, nos encontramos con propuestas tan ecológicas como quitar el agua de las duchas, tal y como propone Unidas Pandemias en Mijas
Regalar miles de abanicos LGTBI, parece que es muy ecológico, pero recuerdo que sin celulosa (de árboles), resulta complicado hacer abanicos.
Con escasez de hielo, sin agua en las duchas, con una economía basada en manteros que no cotizan y con un festival musical anual que cuesta 1 millón de euros, enfocado a consumidores de éxtasis y otras drogas de diseño, Mijas va a tener el honor de convertirse en la nueva babilonia, Sodoma 2 o la Sicilia de Málaga.
Parece que traer el tren a Mijas, aumentar la seguridad, perseguir la ocupación de vivienda, hostigar a los muchos narcos ubicados en el municipio, son políticas ” fascistas”, en blanco y negro. Es mucho mejor pintar rotondas LGTBI, usar menores en actos ideológicos, conceder la renta de inserción a cualquiera que no sea mijeño, tolerar la venta de falsificaciones en pleno paseo marítimo; eso sí, los escasos medios policiales plantados en la rotonda de Cala de Mijas, que hay que dar una falsa sensación de seguridad y multar al turista y no tener tiempo para el okupa y el barquito.
Cuando mezclas un sanchista como Josele, con podemitas, tienes ruina, suciedad, despilfarro e inmigración descontrolada.