Las empresas profesionales de auxilio en carretera reivindican una regularización
24 horas al día los 365 días al año. Ese es el horario de las empresas que se dedican a dar asistencia en carretera.
Un sector que asume que los 10.000 operarios que se dedican a esto, que en realidad deberían ser 30.000, trabajan más turnos de lo que deben, lo que está haciendo que las empresas de auxilio en carretera estén al borde de la quiebra cuando debería ser un sector asumido – por gestiones ya hechas – por el Ministerio de Transportes.
“Vivimos una posición de dominio absoluto con apenas 10 empresas de Asistencia en Carretera que han conseguido meter a 2500 pequeños autónomos bajo sus filas para romper el mercado mientras cerca de 400 empresas profesionales están casi perdidas” explican desde Alerta 24, una Asociación sin ánimo de lucro que, en su fase de constitución, cuenta ya con más de 60 socios que se encargan de cerca de un millón de asistencias al año, un cuarto de las asistencias totales.
Al ser un sector sin regulación, los riesgos, además, son mayores ante la presión por conseguir los servicios. Solo en los últimos años la carretera se ha cobrado la vida de 60 de los operarios que iban a dar asistencia, una cifra que no quieren, desde las compañías, que siga sumando víctimas.
“Nuestras empresas no quieren ver como sus operarios están en situación de riesgo cotidiano. Y así se lo queremos hacer ver a los Organismos públicos competentes, al sector y a la opinión pública. Es necesaria una regulación. Es urgente” explican.
Un sector, el de la asistencia en carretera, joven, que apenas cuenta con 40 años, y que empezó siendo una labor complementaria para los mecánicos de taller, compartiendo horas de reparación con salidas de rescate, cuando el parque de vehículos ni era tan antiguo como el actual, ni se producían millones de rescates.
Las cifras de hoy distan mucho de aquellas y, por tanto, es necesario que también el sector actualice sus condiciones en un marco legal donde la libre competencia y la seguridad sean garantía imprescindible.