Isabel Díaz Ayuso, de confesiones en ‘El Hormiguero’: “No me gustan los saraos, ni soy especialmente amiga de la fiesta”
María Robert (Reproducido) En plena guerra interna del PP por el control del partido en la Comunidad de la Madrid, una de sus contendientes, Isabel Díaz Ayuso, ha removido todavía más el avispero visitando esta noche ‘El Hormiguero’ por primera vez. Recibida por el público al grito de «presidenta, presidenta» y con Pablo Motos en modo fan, la mandataria se ha atrevido a sacar a relucir su faceta más íntimo y desconocido.
«Yo soy muy llorica», confiesa al presentador cuando este le ha preguntado si se suele emocionar cuando la aplauden por la calle. «Estoy viviendo un momento precioso en mi vida. Hay que ser conscientes de que las cosas suben y bajan, pero después de lo que hemos pasado, es maravilloso ver a la gente con tanto entusiasmo».
De la «movidita del PP» dice que es algo que pasa en todas las familias. Y niega que el lío montado tenga que ver con que en su organización les guste la gente dócil o poco independiente. «Siempre he sido así», asegura. Ya que está, aprovecha también para hacer campaña por su campechanía. «Me independicé muy joven, con 22 años. Me he buscado siempre la vida por mi cuenta. He empezado desde muy becaria, hasta el punto de ni siquiera cobrar a veces. Me fui con una mano delante y otra detrás a compartir piso; a vivir fuera. He viajado por muchos sitios. He peleado siempre y he salido siempre adelante por mí misma. Nunca haría nada en contra de las personas que me han puesto aquí. Ir de verso suelto es ser desleal, pero soy una mujer libre e independiente».
Por eso, a pesar de las críticas, asegura que su cargo «es lo más bonito que me ha pasado». «Me han intentado hacer de todo: campañas de desprestigio en las redes sociales, mofas en los programas… Al final uno pasa por su filtro y analiza. Ser presidenta de la Comunidad de Madrid me va a compensar toda la vida».
Además de comentar la trama política tan en boca de todos, Pablo Motos no ha querido dejar de cotillear el lado más personal de Díaz Ayuso. Fuera de su despacho de la Puerta del Sol, cuenta, tiene una doble faceta desconocida. Una más disciplinada, en la que «madrugo mucho. Meto carreras y hago ejercicio», y otra «callejera, tabernaria y pandillera». «Me gustan las pequeñas cosas de la vida, y creo que muchas veces se ha tomado como una ofensa el mundo de la taberna, del bar. Y a mí me parece fascinante. Primero, iguala a todos: un ejecutivo, un obrero, un empresario, un médico… En España, además, es algo cultural. A la gente le encanta salir a tomar algo, a estar con los amigos… Pues a mí, también».
Política y ’celebrity’
Eso sí, a la vista está que es uno de los personajes políticos más mediáticos. De hecho, se fue de vacaciones con su chico y los paparazzis los siguieron, algo que para ella fue «un horror». «Respeto todas las formas de periodismo, pero no me gustan los saraos, ni soy especialmente amiga de la fiesta. Soy tremendamente previsible; me gusta cenar en mi casa, aunque sea tarde». A raíz de estas declaraciones, Pablo Motos, ha averiguado qué tiene la presidenta de la Comunidad de Madrid en la nevera de su casa; la respuesta lo ha dejado un poco atónito, «Cerveza, alguna cosa en papel de aluminio. Y algún espécimen de limón, de kiwi, y otro de limón que, de verde, ha mutado a kiwi. Se parece un poco a un piso de estudiantes», bromea.
Queda claro que es una persona de gustos fijos. Entre ellos, también le fascina la música, sobre todo, la española. Poniéndola a prueba, el programa la desafía a adivinar temas de los 80 y los 90 en menos de cinco segundos. Efectivamente. Tiene buen oído. Rápidamente identifica grandes temamos de Hombres G, Duncan Dhu, Los Secretos y Alejandro Sanz, entre otros.
«No canto bien, pero tengo un oído tremendo. Además estoy todo el día escuchando música. Me encanta, desde niña. Cuando empecé, me entusiasmaban Los Secretos; Héroes del silencio era de mis grupos favoritos. Después, me dio por la música británica, por Depeche Mode, que ha sido el grupo de mi vida», se sincera. Y admite que esa afición, bien le vale atreverse a desgañitarse en los karaokes. «Voy, pero pido perdón antes y después. Aunque creo que son los sitios para la gente que cantamos mal, ¡no hay derecho que quienes cantan bien vayan a un karaoke!»
Fuente: ABC