El Uso Alternativo del Derecho
FP.- El Uso Alternativo del Derecho es la ideología del llamado derecho alternativo contra al derecho burgués, basado en tesis marxistas y neomarxistas.
Es la instrumentalización política del derecho.
Esta concepción tiene que ver directamente con la interpretación jurídica que hacen abogados, jueces y doctrinarios en la pretendida “búsqueda de hacer efectivos los derechos de los más pobres en la sociedad” para lograr la justicia de tipo socialista estatista.
En la Italia de los 70 un movimiento teórico-práctico compuesto por profesores universitarios, abogados y, principalmente, magistrados llamados progresistas comenzaron a elaborar esta teoría para hacer frente a la dominación y a la imposición del derecho burgués capitalista, y utilizar el ordenamiento jurídico vigente y sus instituciones al servicio de una práctica judicial emancipadora, dirigido a las clases o a los sectores sociales menos favorecidos.
En el siglo XXI esta teoría impregnada en políticos, juristas, magistrados, universitarios y periodistas de izquierda ha servido, bajo el pretexto de que solo la izquierda garantiza la igualdad, para machacar a los partidos y dirigentes liberales y conservadores en Italia, Alemania, Francia y España especialmente. También desgraciadamente exportada con éxito para sus promotores a Iberoamérica.
Una vez conseguida la igualdad de oportunidades, el crecimiento de las clases medias, la eliminación del analfabetismo y los derechos de los trabajadores en todos los ámbitos, la izquierda sin discurso se afanó en buscar nuevas pretendidas desigualdades solo defendibles por concepciones progresistas de la sociedad y así la aplicación del Uso Alternativo del Derecho se comenzó a aplicar a todo lo que deciden, en cada momento, es justo por encima de la propia ley y su interpretación. Incluso aunque en la ley hubieran participado tanto en su propuesta como elaboración. Es más, la doctrina permite a los progresistas interpretar políticamente la aplicación de una norma según si están o no en el gobierno, o si conviene desde su perspectiva interpretarla de una manera o la contraria en función del interés que en cada momento más beneficie a sus propósitos.
La causa de los golpistas hoy es la última de las fechorías de semejante doctrina totalitaria y brutal por encima de las normas y reglas de convivencia a conveniencia siempre del interés partidario de los que la aplican.
En el caso de los indultos y ante la falta de suficientes magistrados dóciles a la causa política es el propio gobierno quien en contra del Tribunal Supremo va a aplicarlos con informe negativo. Apoya la jugada la consabida degradación mediática que da cobertura ética a la decisión.
Todo está al servicio del partido. Todo se justifica. Hay de hecho organizaciones de jueces y de fiscales cuya única vocación y razón de existir es la aplicación del derecho solo bajo el prisma de este uso alternativo del derecho.
Las causas sociales, de libertades individuales o colectivas, de intereses identitarios, de cualquier índole son solo excusas para imponer el derecho a voluntad y de perseguir al disidente.
El marxismo en la Europa Occidental escogió el camino del Derecho y la Educación para mantener su pulso dialéctico y seguir socavando la democracia y la libertad, sus dos grandes enemigos.
Yo añadiría dos factores más a la casuística relacionada con los indultos. En primer lugar, el bajísimo nivel intelectual de los políticos en general y de izquierda en particular que hace sumamente difícil que puedan tomar decisiones adecuadas. En segundo lugar, la falta de ética, moral y valores de los políticos en general y de los de izquierda en particular, en los que el “todo vale” es la máxima a aplicar.
Totalmente de acuerdo con su agudo comentario, y con el brillante artículo de don FP…
¿Sería posible saber quién es FP, o es que la gente ya tiene hasta miedo de firmar con su nombre y dos apellidos sus artículos?
¿Tan cobardes -o prudentes- somos?