Rodrigo Lanza, condenado por asesinato por el “crimen de los tirantes”
El tribunal del jurado considera a Rodrigo Lanza culpable de causar la muerte de Víctor Laínez tras golpearle el 8 de diciembre de 2017 en un bar de la ciudad de Zaragoza. Ha pedido que no se le indulte ni se le permita salir de prisión de forma condicional.
Así lo ha señalado el portavoz del tribunal del jurado este jueves, 17 de septiembre, ante la magistrada María José Gil, en la Audiencia Provincial de Zaragoza, en una sesión a la que también han asistido los letrados de las acusaciones y la defensa, así como la fiscal.
La fiscal ha pedido 20 años de prisión y una indemnización de 150.000 euros, mientras que las acusaciones particular y popular han solicitado una pena de 23 años de cárcel y 500.000 euros de indemnización, mientras que el abogado de la defensa ha afirmado que “no hay asesinato”, sino en todo caso un delito de lesiones con muerte no querida, lo que supone una condena de dos a cinco años.
La agresión ocurrió el 8 de diciembre de 2017 en el bar “Tocadiscos” del casco histórico de Zaragoza y las acusaciones la calificaban de asesinato por concurrir agravantes de alevosía, ensañamiento -en este caso no la fiscalía al entender que no se ha podido demostrar- y odio, y pedían 25 años de prisión para Lanza, mientras que la defensa afirmó que Lanza no tuvo intención de matar a Laínez y que actuó en defensa propia motivado por un profundo temor a perder la vida.
Según manifestó Lanza en su declaración, agredió a Laínez movido por el miedo a la navaja que aseguró que blandía, después de intercambiar unas palabras con la víctima porque un amigo le advirtió de que era un “conocido fascista del barrio” que solía vestir tirantes con la bandera española.
Sin embargo, la fiscal argumentó que Laínez murió como consecuencia del ataque de Lanza por la espalda, “a traición”, tras propinarle un golpe en la cabeza y porque al caer al suelo, ya semiinconsciente y sin capacidad de defensa alguna, lo “remata” con patadas y puñetazos de forma reiterada.
Finalmente, la postura de la acusación es la que ha prevalecido y por la que el jurado popular ha terminado condenando a Rodrigo Lanza.