Tres detenidos por explotar a travestis y transexuales en toda España
Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas responsables de un grupo criminal dedicado a la captación de travestis y transexuales, principalmente de procedencia venezolana y con necesidades económicas en su país, a los que ofrecían venir a España a ejercer la prostitución, donde los prometían ganar importantes cantidades de dinero en poco tiempo, según ha informado la Dirección General de la Policía.
La investigación comenzó hace algo más de un año, a través de una llamada a la línea telefónica de atención a las víctimas de trata, realizada por una persona que denunciaba estar siendo obligada a ejercer la prostitución y solicitaba ayuda a la Policía.
Inmediatamente agentes especializados en la lucha contra la trata de seres humanos se pusieron en contacto con la víctima y, tras proporcionarle la asistencia y protección que precisaba, conforme a la legislación vigente en la materia, comprobaron la veracidad de los hechos denunciados y pusieron en marcha una investigación que los llevó hasta el grupo criminal.
Las víctimas eran seleccionadas entre los sectores más desfavorecidos de diferentes localidades venezolanas y, aprovechándose de la situación de necesidad económica en la que vivían, los ofrecían ir a España a ejercer la prostitución, con la promesa de grandes ganancias con las que solucionar sus problemas rápidamente.
Una vez aceptaban la oferta, las víctimas contactaban con la madre del responsable y ésta se encargaba de proporcionarlas todo lo necesario para el viaje.
CARTA DE INVITACIÓN FORMALIZADA ANTE LA POLICÍA
Entre la documentación que recibían las víctimas, estaba incluida una carta de invitación que permitía a las víctimas entrar en España sin ningún problema.
El tratante tenía un acuerdo con un ciudadano español, que también ha sido detenido, que se encargaba de formalizar una carta de invitación ante la Policía, que permitía a la víctima justificar el motivo de su viaje a España y no tener problemas para entrar.
La víctima debía aprenderse varios aspectos de la vida personal de los investigados y fingir una relación de amistad con los mismos por si era interrogada en el control de frontera.
Una vez en España, el tratante informaba a las víctimas de la deuda que habían contraído, unos 8.000 euros, y de que hasta saldarla deberían ejercer la prostitución para él, entregándole íntegramente todo el dinero que ganaran.
EXPLOTADOS EN PISOS Y CALLES, SIN DÍAS DE DESCANSO
Para ello, las víctimas eran obligadas a estar disponibles durante todo el día y sin ningún día de descanso, siendo controlados en todo momento por el tratante, que exigía todo el dinero que hubieran ganado al final de cada jornada.
Para publicitar sus servicios, el tratante tomó fotografías de las víctimas, que después colgó en diferentes webs de contactos eróticos.
Con el doble fin de obtener mayores beneficios de la explotación y de impedir el arraigo de las víctimas en ningún lugar, o que pudieran tener confianza con alguien que pudiera intentar ayudarlas, las víctimas eran trasladados por toda la geografía española, donde eran obligadas a ejercer la prostitución tanto en pisos, como en calles de distintas localidades.
Durante todo el tiempo que permanecieron bajo el dominio del tratante, éste les amenazaba constantemente con hacerles daño tanto a ellos como a sus familiares, tratándoles con absoluto desprecio y sometiéndoles a todo tipo de vejaciones y humillaciones.
También las castigaba, incrementando su deuda o no permitiéndolas utilizar su habitación y obligándoles a dormir en el sofá o en el suelo durante semanas, despertándoles además continuamente cuando consideraba que no habían realizado suficientes servicios o si sospechaba que hubiera podido guardarse algo del dinero ganado.
TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES
En el transcurso de la investigación, los agentes descubrieron también que los miembros de la organización, que adoptaban continuas y extremas medidas de seguridad, disponían de un laboratorio instalado en un piso de seguridad, en el que cortaban y elaboraban diferentes sustancias estupefacientes, con las que después traficaban.
De hecho, en el momento de la intervención policial, los agentes detuvieron a un hombre intentando huir de dicho domicilio con algo más de 7.000 euros en efectivo, presumiblemente procedentes de la venta de dichas sustancias.
¿Es para acabar en esto, el cambio de sexo…?
¡¡¡Que asco…!!!