Puntualizando eso de ‘bandera preconstitucional’
El pasado miércoles día 7 envié al director de “ABC” por correo electrónico y para la sección correspondiente la carta que a continuación transcribo.
Sr. Director.
Leo con interés los artículos que publica en “nuestro” diario Hermann Tertsch porque, a pesar de que no siempre coincida con él en todas sus opiniones, me parecen sugerentes y muy dignas de aprecio y comentario.
Me gustaría puntualizar en esta carta una posible equiparación entre “la bandera nacional con el águila de San Juan, tan preconstitucional como la republicana”, que he leído en su comentario del día 6 sobre la caseta comunista de la feria sevillana…
Mi puntualización consiste en advertir a nuestros lectores que calificar de preconstitucional a una bandera no tiene nada de peyorativo para ella. De hecho, la auténtica bandera de España, la roja y gualda, es realmente preconstitucional, pues fue creada por Carlos III cien años antes de que nadie soñara aquí debiera ampararse en una Constitución. La versión “franquista” de esta bandera es con toda evidencia anterior a 1978, la Magna Carta que nos rige, pero de ninguna manera contraria o ajena a ella, pues bajo su amparo se hizo tal texto, con ella se publicó y se honró, y a su sombra comenzó a regirnos. Creo que fue en 1981 cuando un Gobierno decidió prescindir del águila de San Juan sin tener en cuenta su valor histórico -fue el primer símbolo de la verdadera España, pues entre sus alas amparaba sus cinco reinos integrantes- y sí el ansia antifranquista de quienes hicieron la tontería de que oficialmente se prescindiera del patriótico deseo de unir, engrandecer y liberar a nuestros diferentes pueblos…
La bandera republicana no solo es preconstitucional, pues precedió a la Primera y Segunda Repúblicas, sino que carece de fundamento histórico. Y es un símbolo anticonstitucional, ilegal, ilícito, incitador de violencias y enfrentamientos.
No, no pueden de ninguna manera equipararse esas dos banderas.
Le saluda con afecto y queda a su disposición,
Mi carta no se ha publicado en “ABC”. No he recibido ninguna explicación del director de tan democrático diario, ni de ninguno de sus redactores. Me pregunto cuál será la razón de ese espeso silencio.
Muy probablemento, no solo no le den contestacion, sino que tampoco publicaran su carta abierta.
Ni la recibirá