El ‘caso Marta del Castillo’ y la putrefacción del sistema
A la ilustre María Eugenia, hija del general Yagüe, por su afectuosísima carta.- La putrefacción del sistema ha terminado por quitar la venda de los ojos al padre de Marta del Castillo. La absolución de tres de los imputados en el asesinato y violación de su hija, Francisco Javier Delgado, Samuel Benítez y María García, unido a la leve pena impuesta al principal encausado y ex novio de la joven, Miguel Carcaño, al que se exonera del delito de violación, le ha despertado de la amnesia en la que vivió durante todo el tiempo que estuvo convencido de que el papel de los políticos, de los policías, de los jueces…es ver el futuro y poner soluciones: “He dejado de creer en la Juticia española”, dijo al conocer el fallo judicial. Mucho ha tardado.
Sería conveniente que todos los padres españoles de clase media se empezaran a proteger de los permanentes golpes de quienes gobiernan, legislan y supuestamente protegen a nuestras hijas de individuos como Miguel Cardaño. No conozco mejor defensa para ellos que la de repudiar el sistema que provoca tales muertes. El día que los políticos y jueces comprendan que lo que se cuestiona no son las actitudes individualizadas ni a una de las facciones política de esta tanatocracia, sino a toda ella en su conjunto, les aseguro que estaríamos entonces en la antesala de muchas soluciones.
En medio de este barrizal, la Justicia española hace tiempo que dejó de buscar el bien común y la equidad en sus acciones. Los trazos socioeconómicos están tan definidos que un español nacido en el barrio malagueño de la Palmilla tiene diez veces más posibilidades de ir a prisión que cualquiera que haya nacido en el distrito madrileño de Aravaca.
Es muy revelador que el español que lleva más años en prisión, 35, no tenga delitos de sangre. Se llama Manuel Pinteño, frisa ya los 60 años de edad y acumula condenas por varios robos, sin que ninguno de ellos superara los seis años de pena. Ningún juez sería capaz de convencerme de que si los delitos y la extracción social de Manuel Pinteño hubiesen sido otras, a estas horas ya estaría libre. Aún sumando el valor total de todos los robos perpetrados por este pobre infeliz, no llegaría ni de lejos al valor de una sola de las comisiones ilegales que se perciben en España a la sombra del poder político. En España, ser político y ladrón al mismo tiempo tiene sus ventajas penitenciarias. Que se lo digan sino a Julián Muñoz o a cualquiera de los 24 cargos públicos que en 2011 salieron de prisión menos de tres meses después de ingresar en ella.
Por desgracia para Manuel Pinteño, el agravante a efectos jurisdiccionales es ser un pringado. Si la búsqueda de una Justicia imparcial y efectiva estuviera por encima de las conveniencias electorales de los políticos o del pedigrí económico de los acusados, a estas horas la situación sería otra bien distinta. Pero no carguemos las tintas sólo contra los representantes del estamento judicial. En la larga cadena de despropósitos que han transcurrido desde la muerte de Marta hasta la indignante sentencia, la Justicia no ha sido la única que nos ha fallado.
El asesinato de Marta empezó a dibujarse en el horizonte de las crónicas de sucesos en el momento que sus padres no percibieron nada anormal en el delincuente que salía con ella, pese a su largo historial de delitos. Los despropósitos se alimentaron también en los abrevaderos de la pérdida de vigor en las familias, las normas que son aprobadas por los padres putativos de la patria, la violencia engendrada por los jóvenes y la desvalorización del nexo de familia antes del drama. Después del asesinato de Marta, la policía ni siquiera fue capaz de arrancar una confesión a los autores del crimen, hecho éste insólito que invalida la efectividad y la competencia de nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad.
¿Qué padre responsable podría seguir defendiendo un sistema político que da más derechos al asesino de su hija que a ellos a conservarla con vida o a la propia policía para descubrir, sin tantas limitaciones garantistas, qué se hizo con el cuerpo de Marta? La degradación del sistema afecta a muchos estamentos, sí, pero no debemos ignorar la responsabilidad mayor de los políticos, ajenos por lo que se ve a cualquier obligación ante hechos como los que desembocaron en la muerte de Marta y la posterior excarcelación de sus responsables.
Los políticos, la Corona, las Fuerzas Armadas, el CNI, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los jueces españoles… carecen hoy de la eficiencia necesaria para hacer frente al desafío de una sociedad en vertiginosa descomposición moral. Lo que entre todos han conseguido es que nuestra percepción sobre el bien y el mal coloque a la democracia liberal española cada día más cerca de lo segundo que de lo primero.
Incluso Eduardo G. Serrano, el periodista de Intereconomía, sabe de sobras que España es un país en plena descomposición y decadencia. España lo están despedazando de mil maneras. Con nacionalismos, autonomías, inmigración, drogas, divorcios, separaciones, homosexuales, … el liberalismo y la democracia con el lavado de cerebro mediático (con falacias y veneno) amparado en la libertad de expresión y prensa han transformado España en un saco de huesos. Irán, que ni lo defiendo ni ataco, se negó a aceptar la descomposición de los valores occidentales, que detrás de la libertad viene una podredumbre indescriptible, y decidieron hacer una revolución e… Leer más »
Moltes felicitats Sr. Robles, l’article és molt bo, som molts espanyols que ja estem desencantats amb el sistema judicial d’aquest país, com més dolent siguis millor tractat, el que roba per menjar aquest segur que va al garjola, al contrari que el mata segur, que en un parell d’anys al carrer.
FELICITATS PER AQUEST GRAN ARTICLE.
“El don de la independencia subjetiva resulta para el ser humano entera utopía mental”
Ivanla.
Pues eso.dicho está. La utópica justicia de la que hace gala el ser humano, no deja de ser un concepto propio de la raza humana.El letal problema es que a “los asesinos les juzgan los que viven profesionalmente de ellos en detrimento de sus víctimas”
Saludos
JLPR
Sr. Robles le felicito por su articulo y le digo: Tenemos lo que nos merecemos. El pueblo es quien tiene el poder no los gobernantes, pero sumidos en nuestra ignorancio no lo hacemos valer. El pueblo es quien cuida los campos, sembra el grano, hace la harina, amasa la masa, hace el pastel y cuando lo tiene hecho lo pone en manos de los corruptos mandamás, para que estos se lo reparten y nos conformamos con las migas que ellos nos tiran. La justicia es una broma, hace pocos dias detuvieron a un moro por herir a una chica. Lo… Leer más »
Un saludo para usted tambien “el minero”. Cada vez somos más “alertas” por culpa de estos fantasticos articulos que nos brinda el Sr,Robles y todos los miembros y colaboradores de la redacción.
Verdades como templos Sr. Robles. La justicia no protege al ciudadano, sólo al poderoso y al delincuente. Acudir a ella resulta inútil y al final nos la tendremos que tomar por nuestra cuenta los propios ciudadanos. Mi total solidaridad para las personas que han sufrido la desgracia de un delito y la pena de haber tenido que tratar con una justicia inútil.
Excelente artículo que deja a las claras la impunidad de los que juzgan a los impunes. ¿ Poder judicial o Cáncer nacional ? la respuesta es obvia..
Saludos
JLPR
Y pensar que hoy he acabado discutiendo en el desayuno en el bar con un individuo que defendía la absolución de los otros 3 implicados apoyándose en que tenemos un país “democrático” con “garantías” para los acusados contra los que “no se tienen pruebas” y que no estamos en “los tiempos de la Inquisición”. ¿Será majadero?
Una cosa, no llegué a preguntarle si tenía hijos.
Me parece muy bueno el comentario, lo apoyo. España y los españoles merecemos mejor justicia y que las fuerzas de la seguridad del Estado, no esten coartadas en estos casos y que canten los delincuentes asesinos y sus complices.