La facturación asociada a las fiestas católicas supone más del tres por ciento del Producto Interior Bruto español
Según datos de la Conferencia Episcopal de España, hay 92 fiestas católicas en el país que han obtenido la declaración de “Fiestas de Interés Turístico Nacional”; otras 42 llevan incluso el sello de “Fiestas de Interés Turístico Internacional”. Entre ellas se destacan las procesiones de Semana Santa de Sevilla y Málaga, la Adoración de la Virgen del Rocío, en la provincia de Huelva, y los Sanfermines de Pamplona. Según la Conferencia Episcopal, la facturación asociada a las fiestas religiosas supone más del tres por ciento del PIB español.
“Las pomposas fiestas religiosas también son una razón clave por la que, según un estudio del sitio web de vuelos Jetcost, España será el destino de viaje más popular para los europeos durante estas vacaciones de Semana Santa”, dice el experto en religión Enrique Sancho. Los peregrinos son bienvenidos, sobre todo, en hoteles, tiendas y restaurantes, ya que gastan más del doble que un turista común, según un estudio de la Universidad Gallega de Santiago de Compostela. “Sobre todo, los estadounidenses y los coreanos”, señala Miguel Fernández, cofrade de Sahagún, un pueblo en la provincia de León, en entrevista con DW.
La asociación de criadores de toros “Unión de Criadores de Toros de Lidia” estima que los turistas gastan alrededor de 45 millones de euros al año en los Sanfermines. En los últimos diez años, el número de peregrinos de la ruta jacobea se ha más que duplicado. Alrededor de 400.000 personas recorre el camino a Santiago cada año.
“Se trata de la unión con los demás, y no tanto de la fe. A los extranjeros les gusta eso. Por eso todavía hay un enorme potencial para España en ese ámbito”, opina Sancho. España ha puesto en marcha, junto a los países latinoamericanos, el Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable, donde sacerdotes y clérigos explotan las posibilidades económicas de la religión como destino vacacional. En 2021 este tuvo lugar en Pamplona, uno de los mejores ejemplos de cómo la religión puede convertirse en un factor económico para una ciudad. Aquí la prelatura católica Opus Dei creó la Universidad de Navarra, una de las mejores de España. .
No se puede obviar que la Iglesia Católica española asume muchas tareas del Estado. Sus escuelas y universidades son consideradas las mejores del país. En un estudio de la Fundación EY de 2016 se corroboró que la Iglesia española también asume muchas funciones estatales, ahorrando dinero a los contribuyentes. En 2016, la Iglesia gastó casi 1.400 millones de euros, cinco veces más de lo que pagaron los españoles en impuestos eclesiásticos.
En España hay 69 diócesis, 23.000 parroquias y 750 monasterios, donde se brindan educación, se distribuyen alimentos y se prestan muchos otros servicios sociales. También cuentan con muchos tesoros artísticos, que se promueven a nivel nacional y para promover el turismo. Según la Conferencia de Arzobispos, hay más de 1,5 millones de niños en los 2.186 centros de formación católica en España. En Alemania, con el doble de población, no hay ni la mitad de escuelas religiosas.
Las escuelas de negocios lideradas por jesuitas (ESADE), y la prelatura del Opus Deí (IESE), tienen mucha influencia en la política y la economía del país. El Gobierno socialcomunista trata de frenar el poder de la Iglesia, pero sin éxito: “En España, más que en ningún otro lugar de Europa, la fe es parte de la cultura y también del turismo. Los ateos también peregrinan y participan en las procesiones”, concluye Enrique Sancho.
Sánchez…felicita a tus hermanos españoles…igual que haces con los sarracenos…m…n de m…a
Me alegro por los hosteleros, pero ¿en qué queda la espiritualidad cristiana/católica? ¿En desfiles teatrales por las calles?
ADMINISTRADOR: No, tontín, que se le nota la mala baba. Cualquier movimiento masivo genera ingresos adicionales. La peregrinación a la Meca genera centenares de millones de dólares al sector servicios. Quédese con la luna (la potencialidad del Catolicismo en España) y no con el dedo.