La renovación de neumáticos eficientes, una trampa
Wenceslao Pérez Gómez.- Resulta que aquellos automovilistas que quieran acogerse al Plan Renove, puesto en marcha por el Gobierno para subvencionar la compra de neumáticos eficientes, tendrán que devolver al Fisco más de un millón de euros en la Declaración de la Renta del próximo año, lo que a juicio de los Técnicos de Hacienda, “deja sin efecto el significado de estas ayudas”.
El plan contempla unas ayudas de 80 euros a un máximo de 60.000 conductores por sustituir las cuatro ruedas de su vehículo; no obstante, la mayor parte de los beneficiarios deberá tributar esta ayuda a un tipo marginal mínimo del 24%, equivalente a 19 euros por persona.
Esta situación es indudablemente un freno a los objetivos de las ayudas, puesto que se da un dinero al ciudadano que en parte se le va a exigir luego de vuelta.
Los Técnicos de Hacienda por su parte, solicitan al Gobierno que aplique una exención fiscal que permita conservar el importe íntegro de las ayudas recibidas, ya que esta tributación puede ejercer un efecto psicológico disuasorio y frenar no sólo la renovación de cubiertas, sino también los objetivos últimos de reducción de consumo de carburante y emisiones contaminantes.
Tenemos que recordar que una situación similar se produjo con el Plan 2000E para la compra de nuevos vehículos, cuyas ayudas, que estuvieron vigentes un año, generaron a la Hacienda Pública una recaudación adicional del IRPF cercana a los 77,2 millones de euros.
En este tipo de campañas del Gobierno de renovación de vehículos o de algunos de sus componentes, como es el caso de los neumáticos, se debería avisar a los posibles beneficiarios de que esas ayudas, tributan un porcentaje en el IRPF, ya que algunos pueden encontrarse con la desagradable sorpresa de tener que pagar a Hacienda cantidades que no habían previsto. Y es que, como dice el refrán, “el que hace la ley hace la trampa”, y en este caso la trampa la ha hecho el iluminado Ministro de Industria.