El Gran Canaria Arena silencia a los cerdos independentistas que entonaban gritos contra España
Quedaban cinco minutos para el descanso del partido entre el Baskonia y el Barcelona cuando los seguidores del club azulgrana entonaron un grito clásico del Palau a favor de la independencia catalana y contra España. Una proclama que fue mayoritariamente pitada por el resto de público presente en el Gran Canaria Arena.
Se produjo entonces un enfrentamiento dialéctico entre unos y otros. Cantos a favor de la unidad de España que resonaban por encima del grito de “independencia”. Pitos y coros que terminaron con un “Yo soy español, español, español” que acabó con cualquier tipo de polémica.
Ya ocurrió hace tres años, cuando los tímidos pitos al himno nacional durante la final fueron acallados por la mayoría del público presente. Una vez más, los canarios han demostrado su orgullo por ser españoles.
Felicitar a los campeones cobardes como nos gusta ganar la Copa del Preparao y si es contra el Real Madrid ya es el no va más..,
Hombre no son cerdos son personas que tienen otras ideas políticas y otro sentimiento de pertenencia…
Tienes razón, no son cerdos, sino ratas de cloaca hijos de puta. Si se han desplazado hasta Gran Canaria para animar al Farsa, que animen al Farsa, no a provocar esputanto insultos contra España.
No me apetece lo más mínimo ser marroquí. Y aviso, el denominado “gobierno” español. Esa cosa que preside un percebe de Pontevedra, que sólo vale para expoliar las carteras de los súbditos. Mira a otro lado ante la creciente “melillización” de las islas Canarias. Consintiendo la colonización gradual y silenciosa por el vecino de enfrente. Antes de 20 años, como siga así, Marruecos tendrá suficiente población instalada, como para reclamar a la ONU abrir “un proceso de descolonización”. En París, Berlín, Washington, Moscú o Pekín, miran el mapa y podrían apoyar la “legitimidad” marroquí.
Gibraltar español que miren el mapa
Pese a estar alejados, los canarios tienen claro quienes y qué son ¡Bien por ellos!
A Dios gracias, don Gerardo, tenemos muy clara nuestra identidad