El obispo Munilla celebra la victoria de Djokovic frente a Alcaraz: “Ha ganado quien debía de ganar para dar gloria a Dios”
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha provocado una intensa polémica al celebrar la victoria del tenista serbio Novak Djokovic sobre el español Carlos Alcaraz en los Juegos Olímpicos de París 2024, considerándola una «reparación» por lo que él califica como un acto de blasfemia ocurrido en la ceremonia inaugural del evento. Munilla ha expresado su postura a través de la red social X (anteriormente Twitter), donde destaca que aunque hubiese preferido que venciera Alcaraz, «ha ganado quien debía de ganar para dar gloria a Dios y hacer el acto de reparación por la blasfemia acontecida en la ceremonia inaugural olímpica».
El comentario de Munilla se produce bajo un contexto de tensión entre sectores católicos y los organizadores de los Juegos Olímpicos. La ceremonia inaugural ha sido fuertemente criticada por diversas figuras de la Iglesia Católica debido a la inclusión de una representación que, según los críticos, caricaturiza la pintura de La Última Cena de Leonardo da Vinci, utilizando drag queens en un banquete encabezado por un actor que personificaba al dios griego Dioniso. La actuación fue vista por muchos como una afrenta directa al cristianismo.
La Conferencia Episcopal de Francia (CEF) fue una de las primeras instituciones en alzar la voz, emitiendo un comunicado en el que lamentó profundamente las «escenas de escarnio y burla del cristianismo» presentes en la ceremonia.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) también se sumó a las críticas, afirmando que «la celebración olímpica va mucho más allá de los prejuicios ideológicos de algunos artistas» y expresó su solidaridad con los cristianos de todo el mundo que se sintieron ofendidos por la representación.
El tuit de Munilla sobre la victoria del tenista serbio no es un comentario aislado. Días antes, el obispo ya había condenado enérgicamente la ceremonia en otro hilo de mensajes en el que calificó el espectáculo de «blasfemo y deplorable», señalando que era un reflejo de la «decadencia woke» que, según él, está dominando la cultura occidental. En ese mismo mensaje, el obispo advirtió sobre el «suicidio espiritual y físico» de Occidente, contrastando este hecho con el avance del islamismo fundamentalista, que, en su opinión, «se frota las manos» al ver este contexto.
La ceremonia de apertura, dirigida por el dramaturgo francés Thomas Jolly, ha sido defendida por sus organizadores como «un homenaje a la diversidad y la tolerancia». Anne Descamps, directora de Comunicación de los Juegos Olímpicos de París, pidió disculpas por cualquier ofensa causada, pero aclaró que «nunca hubo intención de mostrar falta de respeto a ningún grupo religioso». No obstante, el perdón no ha aplacado las críticas y más de 140.000 personas han firmado ya una petición organizada por Abogados Cristianos, exigiendo sanciones ejemplares contra los organizadores por lo que consideran una burla a la fe cristiana.
El caso del obispo Munilla es solo una parte de la reacción más amplia de la Iglesia Católica y otros grupos cristianos frente a lo ocurrido en la ceremonia. Monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile, lamentó en X la «parodia grotesca de lo más sagrado que tenemos los católicos», mientras que Monseñor Santiago Olivera, obispo castrense de Argentina, calificó el espectáculo de «blasfemo y repudiable».
Las palabras de estos líderes reflejan un sentimiento compartido por muchos fieles, que perciben la actuación en los Juegos Olímpicos como un ataque directo a sus creencias.
Tras la blasfemia de París Novak Djokovic mostró su crucifijo ante las cámaras aún a riesgo de ser anulada su participación. ¿Qué hizo Alcaraz? ¿Qué hizo Nadal? pues eso.
Me uno a D. José Munilla.
Fue el Triunfo de la Fe.
España ante todo, pero Cristo delante, siempre.
El señor Djokovic ha demostrado en diversas ocasiones su coherencia, su educación, criterio y sabiduría; además de su gran valía humana y deportiva.
Es un hombre de admirable procedente de una nación atacada y desmembrada por las fuerzas globalistas en aras de evitar que un país europeo, con valores patrióticos y cristianos pudiese prosperar como un ejemplo en Europa.
Todos debemos admirar lo que este señor representa.
Muy de acuerdo. Lo mejor habría sido no participar en esos juegos de Satanás. Me gustan Nadal y Alcaraz, pero prefiero a Djokovic.
Djokovic es un valiente.
Le admiro.
Menudo patriota de pacotilla
Prefiere que gane un extranjero a un Español
Con sus declaraciones mucha gente criticara no a él sino a la Iglesia Católica
Nota del administrador: Tu mensaje es bastante torrentiano, más propio de la derechona de carajillo. La identidad antes que la patria, que todavía no te has enterado.
La patria es la identidad además la tierra donde reposan nuestros antepasados.
España no será España cuando esté poblada por personas que no son descendientes de nuestros antepasados seculares.
La patria son las personas con nuestra sangre, el territorio y los valores ancestrales.
Djokovic, sus valores y la historia de su patria atacada son el más claro ejemplo a seguir por todos los españoles cristianos que deseamos preservar la unidad de España y lo mejor para los que vendrán después.
Identidad es condición sine qua non para que exista patria. La identidad española es cristiana y católica, y es el pilar fundamental y fundacional de nuestra nación.
Saludos y Buenas tardes.