Dictadura sanitaria: el sistema y los gobiernos contra las medicinas complementarias
Por Magdalena del Amo.- Sanar como sea el cuerpo y el alma debería ser un objetivo prioritario y universal, pero no es así. Los intereses del sistema son otros, y están a años luz de las necesidades y preferencias de los ciudadanos de pensamiento libre y capacidad de elección. Es por esto que, de manera periódica, los políticos de turno asaltan nuestra libertad con prohibiciones surrealistas para que nadie se salga del marco de la oficialidad, demonizando cualquier método de curación que no sean los fármacos y cirugías oficiales. Su objetivo, aparte de cumplir fielmente con los dictámenes de los “expertos” comerciantes de las altas cúpulas, léase la OMS, al servicio de la industria farmacéutica, es confundir y amedrentar a los ciudadanos, y que nadie ose salirse del marco oficial.
El Ministerio de Sanidad y Ciencia, que en este momento representa Mónica García ha vuelto a las andadas iniciando una nueva persecución contra algunas terapias que, si bien no están admitidas por la sanidad oficial, sí funcionan en otros países y son recomendadas por médicos y terapeutas independientes.
En la nota de prensa del ministerio citan la web RedETS y #CoNprueba, una suerte de chiringuitos virtuales de alguaciles adoctrinadores, donde supuestamente analizan las medicinas no oficiales y dan cuenta de las diferentes acciones contra este tipo de terapias, a las que me niego a llamar seudociencias. Curiosamente ¡y fatalmente!, quienes realizan las investigaciones suelen desconocer el funcionamiento y eficacia de la terapia que investigan. Pongamos como ejemplo, la homeopatía, el reiki o la Nueva Medicina Germánica.
Afortunadamente, cada vez es mayor el número de profesionales de la salud que abogan más firmemente por la medicina integrativa que, como el término indica, debe englobar todo aquello que sirva para curar o para mantener la salud o, simplemente, ser más felices y estar más equilibrados, que no es poco. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que se vienen realizando en las dos últimas décadas, el abrazo final entre las distintas formas alternativas/complementarias de sanación aún no está cerca. Y visto el desarrollo de las directrices sanitarias globales, es como para perder cualquier esperanza.
Para ello habría que salvar varios obstáculos. Dejando a un lado, el fin de control de la humanidad, habría que destacar el dogmatismo, el desconocimiento por parte de los negadores, y los intereses económicos.
La ciencia es dogmática, lo cual es una contradictio in terminis. Al considerarse siempre en posesión de la verdad, sus pasos son renqueantes y avanza a trompicones. Es tan reacia a modificar sus postulados que no duda en vilipendiar, arrinconar –y cosas peores que no pronunciaremos— a quien ose salirse de los raíles de la oficialidad. Hay ejemplos para escribir varios tomos, y ni siquiera tendríamos que citar a Galileo o a Servet. El desconocimiento por parte de los negadores es consecuencia del dogmatismo. Modernamente, muchos científicos de diferentes disciplinas han sido apartados de sus carreras por discrepar de la teoría establecida como válida. En medicina, ahí tenemos el ejemplo del doctor Hamer, fundador de la Nueva medicina germánica, que tantos médicos están aplicando en la actualidad, fallecido en 2017, tras ser perseguido inmisericordemente y desposeído de su licencia para ejercer. ¡Por atreverse a decir que el cáncer era causado por un suceso traumático no esperado, y que podía curarse! Otra víctima del estáblisment científico es el doctor Wakefield, por haber sacado a la palestra el tema del autismo y su relación con la vacuna triple vírica.
Sea debido al dogmatismo, al desconocimiento, o a intereses de los sistemas sanitarios o, más en concreto, de la llamada Big Pharma, lo cierto es que a las medicinas no oficiales se las está atacando desde diferentes frentes. Como siempre, los medios de comunicación, tan dados al servilismo de lo oficial, se encuentran como pez en el agua contribuyendo a la confusión.
Periódicamente, suelen poner en la picota a la homeopatía; no porque nieguen su eficacia –aunque nunca faltan los detractores aprovechados—, sino por alguna razón administrativa o burocráticas relacionada con el registro de productos que han suspendido hasta la aprobación definitiva, según la ley comunitaria. Sin embargo, esto es aprovechado por los detractores de la homeopatía para interpretar y manipular a su antojo con titulares engañosos, y quienes desconocen todo acerca de este recurso tan valioso, aprovechan la coyuntura para despotricar con el atrevimiento de la ignorancia. Porque, por muy licenciados que sean en medicina, no conocen los fundamentos de la homeopatía y, por tanto, deberían abstenerse de opinar. Y lo mismo podríamos decir sobre la acupuntura, la auriculoterapia, la kinebiomagnética, las flores de Bach, las sales de Schüssler, la aromaterapia, los aceites esenciales, la terapia craneosacral y prenatal, la reflexología, el reiki, y otras herramientas de apoyo a la psicología, como la sanación de emociones de la infancia y el periodo prenatal, la terapia transgeneracional o las denostadas constelaciones familiares –negadas por la psicología académica— y otros recursos que, en la actualidad, se están empleando con grandes éxitos.
Comprendo que de algunas de estas terapias solo podemos decir que FUNCIONAN, pero nada más. Porque estamos muy lejos de conocer los grandes secretos del funcionamiento del universo, tanto del macrocosmos como del microcosmos, aunque algo sí hemos constatado: “Como es arriba es abajo”, el viejo, aunque atemporal principio de la Tabla Esmeraldina, está más presente que nunca en esta era de la mecánica cuántica.
Volviendo a la homeopatía, esta disciplina está sufriendo los embates de asociaciones de médicos y otros detractores. Está claro que, suponiendo que no haya una mala intención manifiesta, hablan desde el desconocimiento. Ignoran todo lo referente a la memoria del agua, a la vibración y a otros matices del funcionamiento de los ladrillos sutiles de la materia.
La demostración científica de la eficacia de la homeopatía nos llegó de la mano de la doctora en Ciencias genómicas y especialista en proteómica, Niurka Meneses, que pudo comprobarlo, según sus propias palabras “tras realizar el primer análisis proteómico conocido, del impacto de un medicamente homeopático en células de carcinoma de pulmón y comprobar in vitro que genera y activa proteínas reparadoras”. Asegura la doctora Meneses que los especialistas que realizaron el trabajo, que demuestra la eficacia del efecto homeopático en células cancerosas de pulmón, no creían en la homeopatía. Esto complementa las investigaciones del doctor y Premio Nobel, Luc Montagnier, según las cuales “el agua tiene capacidad para recibir, almacenar y actuar como transmisor de señales electromagnéticas procedentes del ADN de bacterias y virus por lo que, como ya afirmaba el doctor Jacques Benveniste, tiene memoria” [1].
En Estados Unidos se incluye el reiki como medicina complementaria. La incorporación se debe a la información elaborada por el Centro Nacional para medicina complementaria o alternativa (NCCAM, por sus siglas en inglés). Entre sus beneficios incluyen que “el reiki reduce el dolor, la ansiedad, la tensión muscular, acelera de cicatrización y proporciona bienestar. Es beneficioso durante la enfermedad, después de las intervenciones, en el pre y postoperatorio, así como para potenciar el estado de salud”. Añade el informe que no es una religión, por lo cual no importan las creencias religiosas del paciente, que este no necesita creer en el reiki y que la técnica funciona independientemente de las opiniones de la persona que lo recibe. Conocido esto, no es de extrañar que en más de 800 hospitales de Estados Unidos ofrezcan esta terapia a sus pacientes. Incluso, en varios centros, esta técnica se enseña a médicos y personal sanitario, por ejemplo, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, y en varios hospitales lo incluyen en la formación de los residentes, como en el Hospital Hartford.
En España, sin embargo, vamos hacia atrás. Hace unos años se ofrecía reiki en varios hospitales de Madrid, entre ellos el Gregorio Marañón, pero, a pesar de los beneficios, fue retirado debido a presiones de la medicina inmovilista y conservadora.
Aunque de la OMS no podemos fiarnos, hay que decir que en el 2019 incluyó síndromes de la medicina tradicional china (MTC), que ya aparecen en el CIE-11 (clasificación internacional de enfermedades). De ello se hizo eco la revista Nature y explica el camino andado hasta esta meta, tan importante como aporte a la medicina occidental. Este paso de gigante se lo debemos al que fuera asesor de medicina para la oficina de la OMS en la sede de Manila, Choi Seung-hoon, quien, partiendo del conocimiento milenario de la medicina tradicional china, “se marcó como objetivo homogeneizar las diferentes variantes de la medicina oriental, sentando las bases de una nomenclatura común”. Resalta Nature, como ejemplo, el “meridiano del triple recalentador” [2]. ¡De desmayo para uno de nuestros médicos alopáticos! La medicina occidental no tiene en cuenta la energía (el chi o qi) porque es algo que desconoce. Cree que los meridianos y los chakras son cosas de chamanes y gente rara no ilustrada. ¡Qué confundidos están! Por eso es necesario explicar, aportar y unificar. Ardua tarea, pero el primer paso ya está dado. ¿Servirá para algo? ¿Formará parte la medicina china de nuestros hospitales? Para Choi, “este avance cambiará la medicina a nivel mundial”. Sin embargo, no somos nada optimistas a este respecto.
En el CIE 11 aparecen más de tres mil términos que –en teoría— los médicos occidentales deberán aprender, sobre cosas que ni siquiera saben que existen o que pueden tener relación con la enfermedad. Pone como ejemplo el artículo de Nature el concepto “estancamiento del chi de hígado” o “deficiencia del chi de bazo”. Es nomenclatura nueva, otra cultura, otra forma de medicina, pero el ser humano que enferma es el mismo, con idénticos meridianos y chakras. Como era de esperar, esta iniciativa no fue bien recibida por los inmovilistas de la medicina oficial, a pesar de que los tratamientos son más naturales y mucho menos agresivos y costosos. Temen, además, que no vengan avalados por resultados científicos de rigor. Hay que decir que no se trataría de sustituir, sino de complementar y, en cualquier caso, de informar y permitir que el paciente elija cómo quiere ser sanado. Otra cosa es la postura de la Big Pharma, movida por intereses económicos, más que por salvar vidas o promover la salud.
Antes de terminar, quiero hacer una última crítica a los guardianes de la salud pública. Los acuso de ejercer un paternalismo cuasi totalitario y de tratar a los usuarios como a tontos sin discernimiento. Si en función del uso de nuestra libertad de elección, optamos por las medicinas complementarias, se supone que lo hacemos libremente; nadie nos obliga. Y si nos equivocamos, es nuestra responsabilidad. Para algo está el consentimiento informado.
NOTAS:
1 https://www.dsalud.com/reportaje/demostrada-cientificamente-como-funciona-la-homeopatia/
2 https://www.nature.com/articles/d41586-018-06782-7
*Psicóloga, periodista y escritora
La medicina que mata. La que se centra en los síntomas en vez de ahondar en la raíz del problema. Te “curan” el cáncer cortando el tumor en vez de buscar las causas de ese tumor y te quita el dolor de cabeza sin buscar el orígen de ese dolor. Y lo que es peor: Aprueban experimentos como la “vacuna” del COVID sólo porque a unos oligarcas multimillonarios se les ha antojado experimentar con nosotros no se qué cosa…
Menuda cartera de sobornos tiene la Mafia/Farmaceutica,vende polvos quimicos a precio de oro.Y una parte importante, de ese inmenso beneficio crea pesebres e intereses,estomagos agradecidos.
No enferma un organo, enferma el ser humano, hay que huir de la medicina de las píldoras mágicas que curan los síntomas pero no va. a la raíz del mal que lo produce. la medicina germaniza tiene cosas buenas y otras medianas también. es terrible el dogmatismo oficial de la llamada ciencia oficial manejada por lobbys farmacéuticos políticos etc….. fabrican las enfermedades y las pastillas al mismo tiempo y les encantan las enfermedades crónicas.
La historia de cómo John D Rockefeller prohibió la medicina natural en el mundo occidental y creó la industria farmacéutica. https://ramblalibre.com/2024/04/16/la-perversion-de-la-medicina-en-asesina-por-rockefeller/
Bueno, si solo fuese ese el problema, que no es poco acabar con la medicina homeopatía, como una alternativa, no. He visto un video curioso e inquietante: EL FIN DE LA HUMANIDAD – Planificado Por Los Líderes Mundiales. La cosa va de que ” Los líderes mundiales están promoviendo la sustitución de la raza humana por robots e IA. También están implantando un sistema de vigilancia asfixiante en todo el mundo, que registrará hasta el más mínimo detalle de tu vida, incluso lo que piensas y sientes. “. Yo me enteré por el blog de verdadypaciencia.com. Dejo un link directo… Leer más »
Al Poder Real les interesa que que la Poblacion sea reducida, tontorrona, debil , enferma…., a partir de esto se puede entender el porque de ciertas cosas como las VCNs, Chemtrails, Fluorizar el Agua , Pesticidas, Transgenicos, Farmacos Hipertoxicos, Estabilizantes Quimicos, Comida y Bebidas ultraprocesadas, Microondas….
Muy interesante la perspectiva del gran Rudolf Steiner al respecto de la Salud y la Enfermedad, Victor Bott hizo un excelente compendio al respecto en un libro del que adjunto link por si alguno le interesa,
https://www.casadellibro.com/libro-medicina-antroposofica-una-ampliacion-del-arte-de-curar/9788476271643/1808106