Unión Europea: La inflación del euro alcanza el 9,1% y los salarios reales cayeron un 6,5% en el último año
Los precios minoristas de agosto subieron un 0,5% en la zona euro, la inflación llegó al nivel más drástico de las últimas décadas y los salarios reales enfrentan una violenta caída interanual.
La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) anunció que los precios minoristas correspondientes al mes de agosto tuvieron un aumento del 0,5% en comparación al mes anterior. La inflación interanual alcanzó el 9,1% contra el mismo mes del año pasado, y es la cifra más alta de la historia desde la adopción del Euro.
La inflación subyacente, sin contabilizar los precios de la energía y los alimentos, volvió a acelerarse y alcanzó el 4,3% interanual en el mes de agosto. Nuevamente, es la cifra más extrema de la cual se tenga algún registro desde la creación del Euro en diciembre de 1998.
Los salarios reales sufrieron una violenta retracción en su poder de compra de bienes y servicios. El salario real promedio para la totalidad de la zona Euro registró una caída del 6,5% interanual al cierre del mes de agosto. Del mismo modo que los elevados niveles de inflación, es la primera vez desde 1998 en que se registra una caída semejante en el poder adquisitivo de los salarios europeos.
Austria registró una caída salarial del 5,9% en términos reales y en comparación a agosto del 2021, Alemania alcanzó un 6,7%, Holanda e Italia tuvieron un derrumbe del 7,5%, y en España la erosión salarial llegó al 8,1%.
El Índice de confianza de los consumidores alcanzó un rojo de 24,9 puntos básicos en el mes de agosto, después de haber obtenido un piso en torno a los -27 puntos en julio. Este indicador intenta captar las expectativas de los consumidores acerca de la evolución general de la actividad económica, y sus intenciones para realizar compras en el futuro.
El Banco Central Europeo (BCE) no reaccionó a los peligrosos datos proporcionados por las autoridades oficiales. La tasa de política monetaria a corto plazo continúa apostada en el 0,5% anual, después de haber sido fijada en el 0% desde 2016.
Las tasas pautadas por la autoridad monetaria dan cuneta de un profundo desnivel contra la inflación. Los intereses reales cayeron dentro del terreno negativo, impulsando así una penalización sistemática contra la generación de ahorro, inversión y crecimiento.
El bajo desempeño de la actividad industrial en agosto, a partir de la caída del Índice PMI, empeoró notoriamente las expectativas de crecimiento según las firmas S&P Global Market Intelligence, Moodys y Capital Economics.
El riesgo de una eventual recesión para la Unión Europea aumenta considerablemente, y de confirmarse este pronóstico se entraría en un escenario de estanflación por primera vez desde la década de 1970.