El régimen comunista chino sigue construyendo castillos en el aire mientras su economía se desploma
Romina García.- Desde julio la economía de China se desaceleró, la actividad industrial y comercial están en el peor momento, debido a la política cero covid, implementadas por el Partido Comunista chino (PCCh) que ha restringido a las grandes ciudades comerciales y la crisis inmobiliaria parece empujar todo intentó de rescate hacia abajo.
La producción industrial del país asiático bajó en julio a 3,8%, en relación con el mes de junio de 3,9%, según la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS).
La actividad comercial está por debajo de las previsiones de crecimiento del 5 % y del 3,1 % observado en junio. Las acciones chinas cayeron y el yuan se debilitó.
“Los datos de julio sugieren que la recuperación posterior al confinamiento perdió fuerza cuando el impulso único de la reapertura se desvaneció y los boicots hipotecarios desencadenaron un deterioro renovado en el sector inmobiliario”, dijo Julian Evans-Pritchard, economista.
Las nuevas restricciones de la campaña cero covid obstaculizan aún más la economía
El 17 de agosto, el PCCh cerró varias ciudades chinas, de este a oeste, con la política cero covid, ante un supuesto aumento de casos, lo que incrementó aún más la recesión.
Los cierres de las empresas e industrias han detenido incluso los ingresos normales y el consumo.
La exportación y fabricación del distrito de Yiwu, se ha visto también perjudicado, con 1,9 millones de sus habitantes en confinamiento, el centro exportador dijo que realizaría tres días de “gestión silenciosa”.
En la región occidental china de Xinjiang, tres ciudades en el área de Aksu después de semanas de confinamiento, permitieron a los empleados únicamente salir de sus hogares para ir a trabajar, pero restringiendo cualquier otra actividad normal.
Mientras que en varios distritos de la capital de Xinjiang, como Urumqi, estarán cerrados por cinco días.
Los puntos turísticos de Hainan y el Tíbet continúan cerrados y sin movimiento comercial alguno.
22 ciudades están actualmente bloqueadas total o parcialmente, lo que representa el 8,8% del PIB, paralizado, de acuerdo a Nomura, un grupo de expertos en la economía de China.
Y la crisis inmobiliaria incrementó el problema dañado gravemente la confianza de los consumidores y las empresas.
La inversión inmobiliaria cayó
El boicot hipotecario produjo mayor desconfianza en los inversores y el sector inmobiliario se paralizó en julio, cayendo un 12,3%, mientras que las ventas de nuevos inmuebles disminuyeron el 28,9%.
Como consecuencia el PBI se redujo a 4% a diferencia del 4,4% anterior, siendo un pronóstico más débil de lo esperado, pero que podría mejorar dependiendo de las exportaciones, según Nie Wen, economista de Hwabao Trust con sede en Shanghái.
El Banco Central Popular de China baja las tasa de interés de los préstamos
En un intento desesperado de reactivar la economía, el Banco Central Popular de China (PBOC) bajó las tasas de interés de las líneas de crédito clave por segunda vez este año.
El objetivo de este recorte es estimular el crédito a través de préstamos con una baja tasa de interés.
Según cifras oficiales, en julio, la adquisición de préstamos en yuanes habían disminuido por el miedo de los consumidores a endeudarse entre tanta incertidumbre económica.
Esta estrategia del PCCh, para algunos expertos, es arriesgada porque reducir las tasas de interés podría hacer que el capital escape hacia otros mercados.
“La liquidez se está acumulando en el mercado interbancario e incluso existe el riesgo de que el dinero se desvíe de la economía real hacia los mercados”, dijo Ming Ming, economista jefe de Citic Securities Co.
Y agregó: “La política monetaria debe monitorear mejor los cambios en el mercado. Apalancar y presionar para que el dinero fluya hacia la economía real”.
En este contexto, el PCCh ha intentado persuadir a los bancos para que aumenten sus préstamos, especialmente a sectores específicos como las pequeñas empresas.
Sin embargo, los bancos se encuentran reacios a prestar, después de que los clientes se negaran a pagar sus hipotecas y la economía entrará en recesión.
Por esta razón, el PCCh tuvo que asignar a los bancos un total de 1,1 billones de yuanes (163 mil millones de dólares) para que los bancos reactiven la economía y puedan financiar proyectos de infraestructura.
Los últimos datos mostraron grandes caídas en la demanda de hipotecas y la renuencia de las empresas y los individuos a expandir la inversión de las empresas y de sus hogares.
El primer ministro chino, Li Keqiang, en medio de un panorama sombrío para lo que queda del año, instó a los gobiernos locales a fomentar el empleo y la inversión.
“Actualmente, nos encontramos en el punto más difícil de la estabilidad económica”, dijo Li en la reunión, en Shenzhen, el centro tecnológico del país.
“Debemos cimentar la recuperación económica con un sentido de urgencia, ya que el tiempo no espera a nadie”, agregó.
Además, se refirió a las 6 provincias, Guangdong, Jiangsu, Shandong, Zhejiang, Henan y Sichuan, que representan el 45% del PIB de China y el 40% del empleo del país.
Las seis provincias son los “pilares” del crecimiento económico de China y deben “tomar la iniciativa con valentía y desempeñar un papel clave en la estabilización de la economía”, dijo Li a los funcionarios.
El discurso de Li se produjo días después que los funcionarios de Sichuan, un importante centro de extracción de litio y fabricación de productos electrónicos, ordenaron el cierre de fábricas en toda la provincia durante una semana para mantener el suministro de energía.
La peor ola de calor ha paralizado la actividad industrial
China está sufriendo la peor ola de calor en seis décadas, generando crisis energética y forzando a industrias, fábricas y a centros comerciales a cerrar.
Por ejemplo, la provincia de Sichuan desde hace dos meses sufre el calor extremo, con temperaturas de más de 40 °C (104 °F), seguida de una fuerte sequía, perjudicando la agricultura y la ganadería, y obligado a cerrar fábricas, industrias y grandes centros comerciales para garantizar el suministro de electricidad a los hogares.
La falta de energía también se ha extendido a varias empresas en la extensa región de Chongqing, que limita con Sichuan, que tuvieron que suspender su producción.
El contexto de China no es nada alentador, la recuperación del gigante asiático se torna cada vez más difícil porque nadie tiene deseos de invertir en un país que a la vista se está hundiendo en decisiones caprichosas del PCCh, sin considerar las consecuencias.
Si China está en declive como dice la articulista (que por supuesto es así hasta cierto punto) ¿cómo estará el resto del planeta?.
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