Atrocidad e impunidad
La gente se acostumbra a todo, es increíble, ¡pero es un hecho! Durante estos 40 días de guerra, los ucranianos se acostumbraron a agarrar a sus hijos y documentos cinco o seis veces al día y correr al refugio antiaéreo a la primera señal de ataque aéreo. Y estamos hablando de los que no tienen batallas callejeras justo en sus ciudades o de los que no se encontraron en las zonas de ocupación rusa. Sus vidas son aún más duras y peligrosas.
No todos aún son conscientes de la escala real de la tragedia en curso. Es como si en España cayeran bombas y cohetes en todas las ciudades a la vez: en Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Bilbao… ¿Lo imaginas? ¿Cómo te parece esta imagen de la realidad cotidiana de hoy en Ucrania? Solo los historiadores podrán evaluar verdaderamente el grado de todo lo que está sucediendo, hoy los ucranianos no tienen tiempo para este análisis, su única tarea es evitar que la tiranía y el totalitarismo que ahora prevalecen en Rusia lleguen a su tierra de nuevo como ya sucedió en la historia siglos atrás.
¿Y en el Occidente? Aquí también están cansados de la guerra, pero más bien de las noticias de la guerra. ¡Oh, si! Han subido precios de gasolina en una gasolinera y el aceite de girasol en un supermercado. ¿Qué molesto, verdad? Y en este mismo momento, cuando los sentidos de un europeo se apagaron en su propia rutina, cuando las imágenes de las noticias con los arruinados en los terrenos Mariupol, Chernigov, Jarkov, las ciudades con más de mil años de historia, ya habían dejado de impresionar, los acontecimientos de Bucha e Irpin de repente golpeó al hipnotizado europeo como una descarga eléctrica, sacándolo de un estado de sueño letárgico. ¿Y cuántas de las historias parecidas a las de la ciudad de Bucha conoceremos después del final de la guerra? ¡¡¡Cientos!!! ¡No hay ninguna duda de ello! ¿O a alguien le parece que la humanidad ha crecido espiritualmente a lo largo de los siglos? Me apresuro a desilusionarte. No, desafortunadamente, no hay mínima razón para creerlo. Fascinados por el progreso tecnológico, la gente no se preocupa de la educación y el ennoblecimiento del alma. Para la persona de hoy es una prioridad mucho menor que la de los antiguos griegos. ¡Lamentablemente, no veremos menos crueldad y brutalidad en esta guerra que en las anteriores!
En Europa del Este, la crueldad y la venganza de los rusos es bien conocida: allí uno recuerda Praga y Budapest empapadas de sangre, que una vez se atrevieron a resistir al oso ruso. Pero esta vez, el enemigo es claramente demasiado duro para el oso, lo que, al parecer, explica la atrocidad especial demostrada por los rusos en las ciudades de Bucha e Irpen, que las hordas de Putin se vieron obligadas a abandonar bajo el ataque de las tropas ucranianas.
Los rusos confían en que sus crímenes quedarán impunes. El 20 por ciento del territorio de Georgia, ocupado por los rusos en 2008, permanece bajo su control, la parte de Moldavia que fue arrancada por el Kremlin en 1990, llamada Transnistria, también está bajo su control. Y el esquema es el mismo en todas partes: celebrar los llamados “referéndums” y establecer un régimen títere dependiente de Moscú. Es posible que la noticia aún no se haya transmitido en los canales de televisión occidentales, pero los rusos ya estaban tratando de organizar administraciones locales prorrusas en Jerson y Melitopol. Al no haber tenido tiempo de establecerse realmente todavía, ¡ya están intentando introducir su propia moneda en los territorios de Ucrania ocupados solo hace un mes!
¿No es el colmo de la confianza enfermiza en uno mismo? ¡No! ¡Aquellos que conocen su mentalidad no se sorprenderán por ello, ni por sus atrocidades, ni por sus saqueos, ni por su cinismo!
Los acontecimientos de Bucha despertaron a Occidente. De repente se dio cuenta de que era un patrocinador indirecto de la agresión rusa. Al fin, según Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y política de seguridad, desde el comienzo de la guerra, la UE ha transferido 35.000 millones de euros a Rusia por recursos energéticos. ¡Es casi mil millones de euros al día! ¡No es necesario ser un genio de la lógica para adivinar que una gran parte de este dinero se destina a hacer la guerra contra Ucrania! Parece que los líderes de alto rango de Occidente ya son conscientes por fin de que son los patrocinadores de la maquinaria militar de Putin. ¡Y su dependencia de los recursos energéticos rusos es la razón de la malsana confianza en sí mismo del Kremlin, de lo que puede salirse con lo suyo siempre! Entonces, cuántos eventos como los de Bucha tendrán lugar más también depende de aquellos que apoyan económicamente el régimen de Moscú. “La humanidad misma fue asesinada en Bucha”, dijo la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. ¿No es hora de dejar de financiar al Kremlin y no solo hacer declaraciones? ¿Veremos pasos reales en este camino? Finalmente, exactamente de esto depende cuántos cohetes y bombas seguirán cayendo sobre las ciudades ucranianas y de cuántas tragedias más como en Bucha seremos testigos.
Muito bem colocado miito bem escrito. Sim tudo muito triste e imaginável.