Un trabajador de Ikea pronostica el caos que se avecina en las tiendas de todo el mundo
M. J. Arias*.- Los problemas de suministro no son exclusivos de Reino Unido. Allí simplemente han ido más rápido por la combinación de Brexit más pandemia del coronavirus. La cadena de suministros global se ha visto afectada por un largo periodo de baja actividad, bloqueos y restricciones que se están notando en muchos sectores tras reactivarse la demanda.
Uno de esos sectores afectados, muy concreto, es de los productos de Ikea. Así lo ha contado un trabajador de la compañía con el que ha hablado Insider y que cuenta cómo esos problemas de stock generan tensiones con los clientes al tiempo de que avisa, como han hecho muchos expertos antes, de que lo peor está aún por venir.
Las relaciones con los clientes se complican
Este trabajador anónimo pero verificado por el citado medio y con el que ha hablado la periodista freelance Elle Hardy narra su experiencia a pie de tienda y cómo la relación con los clientes se ha roto en los últimos tiempos. Bastante pesimista sobre la posibilidad de recomponerla, cuenta más de un encontronazo con personas que se enfadan “cuando las cosas no están en stock” y lo pagan con quiene está delante. En este caso, el trabajador de Ikea. Un dependiente que señala el hecho de que esas personas no son conscientes de que la cosa va a ir a peor.
“En este momento, el bloqueo de la cadena de suministro es una verdadera lucha. Algunos clientes son comprensivos, pero los que no se hacen notar. Hace poco vino alguien que dijo que la razón por la que no teníamos nada en stock era porque nuestra empresa es socialista. Otro cliente me dijo que no estábamos prestando atención a nuestros niveles de existencias, por lo que es culpa nuestra”, comenta.
Pero lo que más le preocupa a este trabajador es la incapacidad de algunos clientes para ver el problema real y es que “no va a mejorar”. El resumen de lo que ha pasado en Ikea y que sería extrapolable a otros muchos negocios es que “estos problemas se han ido acumulando lentamente desde que reabrimos después del cierre. Nuestras acciones se vendían más rápido de lo previsto, luego, finalmente, los problemas de la cadena de suministro se afianzaron y nunca nos pusimos al día por completo”.
Para este trabajador, que sufre en primera persona las quejas de quienes no consiguen lo que quieren en el momento, una parte de culpa de esa reacción la tiene “la cultura de la gratificación instantánea”, que, desde su punto de vista “echa a perder a la gente”.
*Yahoo