Las otras caras de Álvaro Pinazo: montar el lío en “First Dates” o colarse en una cena de gala de la jet set marbellí
A medida que avanzan las horas crece la estupefacción ante la falta de respuesta de Vox Málaga al acoso sexual sufrido por una joven vinculada al partido por parte del pervertido Álvaro Pinazo, a quien la Gestora manejada en la sombra por la diputada Patricia Rueda asignó un puesto de confianza dentro de la sede.
La inverosimilitud de la situación ha provocado al mismo tiempo que muchos se pregunten si Pinazo dispone de información sensible que afecte a miembros destacados del partido y que justificaría la insólita inacción de la dirección. De momento se le ha pedido que se ausente unos días de la sede hasta que pase el escándalo. Hasta donde hemos podido saber, la Gestora no tiene previsto expulsarlo del partido ni incoarle expediente disciplinario.
Entre tanto, vamos conociendo detalles de la naturaleza enferma y depravada del personaje. Tiene por afición acudir a la estación del AVE cada mañana y fotografiarse con famosos. Como en el proverbio mahometano, si el famoseo no acude a su encuentro, él acude a buscarlo. Eso hizo en una cena de gala en Marbella para recaudar fondos destinados a la lucha contra el cáncer. El precio por cubierto era de mil euros. A los hombres se les exigía ir vestidos de etiqueta y a las mujeres de largo. Nadie sabe cómo, pero logró entrar en el recinto y fotografiarse con algunas caras conocidas. Los servicios de seguridad detectaron su presencia y lo echaron. De manera infructuosa, un destacado militante de VOX Málaga que presenció los hechos, advirtió a un miembro de la Gestora sobre la “singularidad” del personaje que había sido nombrado dentro del personal de confianza del partido.
La querencia al farandulismo televisivo de Álvaro Pinazo le llevó hace meses a “First Dates”, un programa de Cuatro al que acude la gente en busca de pareja. No es la única persona ligada a Vox Málaga que ha aparecido en el citado espacio. Antes que él lo hizo la madre de Patricia Rueda, quien lamentó no haberse divorciado quince años antes.
“Soy muy de derechas y mis pasiones son el Málaga y España”, así se definía el personaje nada más aparecer por el restaurante de Carlos Sobera con una bandera de su equipo firmada por todos los integrantes de la plantilla.
También se apresuraron a sacar su lado friki, con todo un repertorio de insultos e ironías muy poco conseguidas. Un “maricona” y un “al cuarto oscuro” demuestran lo ingenioso que es el chico. Una joya.
Un fulano o fulana que va a esa bazofia de programas de casquería pseudoemocional, son SUBNIRMALES por definición y no es necesariamente mayor demostración.
Es más, quienes han aprobado y participan en la emisión de esa basura se les podría enjuiciar por corrupción social, vagos, maleantes, y perversión de las costumbres morales básicas.
Y es que la decadencia no encuentra límites en este estercolero.