El pulso inútil de la derecha rota: El hispanoecuatoguineano Garriga define al Gobierno de Sánchez como el de “un puñado de traidores”
El Congreso afronta hoy la quinta moción de censura de la democracia, esta vez impulsada por Vox contra Pedro Sánchez, hasta ahora el único presidente que alcanzó La Moncloa por esta vía extraordinaria. No obstante, es una maniobra fallida de antemano en la medida en que su objetivo, la destitución de Sánchez, no contará con votos suficientes. Desde esta premisa, falla también el cariz constructivo con el que las censuras fueron ideadas. Se trata de una operación -legítima- de desgaste al Gobierno, llamada a cubrir un espectro mediático que Vox necesita incrementar para significarse como partido relevante de oposición, y para reafirmar la contundencia de su discurso. Abascal pretende tomar la iniciativa política de confrontación directa con Sánchez en pleno rebrote de la pandemia, y con los españoles inmersos en una recesión sin fondo. Conocido así el resultado de antemano, y que Sánchez se verá reforzado por esa vocación endogámica de la izquierda a autoprotegerse cuando la derecha presiona, esta maniobra no será mucho más que una jugada táctica de Vox, cuyo criterio de oportunidad es discutible si no va a servir de nada. Sánchez es un pésimo presidente y su salida de La Moncloa debería ser una obligación nacional. Sin embargo, no será una moción útil para nadie salvo para Vox y, especialmente, para Sánchez y su acreditado afán de exhibicionismo político. Erigirse en víctima de una persecución ideológica de la derecha es su especialidad, y con eso combate la constante pérdida de credibilidad de su Gobierno.
La segunda derivada radica en la trampa tendida al PP como principal partido de la oposición, y en el pulso que la moción apunta a ser entre Casado y Abascal. En las últimas semanas se ha oído a dirigentes del PP reclamar el voto negativo, la abstención, e incluso el voto afirmativo. Eso demuestra que la incomodidad del PP es máxima para gestionar este episodio, y que la moción será estéril si a posteriori no actúa como un elemento aglutinador de la derecha para configurar una alternativa real a la insensatez de Sánchez. La fractura de la derecha es lo que alimenta a la izquierda y lo que castiga a España con un proyecto revisionista hacia un cambio de régimen. Vox logrará minutos de gloria, el PP encajará con críticas de parte de sus votantes cualquier decisión que adopte, y solo Sánchez disfrutará de un espectáculo que le garantizará larga vida en La Moncloa mientras PP y Vox no reaccionen de modo unitario y creíble. La abstención es el único camino razonable, toda vez que esta moción está ideada por Abascal sin un criterio colaborativo para reunificar a la derecha. En ningún caso está diseñada para sumar al PP, sino como un tic emocional contra la izquierda. Y eso no es suficiente.
Garriga define al Gobierno de Sánchez como el de «un puñado de traidores»
El diputado de Vox por Barcelona, Ignacio Garriga, de origen ecuatoguineano, ha asegurado esta mañana en el Congreso de los Diputados que la moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez es una «necesidad imperiosa» y ha atacado al Partido Popular por su «inacción» y su «actitud pasiva». A los populares también les ha dicho que «tienen una oportunidad histórica» para desalojar del poder a los que definió como «un puñado de traidores».
Garriga ha insistido en que «no es una operación de márketing» y ha advertido que «más perderán los diputados que mañana tendrán que explicar a los españoles por la continuidad de este desastre».
En el inicio de su intervención, el diputado de Vox defendió la Monarquía parlamentaria afirmando que el Gobierno socialcomunista tiene una agenda cuyo objetivo es «construir mayorías alternativas para poner fin a la Monarquía parlamentaria». Garriga llegó a calificar de «puñado de traidores» a los que critican a Felipe VI y advirtió de que «no vamos a consentir que manchen la impecable imagen de nuestro Monarca. Por cada desprecio de los traidores de España e Iglesias hay miles de españoles dispuestos a gritar ¡Viva el Rey!».
El líder de la oposición señaló que para la «destrucción de la Monarquía», el Gobierno ha decidido que hay que «eliminar a la oposición» y que por eso han «puesto en marcha un plan de derribo, una espiral de violencia contra los simpatizantes de Vox» por que «somos la verdadera amenaza a su pan de derribo de las instituciones».
«Negligencia y crimen»
En relación a la gestión de la pandemia, recordó que «el grito de ¡Viva el 8-M! condujo a la muerte a miles de españoles. Un día que nos recordará sus engaños, su negligencia y su crimen». Además, subrayó que «mucha gente ha muerto por lo que ustedes no han hecho. Su gestión criminal».”Le interesaba al señor Sánchez y le interesa promover sus delirios ideológicos. Fuimos a partidos, a teatros, a actos políticos, a reuniones con amigos porque ustedes eran los responsables de advertir y proteger y pensaron una vez más en sí mismos. Las consecuencias: 60.000 vidas perdidas”, insistió.
A juicio de Garriga, «la pandemia entró en España con las puertas abiertas, de par en par, con un Gobierno obsesionado con implantar su agenda ideológica» y que vio en «el virus chino una oportunidad para avanzar» en la ocupación de las instituciones del Estado «con una España paralizada por el miedo y la muerte».
El representante de Vox afirmó que el Ejecutivo «ha traido la ruina, la miseria y la pobreza», pero que «no han engañado a los españoles con sus juegos de trileros y por eso se lanzaron a la calle».
Garriga criticó la «ineptitud» del Gobierno para gestionar la crisis derivada de la pandemia porque «siempre van a echar la culpa de sus desmanes a las autonomías, a la oposición y a los españoles». Asimismo, arremetió contra la política migratoria del Gobierno: «Mientras nuestros compatriotas mueren, la delincuencia se apodera de las calles y de nuestros barrios, antes seguros, y ahora escenario de robos, violaciones y agresiones. Parapetados tras los muros de sus grandes mansiones, ignoran los problemas derivados de la inmigración ilegal y de la política de fronteras abiertas».
Pactos con Bildu
En su intervención también aludió a los pactos de Sánchez con Bildu, tildando al presidente de «miserable» porque quiere reescribir la Historia pretendiendo convertir «a los asesinos de ETA en víctimas», destacando que la banda terrorista «no está derrotada» nueve años después de que decretara el fin del cese definitivo de la violencia. «Entre todas las mentiras de este Gobierno, una de las más graves es su alianza con Bildu», insistió.
Un ecuatoriano de derechas es mas español que un español de izquierdas.
Al PP lo mato el perfido Rajoy, tio mas siniestro, Casado es un buen tipo y muy preparado pero tiene que quitarse los complejos contra los izquierdosos , porque quito de portavoz a alvarez de Toledo, era un miura , muy mal, Casado deberia casi reformar el PP a fondo como hizo Aznar en los 90, porque Rajoy ha fulminado la combatibidad del partido
Es el unico partido que trabaja en la oposicion, el PP es la nada con sifon, señoritos de Casino o de club londinense, no estan cualificados para luchar contra los izquierdosos, para luchar contra los izquierdosos no hay que tener complejos, porque si los tienes los izquierdosos que siempre juegan sucio te comen
No tiene vox a otro representante que no sea un africano???este es el prototipo del español del futuro que quiere vox
Tu si que eres un buen prototipo de “raza espanyola”: inculto y racista.
A mí un africano no me representa,a podemos quiza
Mejor el senegalés del PEDOE que agredió a un anciano ???