El PSG saca los colores a un Madrid sin alma y pone al descubierto la incompetencia de Zidane (3-0)
El Real Madrid dejó un pobre imagen este miércoles en París tras encajar la primera derrota de la temporada (2-0) en el partido inaugural de la fase de grupos de la ‘Champions’, un duelo decidido con un doblete del exmadridista Di María antes de la primera parte, cuando los blancos pasaron sus peores momentos.
El Parque de los Príncipes fue el primer test serio para el Real Madrid de Zidane y lo suspendió con rotundidad. Ni tan siquiera consiguió añadir emoción a un partido que evidenció las carencias defensivas del 13 veces campeón de Europa. Tanto Carvajal como Varane fueron un auténtico regalo para los franceses, que jugaron a su gusto.
Tras los empates con Levante y Villarreal en Liga, el Madrid hincó la rodilla en su quinto envite del curso, el primero con entidad, y demostró que su plantilla ni es larga, ni está bien confeccionada. Sin apenas centrocampistas disponibles y con una amplia lista de ausencias, Zidane no supo tocar la tecla que cambiase el decorado con el marcador en contra.
Los blancos jugaron con una desesperación inusitada y con la impaciencia que debería haberle evitado su enorme experiencia. Entre el exsevillista Sarabia y el senegalés Gana Gueye, el dominio del PSG fue total en la sala de máquinas. Y cuando el marcador dio la mano a los franceses, la posesión se convirtió en su mejor aliado.
La noche arrancó mal para un Madrid que sufrió con las dudas de Militao y con el resultado desde bien pronto. Se rozaba el cuarto de hora y Di María ajustició a sus excompañeros con un zurdazo violento tras recibir un pase del español Juan Bernat. El tanto alivió a los de Tuchel y les permitió mejorar el control del encuentro pese a las importantes bajas de Neymar, Mbappé y Cavani.
Un disparo de Hazard, que lo intentó sin suerte y una falta de Bale, que acarició el larguero, fueron las únicas ocasiones de un Madrid que a punto estuvo de ‘enchufarse’ al partido con una vaselina de Bale. El galés controló el balón con la mano y el gol fue anulado tras la revisión del VAR. Esa jugada hubiera cambiado el desenlace para los de Zidane.
El equipo merengue trasmitió tristeza e incapacidad cuando llegó el 2-0, obra también del argentino Di María. El ‘fideo’ conectó un zurdazo desde la frontal del área y sentenció a su rival sin ningún temor a celebrar su doblete pese a su pasado blanco. A partir de ahí, el Real Madrid fue sólo Benzema.
Y ni la presencia del ariete francés -el seguro más fiable en los últimos tiempos- pudo equilibrar la balanza. También marcó en una jugada anulada por claro fuera de juego de Lucas Vázquez. El PSG, por su parte, buscó el tercero para no despertar a la bestia. La duda es si la bestia es la que era hace dos temporadas cuando Zidane no había anunciado su adiós.
A diez minutos para el final llegó otro cabezazo de Benzema, que tampoco cogió portería. Keylor Navas no tuvo que parar un solo balón del Real Madrid en todo el partido, un claro síntoma de lo que fue el conjunto blanco, que sigue sufriendo cada vez que falta Sergio Ramos. Su ausencia en los cinco últimos partidos se saldó con cinco derrotas.
Para colmo, el PSG no levantó el pie del acelerador y sentenció con el tercero en un contraataque. Otra vez Bernat protagonizó la construcción de la jugada y Meunier fue quien machacó a Courtois y al Real Madrid en un partido para olvidar antes de visitar al Sevilla de Lopetegui este domingo. Esta temporada ya se le está haciendo larga y sólo acaba de empezar.
El Atlético empieza con un punto de ilusión ante la Juve
109 días después se escuchó de nuevo la música de la Champions en el Wanda Metropolitano. Aquella noche del 1 de junio no estaba en el césped el Atlético, ya que ocho semanas antes en Turín se hizo el harakiri y permitió que Cristiano Ronaldo volviese a cercenar su sueño de conseguir la orejona. No fue en la orilla como otras veces, pero dolió por lo inesperado que es, en la etapa de Simeone, que el Atlético encaje tres goles. La decepción se fue evaporando con el tiempo pero el regreso de la competición ante la Juventus afloró los peores recuerdos. La ‘Vecchia Signora’ castigó sus errores pero esta vez tuvo orgullo para evitar la derrota.
A diferencia de lo sucedido en marzo, no se puede negar que esta vez el Atlético fue a por el partido y no especuló como en la aciaga visita de marzo a Italia. Optó por llegar por fuera con Trippier y Lodi ante una Juventus que, por el momento, no es tan roca como el de Allegri ni consigue combinar como desea Sarri. El cuadro rojiblanco le generó muchas ocasiones -cinco en un cuarto de hora- aunque siempre con el mismo plan para atacar: desde los costados.
Eso sí, la mejor ocasión llegó cuando Joao Félix completó un entre cuatro defensas desde su campo pero Szczesny sacó una buena mano a su punterón evitando el gol de la jornada. No se amilanó el luso porque De Ligt hubiese querido asustarle con una entrada intimidatoria y fue por alto a cabecear una pelota de las pocas en el área que no golpeó Giménez, que cuenta con el mismo don que su amigo Godín.
A la Juve, con un tocado Pjanic, le costaba mover la pelota como quiere Sarri con Khedira, Matuidi y Cuadrado acompañando al bosnio. Apenas combinaba Higuaín y de Cristiano había noticias por el sonido de viento que acompañaba cada vez que tocaba la pelota. En la primera media hora apenas dejó un disparo lejano y un cabezazo a centro de Danilo. Cuando el Atlético bajó un poco la intensidad la Juventus ofreció destellos del plan que desea Sarri y por el momento parece lejos de poder completarse.
Eso sí, sigue teniendo oficio y pegada. Al volver de la caseta golpeó aprovechando un despeje que la zaga del Atlético basculó mal. Lodi no llegó a su sitio tras un cambio de juego de Higuaín, que controló y esperó la aparición de Cuadrado. El colombiano, repleto de magia pero que solo la muestra en contadas ocasiones, aprovechó el hueco para hacer una bicicleta y soltar un zurdazo a la escuadra de Oblak.
Golpe inesperado para un equipo que siguió creyendo. La mejor jugada colectiva local la finalizó… Giménez en el corazón del área con un disparo potente entrando desde atrás pero muy alto. Simeone rescató del banquillo a Correa, protagonista del penalti decisivo para quedar eliminados en Turín, pensando que el argentino podá ser el revulsivo de otras veces. Pero sin tiempo para tocar la pelota, Matuidi anotó llegando desde atrás otro mal ajuste defensivo local. Alex Sandro llegó hasta la línea de fondo sin oposición y el francés se coló entre los centrales para empujar a la red.
La grada siguió animando pese al 0-2, pensando que aquello se podía remontar como ante el Eibar. No parecía una quimera, no merecía la derrota el cuadro local. El duelo se agitó, el Atlético fue a incordiar a Szczesny asumiendo riesgos. Sus errores atrás posibilitaron que la Juventus tuviese la sentencia pero Oblak primero y Trippier después mantuvieron la emoción.
Simeone se la jugó con Vitolo y el debutante Héctor Herrera, retrasando a Saúl hasta el lateral. El canario tuvo el empate pero Szczesny se mostró seguro para despejar a córner. No lo estuvo tanto su zaga en un barullo que terminó con un despeje directo a la mano de Bonucci. No hubo penalti pese a las protestas de Costa, el más convencido de la remontada. Y en un córner llegó.
Héctor Herrera saltó con la misma fe que Giménez, se adelantó a su compañero y colocó en el ángulo la pelota con la cabeza como si la hubiese tocado con su pie. Un 2-2 que pudo quedarse en nada si Cristiano, ya en la prolongación, no hubiese golpeado fuera una pelota suelta en el área. El Atlético mereció ganar, se vio por un momento debutante con derrota pero al final empieza la competición con un punto de ilusión. Esa que perdió en Turín.
Gracias por tan grata alegria, qué grande es el fideo
Con el var se acabó el robar ahora veremos el Madrid de verdad .
Y al AntiEspañol Far$a también!