La nueva acepción de “Pedro Picapiedra” y “Pablo Mármol” por la RAE
“Pedro Picapedra”: dícese del partido de derechas obsoleto y oblongo en su sombra que pretende prolongar los méritos de la Transición del otrora Centro hacia sí mismo, incapaz de mantener la aparente connivencia con el Antiguo Régimen y con el Estado de democracia al unísono; pretenciosa imitación y acercamiento al Centro conciliador, una vez comprobada la ineficacia electoral de la derecha y la izquierda tradicionales. Pero Pedro Picapiedra se recicla y, a pesar de la torpe maniobra mediática del 155, sigue vendiendo sus posaderas a los nacionalismos para comprar sus votos a costa de presupuestos preferenciales a CC. AA. que dan la espalda al resto de España en todos los sentidos, como el País Vasco o Cataluña: nacionalidad, solidaridad, comunidad. Nada de eso se da en una Europa convulsa.
“Pablo Mármol”: dícese del partido de izquierda pleistocénico que pretende enarbolar los ideales y reivindicaciones comunistas, pero más conocido por su arrimada al centro con afán de sombrear el abanico de votos de dos tercios de la tendencia tradicionalmente tripartita; partido dormido en su señorío de Andalucía de votos fijos de origen jornalero; partido de la rosa que, catapultado al éxito por los sindicatos, parece renunciar a tal matrimonio por acomodación de ambos en la sociedad burguesa destructora de la clase media.
Con este panorama electoral, surgen nuevas tendencias, como en la moda: la primera, el “Príncipe de Bell Air”, el “Naranjito”, pretencioso sucesor del UCD (qué más quisiera), que sitúa, en este caso, cierto es, a la pequeña clase media, víctima de la crisis, como a los antiguos hostigados obreros; pero se adorna de flores como el populismo, la liberalidad, que no el liberalismo, y una oposición que juega a apoyar a la derecha para restarle votos o a la izquierda para poner un palo entre las ruedas al PP.
¿El otro? Ah, me encantan los Simpson: sobre todo ese pasota singular tan singularísimo representante del apoltronamiento juvenil protesta automatizado: Otto Mann. Conductor de autobús camicace contra todo por sistema, empezando por la izquierda más teóricamente afín a sus principios. Buen comienzo sufragado desde Venezuela y su democradura para hipotetizar sobre una democracia y sus principios. Un partido sin principios ni final de ambiciones, paradójico, contradictorio y confundido rentablemente en el papel de pensar que ser la oposición consiste en ser un cáncer.
Faltan valores, faltan principios. Si de respetar la Constitución se tratase, habríamos avanzado; si de saber sumarse como oposición para dejar hacer al mandatario, habríamos avanzado. Pero, como en la R.A.E. ya se admite de todo: igual de postmodernos se nos vuelven los del P.P; igual de chupatintas los del Centro; igual de dormidos los del P.S.O.E.; los nuevos, más de lo mismo: mucho ruido y pocas nueces. Corrupción por todas partes.
¿Cuándo llega el castigo de los electores? ¿Cuándo llega la voluntad del pueblo soberano y oriundo, del pueblo contribuyente, del pueblo que sabe sus querencias? No me hagan pensar en Hungría.
La posición de centro vendida por Mariano y Albert es la más cómoda y menos comprometida con nada. La derecha es el egoísmo y la izquierda la envidia rencorosa. Ser de derecha o de izquierda es mirar a España con un solo ojo, ser de centro es mirarla con el ojo que más conviene. Los Patriotas no podemos ser ni de derechas ni de izquierdas, porque no existe Patria sin justicia social, y esa no se consigue sin soberanía nacional. Podemos estar momentáneamente de acuerdo con la derecha si defiende la Unidad Nacional, y con la izquierda si de verdad… Leer más »
José Luis Agrede ataca el capitalismo:
https://youtu.be/iFNUOHqdvy0
Doña Mónica, le recomiendo este video para hoy 1 de Mayo.
Gracias. Tan malo el capitalismo voraz como el comunismo gris y triste: ambos ignoran el emprendimiento de verdad, el serio.
Errata:
https://youtu.be/iFNUOHqvy0
Sí, sí, ya lo vi, que el primer enlace me daba error. Gracias.
Errata:
José Luis Arrese
Eso está claro. Pero no hay manera de lograrlo.
Se logrará, si tenemos la imagen meta clara.
Buen perfume joseantoniano.