La democradura de Nicaragua, prima hermana de la de Venezuela
A pesar del proceso de emancipación de toda Latinoamérica respecto de sus metrópolis europeas, esta vasta región sigue sufriendo el fenómeno de las Dictaduras en las nuevas Repúblicas, debido, en buena parte, al intrusismo soterrado de un colonialismo e imperialismo estadounidense, más que “oficial”, oficioso. Las dictaduras a lo chileno, a lo argentino, a lo cubano, de uno u otro siugno respectivamente, se ven sucedidas por “democraciaduras” que no dejan pasar de capítulo a los latinoamericanos, para poder llegar a consolidar democracias reales.
El caso último de Nicaragua ha saltado a la prensa: Daniel Ortega y sus medidas de recortes en la Seguridad Social. Más que el plan en sí, se trata de la dura represión a “lo Maduro”, que se ha cobrado casi la treintena de víctimas mortales, ante la reacción popular, en concreto de los sectores de estudiantes y pensionistas.
Pese a haber rectificado en tal plan de recortes, se trata, en esta ocasión, de la gota que colma el vaso, más que de la medida en sí: una pretendida democracia que, formalmente, respeta el principio de la división de poderes, derechos como la libertad de prensa y otros; pero algo falla. Cuando la voz de corriente contraria, en buena parte engrosada por muchos votos que sostienen a este Gobierno, es apagada con tamaña violencia; cuando un Gobierno expande sus ciernes familiares, las de Daniel Ortega y toda su estirpe, de manera transversal por todo el tejido de los cargos políticos; cuando la represión triunfa sobre la libertad de pensamiento, no nos hallamos ante una democracia, sino ante una “democradura”, dictadura con la cara tan dura de gozar de los privilegios internacionales propias de los “demos”, pero de la autoridad más dura, una autoridad que constituye, sin más un cartel político que cercena los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, desde la vida, hasta la expresión.
¿Es la mano que mece la cuna? ¿Es la mano de Estados Unidos de nuevo la que sufraga estos regímenes hijos bastardos de las dictaduras del siglo XX? Quizás los extremos se toquen. No digo más: Venezuela y “Podemos”. Ahora “Podemos” no será, puede que sea una trama conspiranoica estadounidense, o del PP, o de Hungría. Lo que está claro es de que Ortega y toda su familia tienen tejida, bajo la legalidad, toda su tela de araña, podredumbre y cieno. Con casos como estos, América Latina no acaba de ser políticamente independiente ni mayor de edad.
Mirémonos al espejo en la Europa que la inspirase: cuidado, “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
“Respecto de los países de Hispanoamérica, tendemos a la unificación de cultura, de intereses económicos y de poder. España alega su condición de eje espiritual del mundo hispánico como título de preeminencia en las empresas universales.” De los 27 puntos, octubre de 1934. Nunca fueron colonias, formaban parte de Las Españas, tenían los mismos Derechos que Castilla o Aragón; la dependencia empezó cuando las conspiraciones anglosajonas consiguieron que triunfará en Hispanoamérica el separatismo. Ahora en el siglo XXI, nos ocupamos más de agradar a una UE que nos odia, porque son nuestros enemigos de siempre, que en desarrollar nuestro destino… Leer más »
Efectivamente, lo emputrecieron los anglosajones y USA. Ahí deberíamos retornar, lo mismo que hace Gran Bretaña con los suyos.
Entrevista a Ernesto Giménez Caballero, el más grande hispanista de todos los tiempos, cuando TVE no estaba tan manipulada como ahora:
https://youtu.be/U1-dmB6SXfE
Doña Mónica, espero que lo encuentre interesante.
Sí, pretendía unir todo lo bueno del régimen en su momento: de lo de OPrimo, Franco, etc. Lo acabo de ver.
Me alegro que haya comprendido su mensaje.
Continúe escribiendo sus interesantes artículos.
Gracias