Crónicas cántabras: las triunfadas vanguardistas del “Metro-TUS” y un calendario escolar de vagos y maleantes
De nuevo Cantabria, quizás por celos al protagonismo catalán, quiere montarla primero, esta vez sin sus legendarias anchoas, y no reconocer su fracaso, intentando probar la miel de un vanguardismo regionalista mal llevado y peor gestionado.
De una parte, tras la ingente inversión de millones de euros cuya cifra no me atrevo a afirmar por desconocer la veracidad de la misma, el Ayuntamiento de Santander, liderado por la alcaldesa Gema Igual, ideó en su día un estrafalario sistema de líneas urbanas de autobús con el supuesto fin de optimizar , agilizar y multiplicar las comunicaciones interurbanas; más bien con el fin de ahorrar mano de obra, autobuses y favorecer a determinadas zonas periféricas pero de élite, descuartizando la linealidad de los trayectos ordinarios entre las zonas ordinarias de la ciudad.
El periplo, nunca mejor dicho, comienza por bautizarse “MetroTUS”, cuando de metro tienen las gaviotas lo que de delfines, pues se trata de una falacia de nomenclatura comercial que no suma una red subterránea a la de autobuses, sino que modifica la convencional. En segundo lugar, se idea una serie de pseudoestaciones denominadas “intercambiadores” en puntos gordianos de la ciudad, como Valdecilla o el Sardinero, donde el usuario ha de ejercitar el transbordo de un autobús a otro para continuar su trayecto ordinario. Todo ello complementado por las pantallas digitales que informan de los recorridos de los trayectos y de los intercambiadores en cada estación de autobús.
Tras las costosas obras y los trastornos ocasionados por tamaña ocurrencia, se observa que en una parada de autobús un usuario se siente más desnudo que Cristo en el desierto, pues la información aparece tan tabicada que se asemeja, decidirse a subir a un autobús, a jugar a la lotería al azar o someterse a un formulario más arduo que el de la Declaración de la Renta: vamos, que lo de pillar el bus con prisa para llegar a tiempo al instituto o para cuidar a los nietos al extrarradio pasó a la historia.
La manera de disculparse el Ayuntamiento, tras un contrato tan posiblemente ruinoso como amañado , de la misma manera que se demostrase tiempo atrás la fraudulencia de Ferrovial, contratada para las obras fatídicas de las fatídicas y fallidas escaleras mecánicas entre ambas vaguadas de las dos vertientes de la capital santanderina, es ofrecerse a un diálogo abierto para “corregir” el sistema, cuando se trata de un caos que ha intentado, a costa de futuros recortes de autobuses y conductores, ofrecer pingües beneficios a tal contrata. Personas mayores ateridas de frío preguntando en las paradas de autobús a los adolescentes qué número han de tomar, tras más de media hora de espera; trayectos duplicados en tiempo e interrumpidos y todo, absolutamente todo, para favorecer las áreas privilegiadas en vez de el trasiego comprobadamente delirantemente diario de trabajadores y estudiantes entre determinadas áreas- dormitorio y el centro o diferentes zonas del centro.
En segundo lugar, para demostrar más originalidad y singularidad aún esta Comunidad Autónoma, tras haber llevado a cabo su desvertebrado nuevo Calendario Escolar en el 2017, en aras a una supuesta homologación con el calendario escolar europeo, sólo ha conseguido tres cosas: la primera, con vacaciones cada dos meses largos de una semana de parón, romper el ritmo escolar y fomentar la vagancia; la segunda, proporcionar más vacaciones a los profesores que, en realidad, estarían obligados a acudir al centro, pues se trata de días no lectivos pero sí laborables, para adelantar sus tareas de preparación de clases y corrección de ejercicios y exámenes; la tercera, desconchar todo horario de conciliación familiar, que ahora se ve intermitentemente interrumpido, y más aún este año, en que, para mantener la periodicidad de semana tonta cada dos meses, se cargan las vacaciones de Semana Santa, en que familiares de toda España aprovechan para desplazarse y encontrarse anualmente, todo ello a cambio de una semana sin ton ni son a partir del 1º de mayo, justo antes de los exámenes finales, etapa crucialmente necesaria en lo que a asistencia escolar se refiere, en especial Segundo de Bachiller, cara a la EBAU.
Pero ni quienes diseñan el transporte público son urbanistas ni quienes deciden el Calendario Escolar es Educación. Ole a las meteduras de pata en busca de un vanguardismo singular. Lo de llamar a las torrijas tostadas y tomarlas por Navidad, en vez de llamarlas torrijas y tomarlas por Semana Santa, ya nos vale, como dice una buena amiga mía, pero, al menos, no cuesta.
Debería haber pena de muerte contra la gestión chapucera o venal.
Mientras tanto, a chupar de los recortes al ciudadano y de las subvenciones.
En Las Palmas de Gran Canaria han pergeñado una “metroguagua” (que es un autobús de alta ocupación, sin más, tiene de metro lo que yo de sueca), que obliga a enormes obras en la capital (obviamente, quitando carriles de circulación y eliminando aparcamientos) para resultar, simplemente, en una línea que aúna otras dos (que seguirán existiendo, además). No es una tecnología menos contaminante, no es tráfico subterráneo para evitar atascos y dar alternativas (reales) al transporte privado: es, simple y llanamente, una genial idea del ayuntamiento para llevárselo calentito. Han comenzado las obras sin tener ni siquiera los estudios de… Leer más »
Y todo eso no sirve para optimizar la comunicación y el transporte, ni sui quiera para embellecer el amnbiente. Sólo para nuevas contratas. Qué pena. Fuera CCAA: tendría que ser como antes, de los Ayuntamientos al Estado central, y se acababan las bromas. Ah, Canarias, sin alas.
Cuánto despilfarro y mala gestión, en la provincia donde nació el metódico y austero presidente del Gobierno Almirante Luis Carrero Blanco, por parte de sus paisanos que hoy detentan el gobierno de esta autonomia.
No es de extrañar, según mis camaradas en Santoña, la intención que albergan estos incompetentes de retirar su monumento en el Paseo Marítimo; claro les avergüenza que se recuerde a quien gestiono mucho mejor que ellos. Somos muchos los que opinomos que si no lo hubieran asesinado, la situación actual de España sería otra.
Almirante Luis Carrero Blanco!
Presente!!!
Errata:
… opinamos…
Ya se han gastado dinero en retiradas de estatuas, cambios de nombres de calles y demás. Pero estas han sido las grandes últimas paridas, que se podían haber ahorrado para adelantar los presupuestos del Hospital de Valdecilla, en vez de despilfarrar y lanzarse a juicios contra el Estado para solicitar el pago de deudas de los presupuestos.