Histórico bronce para el ceutí Regino Hernández en los Juegos de invierno
Cuando todas las miradas enfocaban a Lucas Eguibar, Regino Hernández brilló con luz propia. El ceutí se lleva la gloria en snowboard cross tras una fantástica competición en la que superó las dificultades y las rondas y se aferró a su seguridad y un control absoluto de su cuerpo y el circuito para atrapar ese podio en unos Juegos Olímpicos de invierno que a España se le resistía desde el bronce de Blanca Fernández Ochoa en Albertville 92.
Barba poblada y pelo largo, su físico imponía respeto desde antes de subirse a la tabla. Pero con ella en los pies aumentó su poder. Con casco plateado y agresivo desde el primer salto, se clasificó tercero para las rondas finales y consiguió superar las eliminatorias mientras sus compañeras, Laro Herrero y Lucas Eguibar se quedaban en octavos.
Su paso por los cuartos fue espectacular. Una bajada perfecta en la que lideró desde el portillón para clasificarse en la semifinal sin rivalidad alguna merced de una caída múltiple de la que solo se salvó el español y el estadounidense Dierdoff.
Ya en semifinales volvió a demostrar que lo suyo son los reflejos. Salió de nuevo el primero y peleó con Baumgarten, quien ya le quitara el oro en los Mundiales de Sierra Nevada. Pero en un deporte tan inestable como el snowboard cross, casi lo más difícil no es ser rápido, sino sobrevivir. Y fue el mejor superviviente de una ronda en la que todos los demás se cayeron. A 26 segundos llegó el estadounidense.
Hacía historia con su clasificación en la última ronda al relevara Jordi Font, pionero en Turín 2006 en participar en una final. Pero la lesión del catalán le impidió llegar al podio en la cita italiana. Sin embargo, Hernández mostró su mejor momento y así lo hizo saber en la última bajada. La que le dio la gloria. Más conservador que en rondas anteriores, el español batalló con Voultier y Hughes porque a mitad de recorrido, una caída de los tres de atrás le dieron vía libre para el podio. Se quedó a apenas unas centésimas de la plata, pero su página en la historia de los deportes de invierno ya estaba escrita en la nieve.
En el podio, junto al ganador Voultier y a Hughes, levantó los brazos al cielo para dedicar el triunfo a Israel Planas, quien supo sacar lo mejor del ceutí hasta el podio olímpico.
Decepción para Eguibar
Es el snowboard cross un deporte vistoso, rapidísimo, y competitivo al cien por cien. De poco sirven la preparación y los resultados anteriores pues una caída, propia o ajena, que duelen más, puede dar con las esperanzas de triunfo en el suelo. Llegaba Lucas Eguibar con la moral altísima, subcampeón del mundo y abanderado, quería brindar por fin una medalla para España. Pero sus ilusiones comenzaron mermadas en la final de su prueba. Una caída en las rondas preliminares lo obligó a tener que pasar una segunda vez para clasificarse. Y ya en las rondas definitivas, el error anterior y los nervios de hacer un buen trabajo pesaron sobre sus hombros. En su bajada, a las primeras de cambio, se desequilibró él solo y terminó llevándose por delante a otro rider.
Adiós a su participación en estos Juegos en los que tantas esperanzas había incluido. Quería rendir homenaje a su entrenador Israel Planas, que apenas le dio tiempo a celebrar su plata en los Mundiales de Sierra Nevada porque murió pocos días después. Y también para agradecer la confianza y la alegría que le transmite siempre su hermano, que sufrió un grave accidente de tráfico pocos días antes de que Eguibar volara a Sochi 2014. Juntos han crecido entre adversidades y alegrías. Pero Pyeongchang no ha sido el momento de Lucas, que tendrá que volver a trabajar para quitarse todas las espinas en la próxima cita olímpica.