Al caballero excelso de la Orden de “la es puela de oro”
Francisco de Quevedo y Villegas, excelso sonetista tanto de amor como de los poemas más sarcásticos arremetedores contra la podredumbre de su época durante el Segundo Siglo de Oro (Barroco, siglo XVII), pertenece a la Orden de los Caballeros de la Espuela de Oro junto a otros miembros igualmente en su tiempo denostados, temidos y más tarde ensalzados, como el compositor Mozart, ambos siempre controvertidos y en la palestra de la condena pública por su boca ancha.
Patriota donde los hubiere, autor que hube de estudiar con gusto en mi Bachiller, moriría ahogado por haber sido consecuente con sus verdades y enamorado del amor.Autor de obras como “Marco Bruto”, “in exempla”, de los prudentes consejos a un buen gobernante, se caracterizaría por su compromiso, su patriotismo y su constante ejercicio de la denuncia, en aquellos tiempos carentes de redes sociales o de Internet.
Fiel servidor de la Corona de Castilla durante el reinado de Felipe III, a la llegada de Felipe IV, relajado este con la cesión de sus poderes a su valido el conde-duque de Olivares, Quevedo no cesaría de denunciar la corruptela de la Corona, al la par que defender la figura del rey, mientras se granjeaba constantes enemistades.
Consecuente hasta la muerte y tentado a la corrupción de desdecisrse a cambio de un puesto con alto rango, optaría, sin embargo, por su destierro a la Torre de Juan Abad y final encarcelamiento en un calabozo de San Marcos de León, donde el conde duque de Olivares, rabioso por su voz escribiente, lo condenaría al húmedo frío de una lenta artrosis. Un año más tarde moriría desterrado de la patria por la corrupción de sus gobernantes.
Además de sus muchos sonetos amorosos o burlescos y de su extensa prosa, entre otros, se me antoja transcribir uno sobre su decadente patria, que veía caer el Imperio otrora fuese frente a los embistes de Inglaterra o Francia. Y tal escrito, sembrado de compromiso e identificación personal con nacional, reza de la siguiente manera:
“Miré los muros de la patria mía,
Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
De la carrera de la edad cansados
Por quien caduca ya su valentía.
Salíme al campo, vi que el sol bebía
Los arroyos, del hielo desatados,
Y del monte quejosos los ganados,
Que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi casa; vi que, amancillada
De anciana habitación era despojos y
Mi báculo, más corvo y menos fuerte;
Vencida de la edad sentí mi espada.
Y no hallé cosa en que poner los ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte”.
Esto escribiría tres siglos dista tal poeta, en previsión de lo que nos viene. Y tal poeta y prosista ha sido, recientemente, catalogado por no sé qué organización independentista catalana (eso sí, sufragada por los presupuestos nacionales) como franquista y fascista, por lo que, junto a otros como Bécquer, es obviado en los programas de Literatura en la Comunidad Autónoma de Cataluña.
Ojalá descanse su memoria como debe y su obra sea rescatada, valorada y reintegrada en el acerbo de la literatura española, que reza la peninsular y la de las islas que forman parte de nuestra nación, país y Estado.
Acabo de comprobar que ha sido un error mío: Caballero de la Orden de ” La Espuela de Oro” es lo que pretendía escribir. Mil perdones.
Don Francisco de Quevedo y Villegas. Nuestro Quevedo. Los Grandes, siempre dejan huella y son recordados.
¿Qué es eso de “es puela”? ¿Me estoy perdiendo algo al escribir “es puela”? Hoy el frío me tiene un tanto lerdo, ¿alguien me podría explicar ese “es puela”? Porque supongo que la escritora nos quiere llamar la atención sobre algo que a mi se me escapa. ¡Vive Dios que algún malandrín quiere confundirnos! ¡Presto, señora mía, decidme dónde está la gracia de esa “es puela”?
Hola,yo creo que ha sido una errata del periódico,no va con segundas, quería decir “espuela”
Celebro este emocionado y emocionante recuerdo a don Francisco de Quevedo y Villegas.
Desgraciadamente en estos tiempos andamos escasos de personajes como él.
Ahora lo que abundan son los lameculos, que dicen lo que los políticos, y el poder, en definitiva, quieren que digan… Intelectuales de pacotilla, que se venden por un plato de lentejas, y cualquier enchufe público de asesores, y hasta de palanganeros, si hace falta.
…. Quevedo en el siglo XVII……
15:41 De de Erratas al comentario de 15:39
Fe
Igual que fue desterrado y encarcelado Francisco de Quevedo en el siglo XIII, ahora en el siglo XXI pueden correr idéntica suerte muchos españoles Patriotas si se aprueba la nueva ley de “memoria histérica”. Los pueblos que no aprenden de su historia están condenados a repetirla.
No, hombre, no, en el siglo XIII, no. Nació en el 1580 y murió en 1645. Siglos XVI-XVII, pero no en el XIII. Deben ser los duendes que viven en los teclados los que te han hecho una mala pasada. Cuidado con ellos, amigo.