España vence a Portugal (1-3) y ya está en semifinales de la Eurocopa
España ya está en semifinales de la Eurocopa después de escalar una pared, Portugal, repleta de futbolistas fabricados para ligas mayores (siete ya juegan fuera). Precisó mucho trabajo el triunfo, construido sobre la excelencia de Ceballos y el poderío de Saúl. También sobre la solvencia de Arrizabalaga, quizá el Iribar que lleva cuarenta años buscando el Athletic.
Fue partido de confirmaciones: Portugal tiene una academia estupenda, bien atendida y con vocación de continuidad; España, que también riega ese jardín, luce más a sus solistas que a su equipo, y Saúl es el cerrajero del momento. Sus siete goles en la Champions abrieron siempre la cuenta del Atlético. Los dos que ha anotado en esta Eurocopa también estrenaron el marcador. A esa extraordinaria habilidad del centrocampista rojiblanco para llegar siempre el primero se agarró la Selección en un partido tremendo, repleto de futbolistas que pisan los talones a los titulares de sus respectivas selecciones absolutas.
En cualquier caso, hay que reconocerle a Celades el mérito de no dejarse engañar por el 5-0 a Macedonia y de darle la titularidad a Ceballos, el único hilo conductor del equipo, el futbolista capaz de poner en orden esa montonera de talento. Un centrocampista con el partido en su cabeza desde el que España fue domando a Portugal. También se quedó fuera Gayá, de los mejores en el estreno, porque presuntamente Jony resulta más hermético atrás. No lo pareció. Esa banda fue de Cancelo, un lateral muy extensible que acudió a todas las diagonales.
El gol de Saúl
Y es que la Selección de Rui Jorge pisó a fondo al principio y luego fue desacelerando. Pero está cargada de futbolistas brillantes. Neves y Fernandes se ofrecen permanentemente, los laterales dan mucha ventilación al equipo y arriba Podence (zurdazo al palo) es una liebre casi imparable y Guedes, un delantero muy versado en jugar de espaldas a puerta.
El gol de Saúl, que con elegancia y con suerte limpió a cuatro adversarios para marcar en disparo desviado por Ié, resultó oro para España, que fue recuperando la compostura retrasando a Asensio, jugador para todo en este equipo y en este torneo. Al descanso salió ganando en el reparto de ocasiones, con un Sandro más afilado, aunque no en el control del juego.
La segunda mitad fue espléndida. Portugal bordeó el empate con Bruno y Podence, que sacaron a flote la dulzura de Meré y Vallejo, y a Asensio le quitó Ié el gol sobre la línea. Para entonces Saúl ya era de largo el jugador del partido. Él levantó el primer piso del segundo gol, con una arrancada que llegó a Deulofeu, cuyo centró lo metió en el primer palo Sandro con precisión quirúrgica. Un voleón descomunal de Bruma apretó de nuevo el duelo, pero España supo resistir y rematar la faena con un gol de Williams para tomar el atajo hacia el título.
VIVA ESPAÑA !!!