El Real Madrid vuelve a asaltar el Allianz Arena con doblete de Cristiano (1-2)
El Real Madrid volvió a asaltar el Allianz Arena. En su actuación más sobresaliente de la temporada, el conjunto español ratificó la condición de bestia negra del Bayern de Múnich que se ha arrogado desde que el 29 de abril de 2014 le infligiese al equipo alemán una de las derrotas más humillantes de su historia. Lo hizo con una BBC recuperada para la causa, sacrificado en defensa Bale hasta que su condición física le forzó a abandonar el terreno de juego, majestuoso un Benzema que apareció por todo el frente de ataque y letal un Cristiano Ronaldo que escribió otro capítulo para la historia con un doblete que le convirtió en el primer futbolista en alcanzar el centenar de tantos en competición europea. Un auténtico repaso al cuadro teutón el que dio la escuadra española que demostró que el alumno Zidane es capaz, en su segunda campaña como técnico al máximo nivel, de sacarle los colores a su maestro Ancelotti, por mucho que el italiano le saque miles de horas de vuelo en los banquillos. Contribuyó posiblemente a ello la ausencia de Lewandowski, un ‘killer’ que ha perforado la malla rival en 38 ocasiones esta campaña pero que no pudo recuperarse a tiempo de la dolencia en el hombro que arrastra desde el encuentro del pasado sábado ante el Borussia Dortmund. Pero la mayor parte del mérito hay que atribuírselo al Real Madrid que volvió a demostrar que por fin le ha cogido la tecla a Alemania.
Poco podía intuirse ese guión en los primeros minutos, con el Bayern como dueño y señor del cuero. Alaba desdoblaba a Ribèry por la izquierda, donde Modric acudía al socorro de Carvajal. Lahm se juntaba con Robben, obligando a Kroos a auxiliar a un Marcelo que sufría con los quiebros del holandés. Contenidas las embestidas iniciales, fue estirándose poco a poco el Madrid, que dio el primer susto en el 17 con un testarazo de Benzema a centro de Kroos que desvió Neuer al travesaño. Suspiró aliviado un meta que regresaba con los reflejos intactos tras la lesión en el pie que le mantuvo fuera las tres últimas jornadas de la Bundesliga. La escuadra española hallaba en la movilidad de Benzema una veta que metía en dificultades a los bávaros
Pero justo cuando más cómodo se encontraba el Real Madrid vino el gol que desniveló el marcador. Un cabezazo de Vidal, que se adelantó a Nacho a la salida de un córner, propinaba el golpe al equipo español, superior sobre el papel en el juego aéreo con la ausencia de Lewandowski. Alertó Kroos en la previa de que el Madrid tenía mucho más que ofrecer que su encomienda a las jugadas a balón parado. Halló en ellas el Bayern un premio que no había merecido por el fútbol desplegado a esas alturas por ambos contendientes. Probó, en suma, la escuadra de Zidane el mismo veneno con que tantas veces ha fulminado a sus rivales.
Creció a partir del gol el conjunto germano, beneficiado por la entrada en el encuentro de un Thiago que había permanecido extrañamente desconectado en el primer tramo. Empujado por el hijo de Mazinho, los pases en largo de Xabi Alonso y la labor de minería de Vidal, un tormento para Casemiro, volvía a encajonar al Real Madrid. Pudo marcar el chileno el segundo, nuevamente con un testarazo que amenazó la escuadra derecha de Keylor Navas. Respondió Cristiano Ronaldo con un derechazo desde fuera del área que despejó a córner Neuer. Probó a renglón seguido Kroos con un chut que intentó peinar sin suerte el ‘7’. Del posible empate visitante al 2-0 que tuvo en sus botas Vidal al lanzar un penalti señalado por una mano inexistente de Carvajal a tiro de Ribéry que el chileno mandó a las nubes. Convertido el choque en un intercambio de mandobles entre dos de los púgiles más mortíferos del planeta, se marcharon los dos equipos a vestuarios con la sensación de que el Bayern sacó más de lo merecido y el consuelo para el Madrid de no haber sido noqueado cuando los teutones tuvieron una inmejorable ocasión para hacerlo.
Exhibición en la segunda parte
Precisaba el Real Madrid taponar los costados de Casemiro, por donde el Bayern había metido en problemas a los visitantes, y conectar a la BBC. Lo logró nada más comenzar la segunda parte, con una apertura del brasileño a la derecha que permitió a Carvajal poner un tenso centro para que Cristiano embocase a gol. Al luso, que ha marcado 20 goles en 18 partidos ante equipos alemanes, correspondió también el mérito de dejar al Bayern con uno menos con una carrera cortada en falta por Javi Martínez que significó la segunda amarilla del navarro. Bale, el más fustigado del tridente en las últimas semanas, obligó a Neuer a sacar un mano milagrosa en el 55. El galés, que se había sacrificado en defensa, se dio una alegría en ataque justo antes de dejar su puesto a Marco Asensio por molestias en su pierna derecha. Y lo de Benzema fue una nueva oda al talento en estado puro de principio a fin.
Zidane tenía razón, a la BBC le “molan” este tipo de partidos, aptos sólo para los más valientes. Ninguno de ellos tan corajudo, sin embargo, como Sergio Ramos, que a medida que el choque se aproximaba a su fin sacaba sus galones de ‘kaiser’, atreviéndose incluso con una falta al que le faltó una pizca más de rosca para batir a Neuer. El guardameta fue de lejos el mejor del Bayern, que repelió primero un tiro de Benzema y sin tiempo, para la pausa, atajó después otro de Marco Asensio y poco después un tercero a bocajarro de Cristiano Ronaldo poniendo una mano de hierro. Consecuencia ello de un Real Madrid dueño y señor de la segunda parte en sus minutos más sobresalientes de la temporada. Se vistió Neuer la camiseta de héroe, pero no pudo hacer nada cuando un centro del balear encontró la bota de Cristiano para que el luso hiciese historia convirtiéndose en el primer futbolista en alcanzar el centenar de tantos en competición europea (98 en Champions y dos en Supercopa de Europa). Merecida recompensa a un equipo que volvió a imponer su ley en el Allianz Arena y que incluso puso irse con más renta para el partido del Bernabéu de no haber anulado el árbitro un gol postrero de Sergio Ramos.