El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido una respuesta europea “firme, articulada, clara y rápida” ante el aumento de la desconfianza en los mercados en los últimos días, y ha garantizado el “apoyo” de España al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para afrontar esta situación.

En una rueda de prensa tras reunirse con Van Rompuy, Zapatero ha asegurado que el Gobierno español va a mantener una posición “muy firme” porque está dispuesto a comprometerse en la sostenibilidad de la deuda griega, aunque ha hecho un llamamiento a otros países al pedir a todos que asuman la responsabilidad que le corresponde en estos momentos. “De manera singular a los más poderosos”, ha dicho.

A su parecer, esta responsabilidad supone una apuesta por el “proyecto colectivo”, lo que incluye un “altísimo sentido de la responsabilidad”. “Mi confianza en Europa se mantiene viva”, ha dicho Zapatero, tras asegurar que solo la respuesta europea puede devolver una confianza que resulta “imprescindible” para la recuperación económica “y sobre todo de España”. Ha recordado que España, como otros países europeos, ya ha tomado medidas para reducir el déficit público y ha acometido reformas estructurales, y que ese esfuerzo debe servir “para algo”.

El líder del Ejecutivo español considera que no se ha abierto bien el debate sobre la participación del sector privado en el rescate financiero de Grecia, un asunto “central y decisivo” que cree que ha de ser resuelto cuanto antes.

Merkel exige como condición para la ampliación del Fondo Europeo de Rescate que los inversores privados que tengan deuda pública de un país en problemas asuman parte de la ayuda. Para Zapatero que explorar en este momento fórmulas de participación de la banca privada “no es el camino adecuado” porque esta provocando desconfianza en los mercados financieros, con el consiguiente aumento de la prima de riesgo de la deuda soberana española.

«Medidas necesarias»

Por su parte, Van Rompuy ha elogiado las medidas del Gobierno español ante la crisis y ha considerado que, aunque algunas pueden ser impopulares, todas ellas son necesarias y conforman “un paquete muy creíble” para lograr la recuperación económica y combatir el paro.

“Son medidas para preservar el Estado de bienestar, no para socavarlo”, ha recalcado el presidente del Consejo Europeo, quien ha considerado necesario diferenciar entre los problemas que tienen los países de la eurozona, ya que ha puesto como ejemplo que los retos de España son muy distintos de los que tiene Grecia.