El cruce de una cebra africana y un burro cubano provoca el nacimiento del primer “cebrasno” de la historia
Como sacado de alguna fábula, el inesperado cruce por amor de una cebra africana y un burro cubano, ha dado a la mayor isla del Caribe, el orgullo de tener un “cebrasno”. El animal, de cuerpo robusto y color marrón, propio de los asnos y con rayas en las orejas, patas largas y una línea negra que se dibuja desde la cabeza hasta la cola, una clara evidencia de la madre, está ya en el zoológico de Ciego de Ávila de Cuba.
Aunque el apareamiento fue realizado de manera fortuita, los cuidadores del animal de ocho días, aseguraron a la prensa nacional que esta nueva estrella cubana es fruto del “amor”. “Este es el primer parto de la cebra y sabíamos que el acontecimiento podía ocurrir porque ambos son animales genéticamente compatibles, aunque proceden de diferentes partes del planeta”, ha indicado el director del zoológico, Fidel Yera.
Aunque la evolución del “cebrasno” es seguida al detalle por especialistas y los medios, expertos aseguran que este tipo de cruce no es lo que buscan los zoo del planeta, interesados básicamente en conservar las especies de manera pura.