El polémico Garzón se sentará en el banquillo por las escuchas de Gürtel
El magistrado Alberto Jorge Barreiro dicta la apertura de juicio oral por autorizar la práctica de escuchas en prisión a los imputados por la trama Gürtel. No es la única causa por la que Garzón se sentará en el banquillo: al Supremo solo le falta fijar la fecha para sentarle por investigar los crímenes de la Guerra Civil y el Franquismo a sabiendas de que no era competente para hacerlo. Baltasar Garzón, suspendido actualmente de su plaza de juez en la Audiencia Nacional, regresa a la actualidad judicial. En esta ocasión no por la causa de la memoria histórica, la que más avanzada está en el Supremo, sino por las escuchas de la trama Gürtel.
Garzón, quien actualmente trabaja en La Haya como ayudante del fiscal de la Corte Penal Internacional, ve así como tendrá que sentarse no una sino dos veces en el banquillo. Está acusado de prevaricación por ordenar la grabación de las conversaciones que los principales cabecillas de la trama corrupta mantuvieron en la cárcel de Soto del Real con sus abogados. Garzón, que fue el primer instructor del caso antes de que este pasara a ser competencia del TSJM, ordenó a la policía que grabara las conversaciones de Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez con sus respectivas defensas.
En el auto de apertura de juicio oral, el magistrado del Supremo ve “un delito continuado de prevaricación judicial y otro de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales”. Acusa además a Garzón de intentar “obtener datos reservados para favorecer el éxito de la investigación”.