En el boletín económico del mes de marzo, el Banco de España estima que la economía española crecerá este año un 0’8%, cinco décimas menos de lo previsto por el Gobierno; mientras que el año que viene el crecimiento será del 1’5%.

No mucho mejores son las estimaciones sobre la evolución del desempleo, “el desequilibrio más persistente de nuestra economía”, dice. La entidad monetaria considera habrá un lenta mejoría a partir del segundo semestre pero advierte de que la tasa de paro podría aumentar durante este año y sólo a partir de 2012 comenzaría a reducirse levemente.

En este sentido, el banco de España lanza un claro mensaje al gobierno: “actuaciones más enérgicas en relación con las reformas pendientes acelerarían el descenso del paro y la recuperación económica”, en clara alusión a la negociación colectiva.

Y dos cosas más el ajuste de la construcción finalizará a finales de este año y el déficit público será el 6’2% del PIB, dos décimas más de lo previsto por el ejecutivo.

En esta ocasión, insiste el Banco de España, las previsiones hay que tomarlas con más cautela de lo habitual. Además advierte especialmente de dos riesgos. Por un lado el encarecimiento de la energía, que pudiera ser más intenso de lo observado hasta ahora. Y segundo un recrudecimiento de la crisis de la deuda soberana que no puede descartarse totalmente, a pesar, de las autoridades europeas y nacionales.