¿Qué relación tiene la cultura occidental con el islamismo?
FR.- En Galicia, una concursante de religión musulmana llegó a conseguir que en una convocatoria pública para funcionarios de la Xunta de Galicia que coincidía en viernes fuese excluida del orden general y se montase un examen ad hoc para ella sola, en día conforme al calendario muslín. Casi al mismo tiempo, el Cabildo de la Catedral de Santiago cubría de flores la estatua de Santiago Matamoros, un de las dos advocaciones jacobeas con ocho siglos de antigüedad para ocultar a los ojos del público una parte del substancial de la alegoría de conjunto.
La opositora musulmana fue objeto de un tratamiento privilegiado, sin tener en cuenta a los demás concursantes, Ella se examinó tranquilamente, sin el agobio de la presencia del resto de los pretendientes a plaza. Fue un hecho insólito en un estado laico, donde la Administración debe tratar por igual a todos, pero no es así. Los musulmanes exigen cada vez con mayor seguridad derechos que no se reconocen a personas que profesen otra religión o ninguna. Recientemente, en un hospital público de Vigo un senegalés se negó a ser intervenido por mujeres, al observar que lo eran cirujano y la anestesista. En algunos comedores de servicios sociales de Galicia, donde están acogidos menores marroquíes, sus padres exigen no sólo comida “halal”, sino que se haga de modo separado de suerte que ningún alimento impuro roce con ella o que se usen utensilios de cocina que estén en contacto con carne de cerdo, como ha venido ocurriendo en uno de los centros de acogida en Lugo. Esta es la crónica de un conflicto, por ahora de baja intensidad, pero repetido, latente y generalizado, del que se pueden recoger ya decenas de testimonios cotidianos.
Las disposiciones en vigor en España sobre libertad religiosa y los convenios suscritos por el estado con otras confesiones, prevé incluso que, en determinadas circunstancias, la religión de un ciudadano o residente extranjero en España pueda tener o dar derecho a reclamar determinados efectos en el ámbito civil e incluso laboral (fiestas, descansos, etc.). En Barcelona, sin ir más lejos, determinadas confesiones musulmanas son autorizadas a manifestarse en la calle, sin otra limitación que evitar hacerse sangre (como exige el rito propio de dicha facción en su versión genuina), al auto flagelarse públicamente.
Uno de los aspectos más preocupantes de esta confrontación, que ya nos presenta evidentes indicios peligrosos es que, mientras a favor del llamado multiculturalismo se pretende reducir, desmontar o deshabilitar los elementos más característicos de nuestra propia cultura e identidad histórica, otros colectivos que conviven con nosotros, lejos de asumir los valores del pluralismo y adaptarse a la cultura social y al espacio civil donde pretenden vivir, tratan de imponer, preservar o establecer sus propias pautas culturales, para ellos irrenunciables, todavía a costa de que amortigüemos o simplemente renunciemos a las nuestras.
No pocas organizaciones de carácter musulmán vienen postulando, sobre todo a través de sus páginas web y de un insistente aparato de propaganda, campañas permanentes, en orden a desposeer, deslegitimizar o revisar los fundamentos que, a partir de la historia de España, han sido considerados los soportes de la personalidad colectiva de los españoles y de sus manifestaciones tradicionales. En este planteamiento coinciden algunas organizaciones de la izquierda política, lamentablemente instalada en una confusión de conocimientos muy peligrosa. Una de esa es la polémica sobre el uso de la Mezquita de Córdoba, sin parangón en el mundo, ya que en todo caso la antigua catedral de Constantinopla, ahora mezquita, es un museo.
Según el politólogo estadounidense Francis Fukuyama, el fracaso de la integración de los musulmanes en Europa es una bomba de tiempo que ya ha contribuido al terrorismo y puede llegar a convertirse en una amenaza para la democracia. En un artículo publicado en el diario El País, el sábado 11 de agosto de 2007, titulado, “El fin de la utopía multicultural”, señalaba:
El fracaso europeo del intento de crear una mejor integración de los musulmanes es una bomba de tiempo que ya ha contribuido al terrorismo, que por cierto provocará una reacción más firme de los grupos populistas y que posiblemente llegue a convertirse en una amenaza para la democracia europea misma. La solución del problema requiere un cambio del comportamiento de esa minoría inmigrante y de sus descendientes, pero también del de la comunidad nacional dominante.
El primer paso de una solución es admitir que el viejo modelo multicultural no ha tenido gran éxito en países como Holanda y Gran Bretaña, y que es necesario sustituirlo por intentos más enérgicos para integrar a la población no occidental a una cultura liberal común. El viejo modelo multicultural estaba basado en el reconocimiento de los grupos y de sus derechos. A causa de un erróneo sentido de respeto por la diferencia -y tal vez por sentimientos de culpa poscoloniales-, se otorgó a las comunidades culturales una excesiva autoridad para fijar las reglas de conducta de sus miembros. El liberalismo no puede basarse en los derechos de los grupos, porque no todos los grupos sostienen valores liberales. La civilidad de la Ilustración europea, de la cual es heredera la democracia contemporánea, no puede ser culturalmente neutral, dado que las sociedades liberales tienen valores propios que resguardan la igualdad de los valores y de la dignidad de los individuos. Las culturas que no aceptan esas premisas no merecen igual protección en una democracia liberal. Los miembros de la comunidad inmigrante y sus descendientes merecen ser tratados en un plano de paridad como individuos pero no como miembros de la comunidad cultural.
De modo parecido se expresaba el profesor Giovanni Sartori, politólogo y profesor emérito de la Universidad Columbia en Nueva York y de la Universidad de Florencia. Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, quien una entrevista publicada por el diario El Mundo, el sábado, 13 de octubre de 2007 afirmaba: “El islam ha declarado la Guerra Santa a Occidente, que no sabe defenderse”:
La democracia no puede funcionar en los estados religiosos, porque la democracia es un sistema laico fundado sobre la voluntad del pueblo. Y cuando trata de implantarse en un sistema teocrático fundado sobre la voluntad de Dios, el conflicto es inevitable. No se puede, es imposible. […]. El islam llegó allí [a la India] hace más de 1.000 años y, después de todo ese tiempo, los musulmanes aún no se han integrado en absoluto….[…] El islam ha declarado la Guerra Santa a Occidente. Occidente no es el agresor político, se limita a defenderse mejor o peor, más bien peor, porque no sabe hacerlo. […] Los inmigrantes musulmanes no se han integrado jamás en ningún lado. Ahí tiene usted el ejemplo de la India que le comentaba hace un momento. No se integran porque si uno obedece la voluntad de Dios no puede obedecer la voluntad del pueblo ni respetar el principio de legitimidad de la democracia. Y el islam es un sistema teocrático cuyos miembros están obligados a cumplir la voluntad de Alá, tal y como la interpretan sus clérigos. Así era Europa en la Edad Media; sin embargo, la religión cristiana ha conseguido aceptar la laicidad, pero el islam no. […] No acepto la idea de que si cogemos un musulmán y lo declaramos español vaya a convertirse en un buen ciudadano español. No se convierte en nada, sigue siendo lo que es. No recurramos a soluciones estúpidas y equivocadas. Debemos controlar y limitar la entrada de inmigrantes, porque si no nos arrollarán. ¿Qué hacer con los musulmanes que ya están en Europa?: Obligarles a acudir a la escuela laica nacional….
Samuel P. Huntington, de profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y autor del famoso libro “El choque de civilizaciones”, advertía:
Este nuevo orden mundial tiene sus riesgos. Las civilizaciones emergentes se consideran superiores a la de Occidente, con valores morales más auténticos. Por vía del desafío demográfico (el 2025 más del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las debe economías más fuertes del planeta) o por vía de la militancia creando inestabilidad, el poder y los controles de la civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas civilizaciones arraigadas a religiones, dominará la política a escalera mundial: en las fronteras entre civilizaciones se producirán las batallas del futuro.
El martes, 21 de septiembre de 2004, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, proponía ante la 59 Asamblea General de la ONU, la creación de una alianza de civilizaciones entre occidente y el mundo árabe y musulmán para combatir el terrorismo internacional por otra vía que no sea la militar.
“Esta alianza habrá de formarse a partir del estudio por parte de un grupo de alto nivel”, afirmó Zapatero “Tiene como objetivo fundamental profundizar en la relación política, cultural, educativa, entre lo que representa el llamado mundo occidental y en este momento histórico el ámbito de países árabes y musulmanes”, agregó.
Dos años después, sólo diecinueve países habían dado su apoyo a la Alianza de Civilizaciones. Entre estos países había árabes como Jordania, Egipto y Túnez, iberoamericanos como México y Costa Rica, musulmanes como Irán, Indonesia o Malasia, asiáticos (Tailandia) o africanos (Tanzania). También habían dado su apoyo expreso dos organizaciones internacionales, la Liga Arabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), además de la ONU. Incluso se anunció un plan de acción con medidas para concretas “desactivar el antagonismo” entre occidente y el Islam. El país más entusiasta era Turquía, esperando que fuera un pasaporte para entrar en la Unión Europa.
Hoy en día, la Alianza de Civilizaciones, pese a los millones de euros que el Gobierno de Zapatero le inyectó, es un asunto olvidado.
Rectifico en algo que dije. En anterior aporte mío dije que estos cortadores de cabezas que forman el ISIS entrarán en España por el sur, como en el año 711 con la invasión mahometana. Me equivoqué y rectifico. LA INVASIÓN YA LA TENEMOS EN CASA DESDE HACE UNOS 30 AÑOS, gracias a los gobiernos del PSOE y del PP, y son los más de tres millones de mahonetanos que tenemos en nuestra patria. Imaginaos por un momento que el ISIS se extiende como la pólvora por todo el oriente medio y el norte de Africa. Miles o millones de mahometanos… Leer más »
Aunque no esté de acuerdo que a un “llámese como quiera…”, no existe privilegio alguno, es Objeción de Conciencia por motivos religiosos, y lo contempla la Jurisprudencia española, o sea, que aunque parezca injusto a simple vista, es completamente legal.
Del mismo modo que destruyeron las culturas egipcia y persa destruirán la cultura occidental,sobre todo la europea,y nadie parece verlo!
Hay 57 países que viven la creencia del islam, una forma amplia y total de entender su entorno y cada acto . Algunos de los 57 tienen unas riquezas naturales inmensas,tanta que literalmente no saben ni en que gastarla (como Dios manda).Yo les haría muchas propuestas de gasto en solidaridad entre ellos mismos ,sin recurrir a una Europa pisoteada y ninguneada por sus propios dirigentes,montados en la codicia y la deslealtad.¿Porque esa obsesión por colonizar Occidente donde se sienten tan mal tratados y a la vez tanto desprecian nuestras costumbres?. Ellos son los que llegan por tanto tienen que adaptarse… Leer más »
El Islam no tiene, ni ha tenido ninguna relación con Occidente. Lo que cuentan sobre la chica que la dejaron rendir exámenes no en día viernes, acá en Chile ocurrió algo parecido con una chica Adventista del 7° Día. Pero me parece a mí, que toda religión es respetable, pero cuando se trata de cosas puntuales, uno debe apechugar…sea el día que sea… Además, Los islamistas jamás se han asimilado a Occidente, no respetan las leyes de los países a los que llegan…eso lo he visto por más de 35 años…hoy tengo 43…vivo al sur del mundo…y no quiero que… Leer más »
Cito: «La civilidad de la Ilustración europea, de la cual es heredera la democracia contemporánea.» Respondo citando a Rémi Brague, francés, filósofo medievalista, el cual dice lo siguiente: ??? La cuestión de la LAICIDAD aparece en la historia con el cristianismo. Hasta que no aparece el cristianismo, no se plantea la cuestión de la laicidad. Hay dos niveles. En el nivel de la palabra, «laicidad» es una palabra de origen cristiano. «Laicos», en griego, quiere decir el «miembro del pueblo de Dios». Esta palabra NO SIGNIFICA el miembro de la comunidad política, sino más bien el hombre como objeto de… Leer más »
Si el emperador romano Constantino no hubiera convertido el Cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano hoy dia esta religión no existiría o sus seguidores serían muy pocos.
Por otra parte, la separación entre política y religión se produjo en la Europa cristiana a partir del Renacimiento y de la Ilustración pero en el islam no existe, ni puede existir, separación entre la política y la religión porque el Corán no lo permite.
Los verdaderos culpables son aquellos que les consiente todo, así están convencidos de que esta tierra es suya y nos amenazan mil veces, con la bajada de pantalones ante ellos solo consiguen que se crean mas fuerte y convencidos de que algún día nos pasarán por encima,,
El islam lleva 1.400 años en guerra contra la civilización occidental (es decir, contra la Cristiandad). Esa es la única relación que ha habido, y que sigue habiendo, entre las dos civilizaciones.
Simplemente digo:
Los que vienen de fuera (o sus descendientes) JAMAS, JAMAS, JAMAS, serán vistos por los ojos del autoctono, cómo parte integra de su identidad, por mucho que sobre el “papel” esté en igualdad de derechos (eso sí, casi nunca de obligaciones).