La Generalidad ha decidido intensificar la presión para exigir al Gobierno el concierto económico. La estrategia del presidente autonómico, Artur Mas (CiU), pasa por tensar la cuerda en cada una de sus intervenciones públicas, bien sea un debate en el Parlamento autonómico, un discurso en un congreso de empresarios, o una entrevista en la televisión o en los periódicos. El objetivo es convencer a los ciudadanos de que el “pacto fiscal” es la panacea que resolverá todos los males de Cataluña.

Consciente de la importancia de la prensa extranjera de reconocido prestigio, en los últimos meses el líder nacionalista ha puesto en marcha un plan de internacionalización de un hipotético conflicto con el resto de España, lo que ha hecho a través de las páginas de diarios como The Wall Street Journal, La Stampa, Financial Times, Frankfurter Allgemeine Zeitung, Le Monde y NRC Handelsblad, entre otros, e, incluso, emitiendo comunicados oficiales en inglés de algunos de sus alegatos.

Folletos propagandísticos

La ofensiva mediática ha alcanzado todos los ámbitos, pero destaca una novedad impulsada hace poco más de un mes. A través de la página govern.cat, el Ejecutivo autonómico ha empezado a distribuir de forma periódica unos folletos en los que, con un formato visualmente atractivo y un lenguaje sencillo y pedagógico, explica a los ciudadanos ‘en dos minutos’ los supuestos agravios que padece Cataluña.

El panfleto emitido el pasado 3 de mayo llevaba por título ‘Cataluña padece un déficit fiscal crónico con la Administración estatal’, y, tras señalar que el déficit fiscal ‘mide la diferencia entre lo que la Administración estatal recauda en Cataluña a través de los impuestos y lo que retorna en forma de gastos’, llega a la conclusión que este ascendió a 16.409 millones de euros en 2009, lo que supondrían ’9.004 euros por familia’, y se habría mantenido en el 8% de media desde 1986.

Sorprendentemente, el pasquín no indica en ningún momento que hay varios métodos para calcular las balanzas fiscales, ni que el resultado presentado corresponde al método más favorable para los intereses políticos de CiU, ni tampoco que según el sistema de cálculo más fiable para los expertos (el de carga-beneficio) las cifras se reducen sustancialmente -como advirtió el PSC- e, incluso, pueden llegar a dar superávit.

El mito de los 759 millones de la Disposición Adicional Tercera

Folleto propagandístico lanzado por la Generalidad para denunciar una supuesta deuda del Gobierno en aplicación de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto, a pesar de que el Tribunal Constitucional dictaminó que no es vinculante.

De igual forma, el jueves pasado el Ejecutivo autonómico emitió otro folleto didáctico en una línea similar al anterior. En ese caso se titulaba ‘El Estado español diluye su déficit centrifugándolo hacia las autonomías’. Como si de un cartel electoral de Solidaritat se tratase, el documento recoge toda una serie de supuestas afrentas económicas contra la Generalidad llevadas a cabo por el Gobierno, que se coronan con los ya míticos 759 millones de euros reclamados en aplicación de la Disposición Adicional Tercera del Estatuto relativa al año 2008.

Sin embargo, la mayoría de los datos recogidos responden al recorte generalizado de los Presupuestos Generales del Estado (que afecta a todas las CCAA), y olvida aspectos como el hecho de que el Fondo de Suficiencia Global destinará este año 1.753 millones de euros a Cataluña (lo que la sitúa como la primera Comunidad receptora, con el 22,8% del total nacional) o que el Tribunal Constitucional dictaminó en su sentencia sobre el Estatuto de Autonomía del Estatuto que la Disposición Adicional Tercera no es vinculante.