Álvaro Galán.- En las últimas dos décadas, comunidades cristianas históricas en Medio Oriente, África y Asia han sufrido ataques, desplazamientos y asesinatos que han diezmado poblaciones centenarias. Organizaciones internacionales documentan miles de muertes y millones de creyentes que viven bajo niveles “altos” o “extremos” de persecución. Este reportaje recorre los principales focos de violencia, recoge testimonios y sitúa la gravedad del fenómeno en cifras verificables.

El panorama en cifras

4.476 cristianos murieron por causa de su fe en 2024, según el recuento recopilado por Open Doors en su World Watch List 2025.

Cerca de 365 millones de cristianos sufren niveles “altos” o “muy altos” de persecución o discriminación a nivel mundial, según un informe recopilado en el House of Commons Library.

Estas cifras no uniformizan realidades: mientras en algunos países la represión es principalmente legal y administrativa, en otros adopta la forma de matanzas y limpieza étnico-religiosa.

Zonas calientes: casos y testimonios

Irak y Siria — el legado del Estado Islámico

Cuando elEstado Islámico (ISIS) avanzó en 2014 por el norte de Irak y regiones de Siria, centenares de miles de cristianos huyeron o fueron forzados a abandonar ciudades enteras como Qaraqosh (al-Hamdaniya). “Lo perdimos todo en horas: la iglesia, la casa, las fotos de la familia”, cuenta un refugiado de Qaraqosh que escapó hacia el Kurdistán; la ciudad quedó vacía y muchos no han regresado.

La campaña de ISIS incluyó ejecuciones, secuestros y conversiones forzadas, y marcó un punto de inflexión en la presencia cristiana moderna en la región.

Egipto — ataques a la comunidad copta y discriminación institucional

La comunidad copta ha sido blanco de atentados (incluidos ataques a iglesias) y de episodios de violencia comunitaria en varias provincias, especialmente desde la inestabilidad política posterior a 2013. ONG como Amnesty han documentado detenciones arbitrarias cuando los fieles reclaman reparación o reconstrucción de templos dañados. “Pedimos protección y nos encontramos con indiferencia”, afirma un líder local citado en informes de ONG.

Irán — criminalización de conversiones

Informes sobre detenciones y juicios contra cristianos conversos y líderes de “iglesias domésticas” señalan un patrón de redadas, encarcelamientos y cargos que van desde “propaganda contra el régimen” hasta “actos contra la seguridad nacional”. Las fuentes judiciales y de derechos humanos señalan que el ejercicio de una fe no mayoritaria puede ser perseguido penalmente.

Consecuencias humanas y demográficas

Éxodo y despoblación: ciudades con presencia cristiana milenaria han visto reducciones dramáticas de su población.

En Irak, comunidades que contaban con cientos de miles antes de 2003 hoy son minorías reducidas o desplazadas.

Desplazamiento interno y refugiados: las ofensivas y los ataques han empujado a familias a campos o a emigrar a países seguros. El éxodo erosiona tejido social, tradiciones y patrimonio cultural.

La persecución y las matanzas que afectan a cristianos en varios países de mayoría islámica combinan violencia terrorista, fallos estatales y discriminación estructural.

Las cifras más recientes de organizaciones especializadas muestran miles de víctimas fatales y centenares de miles desplazados; sin embargo, los números sólo rascan la superficie del dolor humano y de la pérdida cultural. La respuesta exige, según ONG y organismos, investigación rigurosa, protección internacional y políticas públicas que garanticen el pluralismo religioso como un pilar de la paz.  haga ahora y lo preparo directamente.