Minghui.- Isaac Newton es considerado uno de los físicos y matemáticos más destacados de todos los tiempos, pero pocos saben que también contribuyó a los estudios bíblicos y las profecías, e investigó las culturas antiguas. De hecho, los historiadores han descubierto que Newton dejó más escritos en estas áreas que en la investigación científica convencional. También creen que Newton aplicó el mismo nivel de diligencia, o incluso mayor, a estos estudios que a su investigación científica.

Subastados en 1936, los escritos de Newton —con un total de aproximadamente un millón de palabras— fueron posteriormente a la Biblioteca Nacional de Israel en Jerusalén y al King’s College (Colegio del Rey) de Cambridge. Una versión digital de sus manuscritos también se puso a disposición del público general.

Según Stephen David Snobelen y otros académicos, Newton predijo que el mundo experimentaría una transformación importante en el siglo XXI. A pesar de las interpretaciones apocalípticas de los medios de comunicación, Snobelen argumentó que Newton se refiere a esto como el comienzo de una nueva era, una era que la fe judía denomina la era mesiánica de paz y hermandad universal.

El fin de los mil años

Muchas de las profecías de Newton se basaron en el Apocalipsis. Newton escribió que en el Antiguo Testamento se predice el regreso de Dios y que una de las señales es la restauración de Israel.

Tras el asedio de Jerusalén en el año 70 d. C., se produjeron una serie de guerras judeo-romanas, y los judíos fueron expulsados de las zonas circundantes de Jerusalén (el asedio de Jerusalén). Siglos después, se estableció el Estado de Israel en 1948. Cabe destacar que el Partido Comunista Chino (PCCh) tomó el poder un año después, en 1949.

Algunos asocian el establecimiento del PCCh con la pesadilla predicha en Apocalipsis 20: «Y cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro puntos cardinales de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar».

Chiang Kai-shek, líder de la República de China, pasó décadas luchando contra el PCCh y el comunismo. En un artículo de 1961 titulado “El Partido Comunista es el mayor enemigo de la humanidad”, escribió: “Deberíamos serenarnos y preguntarnos: ¿estamos ante el fin de los mil años, como describe la Biblia?… Los estudiosos de la Biblia coinciden en que, una vez liberado de la prisión, Satanás podría ser extremadamente poderoso. El comunismo, la encarnación de Satanás, no solo lucha contra Dios, sino que también le juega malas pasadas deliberadamente”.

Chiang señaló que seguir al PCCh conduciría a la gente por un camino sin retorno. “Cualquier intento de colaborar con el PCCh hará que la gente caiga en su trampa, o equivale a invitar a ladrones a su casa. Si el mundo libre sigue este camino, no solo será incapaz de reconstruir la tierra de Dios, sino que se encaminará hacia la autodestrucción”.

El ascenso del PCCh

Pero estas advertencias fueron ampliamente ignoradas. Once años después de que Chiang publicara este artículo, el presidente estadounidense Richard Nixon visitó China. Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y China se establecieron en 1979.

Cuando la Unión Soviética y el Bloque Comunista del Este colapsaron en 1989, Occidente declaró una gran victoria y no consideró al PCCh una amenaza. Con la ayuda de los países occidentales, especialmente Estados Unidos, la China comunista entró en la OMC en 2001 y creció a una velocidad sin precedentes.

Todo esto contribuyó al dominio actual del PCCh. Como segunda economía más grande del mundo y el mayor exportador de bienes, China llenó el mundo de productos baratos. Mientras tanto, se infiltró profundamente en el mundo libre con la ideología comunista a través de sus Institutos Confucio, propaganda en forma de anuncios en periódicos y, más recientemente, en las redes sociales.

Los líderes del PCCh lanzaron una invasión integral a Occidente mediante el dinero, los medios de comunicación y la lujuria. Mirando hacia atrás en la historia, se puede encontrar que la Unión Soviética fue solo un paso preparatorio en el plan de Satanás, mientras que el PCCh es la entidad elegida para dominar el mundo.

La Sangre de los Santos

El Apocalipsis nos dice:

“Entonces apareció otra señal en el cielo: un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y siete coronas en sus cabezas.

Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra…

Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación, y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la abundancia de sus deleites.

Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús…”.

“El gran dragón rojo”, “la serpiente antigua”, “Satanás” y “la mujer” pueden referirse al PCCh. Los comunistas suelen usar una estrella roja como símbolo, y la estrella tiene 10 aristas; el comité permanente superior del politburó del PCCh tiene 7 miembros. Estos corresponden a la descripción en el Libro del Apocalipsis.

La cultura tradicional china veneraba lo divino, y el pueblo chino creía que la humanidad provenía de lo divino. Sin embargo, desde que tomó el poder en 1949, el PCCh destruyó la cultura tradicional y masacró a más de 80 millones de personas, como se establece en los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

La sociedad occidental ignoró en gran medida estas tragedias, incluyendo la Masacre de Tiananmén en 1989 y la persecución a Falun Gong, que comenzó en julio de 1999. Al menos decenas de miles de practicantes han sido arrestados por su fe y por seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Muchos fueron torturados y llevados a campos de trabajo o prisiones. Minghui.org ha confirmado más de 5000 muertes causadas por la persecución, y un número desconocido de practicantes han perdido la vida a causa de la sustracción forzada de órganos por parte del PCCh.

Muchos gobiernos y medios de comunicación occidentales ignoran estos graves abusos contra los derechos humanos debido a intereses económicos. Como dice el Apocalipsis: “…todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación… y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de sus deleites”.

China antes del comunismo

Apocalipsis 19 nos habla de la intervención divina:

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.

Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que nadie conocía sino él mismo.

Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios.

Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos”.

“Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito un nombre: Rey de reyes y Señor de señores”.

Para muchos en la sociedad occidental, un caballo blanco suele representar pureza, poder y una conexión divina. César entró en Roma en una carroza tirada por caballos blancos; el emperador romano Constantino el Grande vestía una armadura ornamentada y cabalgaba sobre un caballo blanco durante las batallas; George Washington solía montar caballos blancos, e incluso viajó en un carruaje tirado por seis caballos blancos durante su primera investidura presidencial.

Shen Yun Performing Arts, con sede en Nueva York y con la misión de revivir la cultura tradicional china, muestra al Creador en una carroza tirada por caballos blancos. Él guía a seres divinos a la Tierra para establecer las civilizaciones de la humanidad. El espectáculo retrata la cultura china antes de su destrucción por el comunismo.

El PCCh no puede tolerar a Shen Yun. Ha instigado más de cien amenazas de atentados y tiroteos masivos en teatros que presentan espectáculos de Shen Yun. El PCCh también ha desatado una guerra mediática y presentado una serie de demandas contra Shen Yun fuera de China. Tan solo el New York Times ha publicado 12 artículos difamando a Shen Yun con falsas acusaciones.

Afortunadamente, algunas personas valientes han dado un paso al frente, incluyendo el tribunal popular independiente del Reino Unido que investigó la sustracción forzada de órganos, así como algunos funcionarios electos en Estados Unidos y Canadá. Por ejemplo, la Ley de Protección a Falun Gong fue aprobada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y está a la espera de su aprobación en el Senado.

El Libro del Apocalipsis también describe el Juicio Final. Lo que se está desarrollando ante nosotros bien podría ser una oportunidad para que cada uno de nosotros demuestre qué clase de personas somos antes de que llegue el momento final. Dependiendo del rol de cada persona en la sociedad, las decisiones que tome en respuesta a los crímenes del PCCh no solo determinarán su propio destino, sino que también afectarán a las personas de las que es responsable, incluyendo a sus familias, lectores, espectadores e incluso compatriotas.