Íñigo Errejón, ejerciendo de hombre ‘violeta’ en los 8M.

Estanislao de Kostka.- Desde la izquierda, desde siempre y con arrogancia, han intentado patrimonializar, esto es, hacer suyo en exclusiva, el feminismo, la igualdad, los derechos de las mujeres, la cultura, la defensa de los menos favorecidos, la homosexualidad, etc.

Como si ellos fueran poseedores de la verdad única, como si los que no pensaran como ellos fueran todos unos fachas.

Efectivamente otra pancarta se les ha caído, porque con mucha frecuencia se agarran a eslóganes falsos, hechos con frases tópicas, pero, después, a la hora de la verdad, su globo se desinfla, y nos damos cuenta que es todo fachada, hipocresía y falsedad.

Ignoran que nadie tiene la varita mágica de la bondad, la honradez y la humanidad, en cuestión de conceptos sociales como los antes referidos. No es un problema de ser de derechas o de izquierdas, sino de naturaleza humana. En todos lados hay buenos y malos, decentes e indecentes, machistas y adictos al sexo. Pero al menos los de derechas no hacen de bandera única lo contrario de lo que piensan. Ni hay esas grandes contradicciones entre la persona y el personaje. No se oponen por la mañana a la prostitución y por la tarde acuden al burdel. No se convierten en defensores de las mujeres y del feminismo, y por la noche las acosan, las agreden y su eslogan pasa a ser “solo sí es sí si lo digo yo y como yo quiera”.

Debería ser innecesario romper los tópicos de la izquierda, esos tan cacareados de que los votantes de derechas y de centro derecha son machistas, no respetan a las mujeres, no creen en la igualdad de todos, discriminan a los que tienen una orientación sexual distinta, le gustan las guerras, no desean lo mejor y la prosperidad de los menos favorecidos, explotan a los obreros, etc.

Los de derechas crean la riqueza y los de izquierdas reparten la pobreza. Es un tópico, o quizás no, si miramos, por ejemplo a Cuba y otros regímenes de igual color ideológico. Los empresarios, tan denostados por los progres de izquierdas, son los que dan de comer a su conciudadanos a cambio de su trabajo, los que pagan las nóminas, frente a los supuestos defensores de los trabajadores, los sindicatos, que no trabajan, que están liberados y que sin equivocarse se les puede considerar como parásitos sociales.

Y después están los millonarios de izquierdas, esos actores y demás calaña, que acumulan riqueza a raudales, no ya para repartirla como debería hacer un buen socialista o un comunista, ni para ayudar al prójimo. ¿Alguien ha visto alguna vez a Barden o Almodóvar ayudar al prójimo, o al necesitado? Yo sí he visto a doña Carmen, la mujer anónima de la parroquia de abajo, que es de derechas, dar de comer al pobre y ayudar al necesitado.

Rompamos los tópicos, abramos los ojos y la mente, analicemos quién genera riqueza y la reparte, y quién genera pobreza y la extiende. Quién tiene una vida con valores y quien aparenta tener valores… ¿verdad Errejón, Ábalos, tito Berni, Koldo, Begoña, Sánchez…?

*Jefe de los servicios jurídicos de AD