No cabe duda alguna de que España posee unas connotaciones de especial singularidad que le da un halo diferente al resto de los países europeos. Es mucha y densa la historia de España y sus habitantes. Somos una mezcla de razas de todos los que por aquí han pasado durante la historia.

Los primeros habitantes históricos de España fueron los iberos, de origen indo-escita, es decir que tenemos un origen indio e iraní . Los iberos dieron el nombre de Iberia a la Península; vinieron luego los celtas, a través de la Galia y también arios. Fundiéndose ambos pueblos, dieron origen a uno nuevo; el de los celtíberos. Desde el siglo XV al III a. de C., llegaron sucesivamente a Iberia y fundaron colonias en sus costas los fenicios, que le dieron el nombre de Hispania. Mas tarde aterrizaron por aquí los griegos y los cartagineses. La conquistaron los romanos y bajo el poder de Roma estuvo desde el siglo II a. de J C. hasta el V de la Era Cristiana. A la caída del Imperio romano, en el 409 fue invadida y conquistada por los suevos , vándalos, alanos y visigodos que fijaron su capital en Toledo y adoptaron la lengua latina y la religión católica. A principios del siglo VIII, en el año 711 , invadieron la Península los árabes de la Mauritania o moros, hoy este término está mal visto, pero moros eran, que en poco tiempo se enseñorearon del territorio, excepción hecha de Asturias y Vizcaya. Los pocos españoles que en el ángulo noroeste de la Península lograron frenar la invasión, emprendieron una guerra de reconquistas que duró más de siete siglos. Ya en el siglo IX ya habían adquirido importancia los reinos cristianos de Aragón, de León y de Navarra y la Marca Hispánica o Cataluña; la desmembración del Califato de Córdoba aceleró la obra de la Reconquista. Ésta fue completada por los Reyes Católicos, cuyo matrimonio (1469) preparó la unión de Aragón y Castilla y que en 1492, al expulsar a los musulmanes de Granada, realizaron la unidad nacional. A los Reyes Católicos, que a la gloria de haber realizado la unidad nacional se agregó la de que en su reinado descubriese Cristobal Colón el Nuevo Mundo (1492), con la ayuda de mis ancestros los hermanos Martín Alonso , Vicente Yañez y Francisco Pinzon. Durante los últimos cinco siglos esto ha provocado un continuo trasvase de americanos hacia España y viceversa.

Este marasmo genético nos convierte en únicos e irrepetibles y hoy observamos manifestaciones culturales, sociales y políticas sin parangón en el mundo conocido, tanto para lo bueno como para lo peor.

El privilegiado enclave de la Península Ibérica favorece nuestras singularidades: la música y el baile flamencos, las corridas de toros, las playas fantásticas , con 7.905 Kms. de costa a dos mares y un océano y más de 2.500 horas de sol al año. Todo esto se dice pronto pero la realidad es que nos hace únicos.

Las peculiaridades exclusivas de España y sus nacionales son diversas también en lo político. El término unidad se considera excesivamente conservador, fascista incluso, cuando sabemos que los españoles unidos y remando en una única dirección somos invencibles y altamente competitivos en todo. En lo social estamos dañados por la fractura estúpida e incongruente que supone la división en dos bloques que parecen irreconciliables y que hace imposible el cambio de voto desde posiciones conservadoras a políticas progresistas y viceversa, con lo cual por mucho que se baraje siempre se reparten las mismas cartas. Una de nuestras mayores desgracias es la coexistencia de dos siglas alternantes: PSOE y PP, pero el particularísimo electorado celtibérico parece no cansarse de seguir tan dormido como indolente. Por último y para no cansar, destacar otra peculiaridad muy nuestra : un complejo de inferioridad preocupante. España es una gran nación con una historia impresionante, se quiera o no, envidiada por prácticamente el resto de países, que así la reconocen y no entienden el ánimo quebrantador de unas organizaciones separatistas, que bien debieran estar ya declaradas ilegales desde hace tiempo.

El canciller Otto Von Bismarck afirmó: “La nación más fuerte del mundo es sin duda España». Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido.

«El día que dejen de intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo”.