El francés Jérémie Louis-Sidney fue abatido durante el desmantelamiento de una célula islamista radical el sábado 6 de octubre. Otras once personas fueron detenidas. Se estima que varios centenares de individuos podrían lanzar este tipo de ataques en Francia, que vive bajo la amenaza del “terrorismo interior”.

Seis meses después del traumatismo que causaron en Francia los asesinatos de Mohamed Merah –quien mató a sangre fría a siete personas, entre ellas a tres niños judíos en una escuela de Toulouse– este fin de semana fue desmantelada una célula islamista radical.

La redada se llevó a cabo en tres lugares distintos y se saldó con la muerte de un hombre en Estrasburgo, el “principal objetivo” de los policías, y la detención de once más. Tres miembros de las fuerzas de intervención francesas resultaron levemente heridos.

El islamista radical abatido con una magnum 357 en la mano durante la operación el sábado en Estrasburgo es Jérémie Louis-Sydney, un francés de 33 años que había sido condenado en 2008 por un caso de narcotráfico. Las autoridades remontaron la pista hasta él porque encontraron trazos de su ADN en fragmentos de la granada lanzada el pasado 19 de septiembre contra un almacén “kosher” de los suburbios de París (Sarcelles, al norte).

El hombre figuraba desde el año pasado en los registros de los servicios de inteligencia como un “delincuente que se ha convertido al Islam radical”. Este perfil, que también comparten tres de los integrantes de la célula desmantelada (vinculados en casos de robo, violencia y narcotráfico), no sorprende a las autoridades. El deslizamiento de la delincuencia al islamismo radical también se produjo a mediados de los 90 con la “Banda de Roubaix” de Khaled Kelkal.

Este joven nacido en Argelia fue el principal responsable de una ola de atentados con bomba en París, entre julio y octubre de 1995, que dejaron ocho muertos y dos centenares de heridos.

Aunque también tiene un pasado de delincuente, Louis-Sydney, a diferencia de Kelkal, nació en Melun (41 km al sureste de París) y es de origen antillano. A este respecto, el ministro del Interior, Manuel Valls, recalcó: “La dificultad es que no se trata de redes terroristas que vienen el exterior, sino de redes que están en nuestros barrios, son franceses convertidos, franceses musulmanes”, declaró el ministro del Interior, Manuel Valls.

Otro ingrediente que inquieta a las autoridades es la determinación de estos jóvenes. Una lista de lugares israelíes (como el supermercado kosher atacado en septiembre) fue descubierta entre las pertenencias de Louis-Sydney, pero también un testamento, una señal que hace pensar a las autoridades que el joven estaba muy probablemente dispuesto a morir como un mártir de la yihad, la guerra santa.