Ya no se lo cree ni el mandilón Bolaños
Ramón Pérez-Maura.- Es difícil valorar en qué punto de esta semana se podía producir el descalabro. A mí me sorprendieron mucho varios incidentes en poco más de 24 horas. Por una parte, Pedro Sánchez declinó asistir al Congreso de Comisiones Obreras. Hombre, eso implica tener el ánimo muy bajo. Porque me reconocerán que es difícil para el todavía presidente del Gobierno acudir a un sitio donde los asistentes puedan ser más sumisos y entregados que el congreso de un sindicato que no es capaz de reunir a más de un puñado de personas el 1 de mayo, pero que es tratado por el Gobierno de la nación como si fuesen los amos del lugar. Yo recuerdo la coña que se traía Luis María Anson como director de ABC cuando ordenaba crónicas puntillosas sobre la inasistencia de la clase trabajadora a las manifestaciones del 1 de mayo. La información publicada un 2 de mayo cualquiera de la primera mitad de la década de 1990 en ABC empezaba algo así como «El buen tiempo y la brisa primaveral provocaron una muy escasa asistencia a la manifestación de ayer, 1 de mayo, en el Paseo de la Castellana. Apenas unos cientos de personas que se vieron traicionados ignominiosamente por los hermanos de clase que prefirieron irse a las piscinas o a tomar paella a la sierra». Pues ahora es Sánchez el que ya no va a ver a los sindicatos. Ni siquiera cuando tiene garantizada la aclamación. Como la que le dio su propio grupo parlamentario en pie el pasado miércoles, en medio de la inmundicia que le desborda.
La degradación de la sesión de control al Gobierno es tal que ya no se escucha lo que dice el contrario y sólo quieren aplausos, aunque no sean más que de los propios. Allí ya no parece ir nadie a convencer. «¿Cómo van a articular esta ley?» «Manzanas traigo». Y lo aclaman los suyos. Es para llorar.
Las crónicas de la prensa internacional han sido demoledoras, especialmente las de The Times, que estoy seguro de que tienen muy nervioso al equipo de comunicación de Moncloa. Son tan torpes que ni siquiera se les ha ocurrido decir que es un periódico cuya casa matriz tiene en el Consejo de Administración a José María Aznar. Y que sólo faltaría que a estas alturas de la película The Times hiciera editoriales a favor de Sánchez. Pero están histéricos. Han perdido el norte.
Y después el viernes nos trajo la imagen de la UCO entrando en Ferraz con mandato judicial. Hay que reconocer que las inspecciones se han acelerado mucho. La del viernes me trajo a la cabeza la del juez instructor del caso Filesa, Marino Barbero. Durante su labor para recabar datos, en octubre de 1992, el juez acudió a la sede del PSOE a fin de registrar sus instalaciones en busca de las actas de contabilidad del partido entre los años 1989 y 1990. Barbero, gran amigo de mi llorado José Miguel Santiago Castelo, llegó a Ferraz en taxi y le dijo al conductor que le esperase. El taxista no paró el contador. Y el juez estuvo buscando documentación trece horas. Evidentemente, la UCO es más expedita. Pero la imagen de la UCO entrando es mucho más dañina para el partido gubernamental que la del veterano juez Barbero.
Y por resaltar una cosa más, tenemos lo de Sánchez parapetado en Moncloa reuniéndose sin decir nada con Salvador Illa. Estoy seguro de que eso tendrá mucha trascendencia, pero no acierto a adivinar a dónde van a ir. Porque recordemos que Illa es el presidente autonómico de más peso en el sanchismo.
Hemos vivido una semana en la que queda claro que hay un enorme desconcierto en el sanchismo. El argumento de que hay una enorme conspiración de la ultraderecha, el lawfare y los pseudomedios ya no se lo cree ni el mandilón Bolaños. Veremos.
“…el mandilón Bolaños”.
En la profanación de la tumba de Franco con el ritual masón de “la venganza” el 8+1 estaba este sujeto: el masón Félix Bolaños, palabras que no se atreve o no quiere pronunciar el “blanqueador” Carlos Herrera” con su “Gracita Bolaños”.
El masón y profanador de tumbas Félix Bolaños con esa “gran hazaña” seguro que le han concedido el Grado 30, después del pisotón a un crucifijo que tuvo que realizar para ser Grado 29.