La guerra entre progresistas y conservadores, triste eje de la actual política mundial, se reproduce en la antesala del Cónclave que debe elegir nuevo papa
Tambores de guerra en el Vaticano. La lamentable y ridícula guerra entre progresistas y conservadores, triste eje de la actual política mundial, se reproduce en la antesala del Cónclave que debe elegir nuevo papa, tras la muerte del progresista papa Francisco.
La lucha entre cardenales no debería existir, o debería ser entre buenos y malos o entre los más santos y los menos, pero la miserable lucha por el poder que degrada y corroe la política mundial se reproduce en el corazón de la Iglesia, ante el estupor de mucho cristianos, conscientes de que estos deberían ser días de oración y reflexión profunda.
El Papa Francisco ha sido un progresista pertinaz, radical, que ha dejado su impronta en la Iglesia y que ha querido influir en el futuro nombrando a muchos cardenales de su misma ideología, la de las sonrisas ante el marxismo y el olvido de las víctimas de los tiranos comunistas.
Es un escándalo, pero progresistas y conservadores velan armas por la sucesión. La corriente conservadora, huérfana tras la desaparición de Benedicto XVI, se organiza para influir en un cónclave de mayoría progresista. Las espadas están en alto, como en los parlamentos de los países divididos y enfrentados.
El Espíritu Santo lo tiene difícil para inspirar al Cónclave, tan difícil que tal vez decida no hacer acto de presencia en las votaciones de la capilla Sixtina.
La sensación de que la Iglesia es más humana que divina y que en el seno del colegio cardenalicio se reproducen las miserias de la política mundial, con dos bandos enfrentados, el de los progresistas y el de los conservadores, están causando escándalo en el mundo de la fe católica.
Sólo 135 cardenales pueden elegir y ser elegidos. Ese derecho sólo lo tienen los que no han cumplido 80 años. En teoría, los progresistas son mayoría, pero la corriente conservadora, que crece en todo el planeta, se reproduce también en el corazón de la Iglesia Católica, donde los excesos del progresismo, su apego al poder absoluto, su sectarismo, su convivencia con las tiranías marxistas y su escasa sensibilidad ante los que sufren bajo la bota de tiranos sanguinarios como los que gobiernan Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros infiernos en la Tierra, están logrando que la lucha entre conservadores y progresistas se iguale, que el Cónclave se convierta en una cuadrilátero de boxeo y que la ideología del nuevo papa sea una incógnita.
Deberían estar buscando al más santo, al que mejor represente a Jesús con su ejemplo y pastoral, pero buscan a un líder de su bando.
Es lamentable que la Iglesia de Cristo haya sido invadida, también, por las miserias de la lucha por el poder.
El inminente cónclave será el que acoja a la iglesia más dividida en décadas. La actual es una Iglesia Católica con una marcada diferencia entre progresistas y conservadores, exactamente igual que en los países donde los dos bandos se enfrentan en las urnas. La gente sencilla, ante esa pugna, se escandaliza y entristece porque descubren que hasta el reino de Dios han llegado la bajeza, la corrupción y la sucia lucha por el poder.
Hay muchos intereses enfrentados en torno a la Iglesia Católica, que nadie duda que es un foco de influencia mundial apetecible para los que quieren controlar el futuro. Un papa continuista, como Francisco, dará ánimos y alas a los tiranos marxistas y a su resistencia frente al avance de los conservadores, que quieren recuperar los valores perdidos, reforzar la democracia y fortalecer las libertades individuales frente a las tiranías colectivistas y de los insaciables partidos políticos.
Todos quieren controlar el poder mundial y la Iglesia Católica es un baluarte a conquistar.
En el Cónclave, por vez primera en la Historia, intervendrán casi directamente y sin estar presentes físicamente, Trump. Putin, China, la Unión Europea, los países emergentes y las resistencias y muchas organizaciones que batallan por un mundo mejor.
La Capilla Sixtina, sede del Cónclave, está a punto de convertirse en uno de los escenarios previos de la III Guerra Mundial.
Ojalá baje el Paráclito para frenar esta locura y logre que el nuevo papa sea simplemente un santo.
El panorama católico es desolador. Prelados y sacerdotes españoles, todos, visten de lustroso traje negro con alzacuellos como único distintivo y los obispos creo que llevan una medalla en forma de cruz. Muchos portan cartera documental como los ministros.La sotana ha pasado a mejor vida y casi las únicas mujeres que se cubren la cabeza ya no son monjas católicas sino musulmanas cargadas de hijos. La Iglesia Católica solo produce pasmo y estupefacción. Está dispuesta a entregar catedrales consagradas al invasor y los jerarcas católicos parecen funcionarios pulcros, perfumados, pasados de peso y asentados en palacios arzobispales. Todos perciben un… Leer más »
La Doctrina de la IC de un Cielo e Infierno Eterno parece irracional, otra cosa seria El Karma (Principio de Accion Reaccion Cosmica) y la Reencarnacion.
En cuanto a la relacion del hombre con Dios no harian falta intermediarios.
es la batalla de siemprr: la.del bien (nosotros) contra el mal (el último Papa, por ejemplo)
La autoridad de un papa le viene de Jesús, por eso, antes que papa, es ser cristiano y delante de todos está Jesús. Nos fiamos demasiado de las personas (papas, cardenales, arzobispos, obispos, curas…), si, es cierto, es lo que vemos con nuestros ojos, son nuestros guías. Pero el fundamento, la esencia de todo es Cristo y cada cristiano es templo vivo Cristo. Nos ocupamos demasiados de la jerarquía eclesiástica, que si conservadores, que si progresista o de centro, todo esto, alimenta el morbo, la intriga y la salsa rosa de la Iglesia ¿sirve esto de algo?. Nos estamos alejando… Leer más »
El Cardenal Angel Fernández Artime seria un gran Papa.
Hijo de pescadores,Salesiano,entregado a los pobres y a la juventud.
No se por que intuyo que va a ser el próximo Papa.
A Dios se lo pido.
Papa Blanco y Papa Negro (Jesuita), cuadros blancos cuadros negros, como el suelo de las logias masonicas.
Con Fco los Jesuitas controlan ambos escaques, a ver que pasa ahora, por Ej el OPUS entre otras facciones estan cabreados y quieren la maxima influencia posible .
¿Seguiran los Jesuitas acaparando todo el Poder?, esta seria su intencion ,pero no les va a ser facil.