Las industrias que pueden hacer de España una potencia en Europa
España tiene un peso cada vez mayor en la economía de la Unión Europea, sobre todo desde la salida del Reino Unido con el Brexit. Mientras que en su día estábamos en el lado menos desarrollado de la Unión –lo que nos convertía en los principales receptores de fondos de cohesión–, ahora nos encontramos en el grupo de cabeza, y nos estamos convirtiendo en uno de los países más industrializados del continente.
El desarrollo de nuestra industria debe competir con gigantes como Alemania o Francia, lo que no resulta sencillo en sectores como la automoción o la maquinaria pesada. Pero España tiene un buen conjunto de industrias que son muy sólidas y que nos permiten plantearnos el futuro de nuestro país de manera muy optimista. Estas son algunas de ellas:
La banca
España cuenta con un sector financiero que es uno de los más robustos del mundo. Entidades como el Banco Santander, el BBVA o Caixabank se encuentran entre los bancos más prestigiosos de toda Europa, e incluso son reconocibles a nivel global. Nuestro sector financiero se ha visto especialmente beneficiado por la influencia que nuestra banca ha tenido y sigue teniendo en América Latina, una región con un enorme potencial de crecimiento.
Nuestro sector bancario resistió además muy bien la crisis del 2008 –con la excepción de Bankia– y la de 2020, lo que nos ha permitido ganar un peso todavía mayor en la escena internacional. Además, con un sector bancario tan robusto, cualquier otro sector de la economía española puede contar con la financiación necesaria para expandirse, lo que resulta en uno de los principales pilares de nuestra economía.
El turismo
España es uno de los países más turísticos del mundo, y tiene el potencial de convertirse en el principal destino turístico global si continúa mejorando su oferta en todos los frentes. Además de contar con una larga historia y una oferta cultural de primer nivel, en España tenemos un clima privilegiado que nos convierte en el principal destino de sol y playa para el mercado europeo. Y a esto hay que añadir los precios asequibles de nuestros resorts.
Las excelentes infraestructuras de nuestro país también son un punto a favor para la industria turística, que facilita la llegada de visitantes a través de grandes aeropuertos como Barajas o El Prat, y que favorece la movilidad interna con una red de trenes de alta velocidad de última generación. Por más que países como Alemania o Suecia también tengan una rica historia, es muy difícil que compitan con la excelente ubicación geográfica de España.
La industria farmacéutica
Cada vez son más las empresas farmacéuticas que establecen sus sedes en Madrid o Barcelona. Gracias a que los salarios del personal son más económicos en nuestro país si se los compara con Francia, Alemania o Suiza, España tiene un enorme potencial para crecer en el sector farmacéutico aprovechando la excelente formación que ofrecen nuestras universidades. A poco que apoyemos el auge de este sector, puede contribuir mucho a nuestra economía.
Empleos relacionados con la valoración química de productos farmacéuticos, el desarrollo de nuevas fórmulas y vacunas, la fabricación de medicamentos, o su distribución y exportación, pueden llegar a representar un importante porcentaje en el PIB de nuestro país. Los recientes aumentos de la inflación en Europa sitúan a España ante una oportunidad única para convertirse en un nuevo ‘hub’ internacional para la industria farmacéutica.
La energía
En España tenemos la suerte de contar con una compañía energética que ha sabido posicionarse como el auténtico líder global en energías renovables: Iberdrola. Mientras que Naturgy prefirió optar por el gas natural como su principal fuente de energía –lo que le reportó grandes ingresos en el pasado, pero condiciona su futuro a medio plazo–, Iberdrola es el proveedor de referencia en energía eólica y solar a nivel mundial.
Además del enorme impacto internacional que tiene Iberdrola, España está considerada como un auténtico paraíso para las energías renovables. Contamos con muchísimas horas de sol, tenemos áreas muy ventosas, disponemos de buenos recursos hídricos, e incluso podemos generar energía geotérmica y mareomotriz en el archipiélago canario. Por eso España puede y debe ser un referente global en el sector energético.
El transporte aéreo
España tiene una larga tradición en el transporte aéreo gracias al gran impacto que tuvo Iberia durante los años 70 y 80 del siglo pasado. Sin embargo, la privatización de la compañía y su posterior venta encubierta a British Airways mermó de forma considerable la proyección de nuestra industria. Además, Iberia –es decir, British Airways– se dedicó después a adquirir a su competencia en nuestro país, por ejemplo comprando Norwegian o Vueling.
Pese a todo, la ubicación excelente de nuestro país lo convierte en ‘hub’ ideal para conectar América Latina con Europa, África y Asia. Este es el sustrato perfecto para desarrollar las mejores aerolíneas del continente. Si bien es cierto que la situación actual de monopolio de British Airways en nuestro país lastra el sector, su potencial es innegable en el caso de que aparezcan nuevas empresas dispuestas a competir en nuestro espacio aéreo.