Cómo reducir la ansiedad de forma natural
La ansiedad es uno de los problemas de salud mental más comunes de todo el mundo. Muchas personas tienen estrés y ansiedad de forma crónica, por lo que se enfrentan a diario con una sensación de nerviosismo, tensión, dificultad para respirar y esa típica sensación incómoda en el pecho.
Si bien la mayoría de las situaciones se debe a un trastorno de ansiedad generalizado, en algunas otras ocasiones el problema se encuentra más bien en nuestro cuerpo y no en nuestra mente, como en el caso de hipertiroidismo. Pero en cualquier caso, un diagnóstico acertado puede favorecer al tratamiento preciso que mejorará notablemente la salud mental de la persona afectada.
Sin embargo, siempre es posible potenciar los resultados de las terapias o medicamentos mediante remedios naturales que nos ayudarán a calmar el estrés y la sensación de ansiedad rápidamente.
Uno de los más interesantes y que ha ganado cada vez más seguidores en la última década es el CBD para la ansiedad, debido a los resultados que ofrece.
Remedios naturales para la ansiedad
Los remedios naturales, en este caso, son completamente seguros de usar junto a las terapias médicas comunes, aunque si tienes dudas, siempre es mejor consultar con tu médico.
Aceite de cannabidiol (CBD)
El CBD oil es un producto natural derivado de la planta del cannabis. El aceite de CBD se caracteriza por no tener THC (tetrahidrocannabinol) o por contener niveles mínimos dentro de los que establece el marco regulatorio; es decir, el aceite de CBD no cuenta con la parte psicotrópica, por lo que no existirá ningún efecto alucinógeno o sensación de estar “high”.
Diversos ensayos y estudios clínicos respaldan su uso gracias a su enorme lista de propiedades. En este estudio se destaca su poder para reducir la ansiedad y el pánico. Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) también avalan estas propiedades.
Cabe destacar que además de ser una de las opciones naturales con efecto ansiolítico disponibles en el mercado, no existe ningún riesgo de dependencia al no tener en su composición ingredientes que puedan provocar adicción.
Ejercicio
Se trata de, para muchos, de una de las herramientas más poderosas para enfrentar el estrés. De acuerdo con numerosas investigaciones, se ha demostrado que el ejercicio puede ser un tratamiento efectivo para la ansiedad.
El ejercicio se encarga de mejorar nuestro estado de ánimo liberando sustancias como dopamina, serotonina, endorfina, etc., mientras que al mismo tiempo se encarga de deshacerse de hormonas indeseadas como el cortisol, responsable del estrés, es por ello que después de la actividad física solemos tener un sentimiento de bienestar y felicidad.
De hecho, según un estudio realizado en el año 2016, el ejercicio puede ser de mucha ayuda para las personas con ansiedad relacionada con dejar de fumar.
Infusiones
Las infusiones de hierbas han sido el secreto milenario para controlar la ansiedad y promover la relajación en una enorme cantidad de culturas. La ciencia ya ha comprobado que algunas infusiones, como el té de manzanilla, tila, valeriana o, uno de los más importantes en el hinduismo, el té de Ashwagandha, tienen un interesante poder ansiolítico al disminuir los niveles de cortisol, una hormona del estrés.
Hacer una pausa a los pensamientos acelerados para relajarse un poco mientras bebes una infusión, seguro te ayudará a ordenar tus pensamientos, bajarle el ritmo al día y reducir los niveles de ansiedad.
Meditación
Una de las terapias más comunes para calmar los niveles de ansiedad es la meditación, y todo se debe a que tiene una enorme capacidad para acabar con los pensamientos apresurados y nos ayuda a tomar el control de nuestra cabeza. Existen muchas formas y estilos diferentes de meditación, desde mindfulness o conciencia plena, hasta la meditación del yoga.
Aunque se ha de resaltar que la meditación con base en la conciencia plena ha demostrado tener un estímulo altamente positivo en personas con trastornos relacionados a la ansiedad y sus estados anímicos.
Ejercicios de relajación y respiración
Cuando nos encontramos ante situaciones de muchísima ansiedad o estrés, solemos tensar los músculos de forma inconsciente. Es por ello que los ejercicios para la ansiedad suelen ser bastante útiles.
Para llevarlos a cabo debemos acostarnos en una posición cómoda y de forma muy lenta relajar cada uno de nuestros grupos musculares, empezando desde la parte más lejana de nuestro cuerpo (los dedos de los pies) hasta alcanzar los hombros y la mandíbula.
De la misma manera, pero esta vez regulado por los centros nerviosos de nuestro cuerpo, el aumento de la frecuencia cardíaca responde a una situación de ansiedad intensa, y con ella vendrán otros síntomas como la disnea y la sensación de opresión en el pecho.
Es por esto que debemos enfocarnos en respirar de forma consciente. Esta es una muy buena técnica para minimizar un poco las pulsaciones por minutos, y con ello, el malestar generado por los trastornos psicológicos.
Aromaterapia
La aromaterapia es otra de las soluciones naturales para disminuir los síntomas más comunes provocados por las situaciones estresantes a las que nos podemos enfrentar a diario. Oler aceites de plantas con propiedades relajantes pueden ayudar a aliviar la angustia y la ansiedad.
En este caso, algunos olores pueden ser más efectivos para algunas personas que para otras, por lo que sería cuestión de experimentar cuál es el más adecuado para ti. Sin embargo, la lavanda es uno de los más efectivos.
De acuerdo con los resultados de algunos estudios, la aromaterapia tiene el poder de reducir la frecuencia cardiaca a corto plazo, ayudar a recuperar los hábitos de sueño, calmar los nervios e incluso equilibrar nuestras emociones.
Dar paseos por la naturaleza
Según los resultados de un estudio de 2015, dar paseos por bosques, el campo, plazas o cualquier entorno donde la naturaleza sea protagonista, tiene la capacidad de ayudar a distendernos y deshacernos de la rumiación mórbida, es decir, de esos molestos pensamientos que llegan constantemente a nuestra cabeza, tornándose obsesivos y ser uno de los principales desencadenantes del estrés y la ansiedad.
Además, también se ha demostrado que los paseos por la naturaleza tienen otros beneficios, como potenciar la memoria operativa, especialmente la memoria de corto plazo, la cuál es esencial para realizar tareas cognitivas complejas, como leer o llevar a cabo operaciones matemáticas.
Escribir
Una de las estrategias terapéuticas más comunes para reducir la ansiedad es precisamente aprender a expresarla, de esta forma se torna mucho más manejable.
Llevar un diario o realizar cualquier otra forma de escritura puede ayudarte a enfrentarte de una mejor manera con los síntomas de la ansiedad, ya sea escribir sobre los problemas que te afectan, sobre cómo te sientes o hacer redacción creativa, cualquier forma de escritura puede ser útil.
Estrategias para el manejo del tiempo
La procrastinación está directamente relacionada con el estrés y la ansiedad, así como un bajo rendimiento escolar, laboral e incluso con la prevalencia de ciertas enfermedades.
Algunas personas pueden sentirse abrumadas si tienen demasiadas tareas o compromisos al mismo tiempo, pero encontrar la forma de planificar adecuadamente puede ser interesante para contener los efectos de la ansiedad.
Una de las formas más efectivas y sencillas para lograrlo es visualizar lo bueno que será “haberlo hecho”, pensar –pero no demasiado– en lo negativo que sería dejar la tarea pendiente y tomar pequeños premios por cada avance que tengamos.
De igual forma, el uso de agendas y calendarios puede ayudarnos tanto a evitar la necesidad de tener que hacer todas las tareas pendientes al mismo tiempo, como a evitar que por la falta de organización no empecemos ni una ni la otra.
La lectura de un buen libro, clásico o moderno, es uno de los mejores recursos naturales contra la ansiedad y el estrés.