Una clave de la persecución religiosa
En la persecución religiosa por el Frente Popular llama la atención la orgía de odio y sadismo con que se produjo: sacerdotes quemados vivos, mutilados, toreados, arrastrados por tranvías, monjas violadas y torturadas antes de asesinarlas… Las explicaciones que se daban eran que los curas disparaban “contra el pueblo” desde sus iglesias, lo que nunca ocurrió; o que se alineaban con los explotadores, cuando la mayoría de las víctimas ejercían labores de ayuda y promoción de las personas con pocos recursos; o que impedían la cultura con su ancestral oscurantismo, cuando eran los perseguidores los que quemaban bibliotecas y centros de enseñanza ya desde el primer mes de la república.
Creo que aquel odio ensañado tenía una motivación más profunda: la pretensión de las ideologías de suprimir la moral y sustituirla por una libertad sin responsabilidad ni consecuencias. Esto es lo que fundamentalmente ofrecen las ideologías. Y es evidente que la Iglesia, con todas las críticas concretas que puedan hacerse a sus normas morales, suponía el gran obstáculo a la vuelta al paraíso preconizado por sus enemigos. De pronto, mucha gente se sentía víctima, no ya de opresiones concretas, sino de siglos de opresión material y mentiras morales que les impedían una felicidad sin obstáculos. Sentían una rabia vengativa por ellos y por sus antecesores, y pensaban que masacrando a la Iglesia se emancipaban. ¿De qué se emancipaban? Precisamente de las exigencias morales.
Desde el buenismo que promueve la idea utópica del comunismo teórico, se pasa directamente al salvajismo, la degradación total de la moral, a las torturas, fusilamientos y violaciones de los que no comparten esa idea. Del charlatán que promete paraísos, a la manada de incautos que le sigue, que en cualquier instante, despierta oscuros instintos en el grupo de abusar de su complicidad colectiva, su poder del grupo para asaltar a individuos indefensos que no forman parte de él, violar mujeres es un ejemplo de ese instinto de abusar del grupo para satisfacer una función biológica básica como la sexual,… Leer más »
El luciferino sionismo masónico siempre tuvo claro que la ideología católica era su principal obstáculo. el comunismo, al fin y al cabom, es una creación y brazo armado de ellos
Exactamente. Nada “favorecio” más para lograr los oscuros objetivos que se propuso aquel nefasto poder que la manipulación persistente, intensa, solapada de los individuos inoculándoles un odio cainita fulminando su dignidad. a un nivel de degradación espeluznante, y a partir de esta situación,lo que hubo fué una masa informe que siguió sus consignas.
Porque en estos casos, es imprescindible la eliminación, de un modo “ejemplarizante” de los que intentan oponerse
Totalmente de acuerdo con su brillante artículo…