Cómo calcular la cuota de un préstamo hipotecario
Comprar una vivienda es uno de los pasos más importantes que damos a lo largo de nuestra vida; porque esa vivienda será el lugar en el que vamos a construir nuestro hogar, y porque su precio es muy elevado, lo que obliga a que la mayoría de la población tenga que recurrir a un préstamo bancario.
El préstamo hipotecario, la forma más habitual de financiar la vivienda
Por lo general, para poder pagar la vivienda es necesario solicitar un préstamo. Pero antes de que firmes nada, es importante que sepas qué cuota tendrás que pagar cada mes hasta que el préstamo quede cancelado. Pues bien, para calcular la cuota de un préstamo hipotecario vas a necesitar tres datos:
– En primer lugar, el valor de la vivienda.
– En segundo lugar, el tipo de interés al que se va a pagar el préstamo.
– En tercer y último lugar, el tiempo para cancelar la hipoteca. Lo habitual es que firmar una hipoteca a veinticinco o treinta años vista.
Por suerte, para calcular tu hipoteca ING y otras entidades bancarias disponen ya de un simulador en el que solo tendrás que introducir una serie de parámetros. Tendrás el resultado de manera cómoda y rápida.
A la hora de saber qué cuota mensual te va a quedar hay que tener en cuenta otra serie de consideraciones:
– Si vas a firmar una hipoteca con el interés variable, haz los cálculos con una perspectiva pesimista. Da igual que cuando hagas el cálculo el Euribor esté a un nivel muy alto, realiza los cálculos situándote en el peor de los escenarios, ya que teniendo en cuenta la duración de la hipoteca —algo que normalmente se dilata durante décadas— lo normal es que en algún momento ese índice se encuentre en un nivel muy elevado. Hacer el cálculo pesimista, además, te permitirá saber cuánto tendrás que pagar en el peor de los casos, lo que, si conoces tu límite financiero, será muy útil: de esa manera evitarás futuros problemas financieros.
– Sopesa firmar una hipoteca a interés fijo. Esta modalidad resulta, a priori, más cara, pero te da la seguridad de que siempre vas a saber qué cantidad deberás pagar para ir cancelando tu préstamo hipotecario. Y si el Euribor sube, no te verás afectado por dichas subidas.
– El coste de una vivienda siempre es un poco superior al acordado con los vendedores, ya que hay que incluir una serie de gastos inevitables: escrituras, notaría, impuestos…
– Pues para no asumir demasiados riesgos, lo ideal es asignar al pago de tu hipoteca un 30% de tus ingresos. Además, si los gastos de tu día a día te lo permiten, es una gran idea que ahorres un 10% adicional todos los meses para que puedas hacer frente a cualquier tipo de imprevisto que pudiera surgir como una derrama o una subida del interés variable. Este ahorro estaría destinado únicamente a pagar tu vivienda. A final de año, si no has firmado intereses extras por cancelación, podrás darle un buen empujón a la hipoteca, y si mantienes esta costumbre, terminarás de pagar tu casa varios años antes de lo que tenías firmado.
Desde la crisis del ladrillo del año 2008, los bancos dejaron de firmar hipotecas a razón del 100% del valor de una vivienda. Desde entonces, lo habitual es que las entidades bancarias, como ING, concedan un préstamo por un valor total de entre el 70% y el 80% del precio de la vivienda.
Si vas a comprar una casa, no te limites a explorar las posibilidades hipotecarias que te ofrece tu banco. Estudia las diferentes opciones de las demás entidades financieras y escoge la que sea más ventajosa para ti y para tu familia.